Proyecto inmobiliario “Puertas de Agronomía”
| Pese a la lucha vecinal se convirtió en ley la habilitación para construir 11 torres de 17 pisos en la Isla de la Paternal, en el límite con las Facultades de Veterinaria y Agronomía. Uno de los puntos más polémicos de la norma es la cementación dentro del parque, segundo pulmón verde de la Ciudad. El colectivo de vecinos de la Comuna 15 presentó un proyecto alternativo que, hasta el momento, no fue tratado por los legisladores.
Por Agustina Cavalanti
Finalmente, en la era de Rodríguez Larreta el cemento avanzará sobre el verde en La Paternal. El proyecto “Puertas de Agronomía” (como lo denomina la empresa constructora SADIA) contempla la edificación de 11 torres de 48,5 metros de altura con más de 2 mil departamentos y 1.100 cocheras, en la Isla de la Paternal, un predio de 20 mil metros cuadrados.
Además, habilita la construcción de basamentos y autoriza una variedad de usos comerciales, aumentando un 20% la capacidad construible original. Y advierte que “La Isla de La Paternal”, segundo pulmón verde de la Ciudad de Buenos Aires, quedará sometida a obras de remodelación.
El acuerdo fue aprobado en primera lectura el 29 de noviembre de 2018 y tuvo su audiencia pública no vinculante en marzo de este año. Un mes después, sin escuchar a los vecinos, que unánimemente se manifestaron en contra, fue convertido en Ley en la Legislatura porteña con 34 votos afirmativos del bloque oficialista Vamos Juntos.
Si bien la idea de construir 11 moles de cemento en el terreno donde funcionaba el Albergue Warnes vino de la mano de Fernando De La Rúa (Ordenanza Nº 52.295), el reciente convenio aprobado en la Legislatura porteña le modifica los usos al suelo (rezonificando la zona residencial) para poder instalar, además, oficinas comerciales, alojamientos turísticos, gimnasios, geriátricos, casas de fiestas privadas, entre otros, y subsuelos de estacionamiento. También habilita la intervención en el parque de la Isla a través de la cimentación de veredas y calles internas que conecten los edificios entre sí.
Un grupo de vecinos de la Comuna 15 se organizó como Colectivo Barrial de la Isla de La Paternal para defender la identidad del barrio e impulsar acciones que protejan al gran parque de los “daños irreversibles”. Con la ayuda de profesionales y comuneros desarrollaron un proyecto alternativo (Expediente 362-P-2019), y juntaron más de tres mil firmas.
“Cuando nos empezamos a organizar en octubre, el Gobierno de la Ciudad nos pidió que hagamos un proyecto. Lo presentamos en la Legislatura como vecinos de la Isla y lo levantaron legisladores de la oposición; pero los políticos de Vamos Juntos prácticamente lo ningunearon. Actualmente sigue su camino legislativo, aunque se haya aprobado la ley de Larreta. Ahora trabajamos en la visibilización del tema y buscamos tener otras reuniones con el Gobierno”, relata para este periódico Macarena Simón, vecina e integrante del Colectivo Barrial.
El proyecto de ley presentado por los vecinos plantea la necesidad de resignificar la distribución parcelaria, así como la altura de los edificios habilitada y refrendada por el convenio firmado entre la empresa SADIA y el Gobierno de la Ciudad. De este modo, proponen unificar la superficie construible en un único sector, generando una nueva manzana, desarmando la actual estructura parcelaria “tan invasiva sobre el Parque”.
En este sentido, redactan: “La distribución actual de las parcelas tiene un diseño atípico e injustificado para la forma de organización parcelaria de la Ciudad. Se destaca particularmente el sector 1 situado al norte del predio, sobre Av. de los Constituyentes. El impacto de la construcción de 4 torres de 17 pisos en ese sector implica anular el asolamiento del parque durante gran parte del día, generaría un amplio cono de sombra sobre el espacio público”.
El Parque de la Isla de La Paternal conforma una pieza central de articulación entre el predio de las Facultades de Agronomía y de Veterinarias de la UBA y el Cementerio de la Chacarita, formando un área de amortiguación de espacio arbolado que se constituye como un posible corredor biológico.
Por esto, desde el Colectivo Barrial impulsan desarrollar una nueva rezonificación: la de “Unidad de Sustentabilidad de Altura Baja” para mantener la morfología del barrio, su paisaje y planificar el desarrollo del área en función de proteger su valor como pulmón verde central de la Ciudad.
“La altura de las edificaciones debe procurar no interrumpir la libre circulación del aire para favorecer la dispersión del humo del cementerio. Asimismo, se debe asegurar que las nuevas edificaciones no generen un muro de retención que afecte tanto a las viviendas futuras como a las existentes”, plantean.
Y declaran al parque de la Isla como una unidad ambiental, educativa, productiva, cultural y de gestión, considerando el entorno como parte integrante del ecosistema de la Comuna 15. “El parquizado debe incluir, al menos, un 80% de especies de flora autóctona de Buenos Aires, a fin de remediar mínimamente el impacto negativo de la construcción y la disminución de biodiversidad local”.
Sin embargo, con la nueva ley el gran pulmón verde quedará “encerrado” por 11 torres de cemento, permanecerá superpoblado y colapsado de vehículos (vivirán más de cuatro mil familias). “Quieren hacer calles internas que sean transitables, por ende, cortarán el parque a la mitad. Respecto al ambiente, se necesita un estudio de impacto ambiental pero todavía los dueños no lo hicieron. No queremos que el parque quede de esta manera, nos oponemos al proyecto que se votó”, dice Macarena Simón.
Según indica el proyecto de los vecinos, tanto la constructibilidad como el parcelamiento se contradice con los lineamientos establecidos por el Plan Urbano Ambiental y los estudios de diagnóstico (ambos documentos aprobados por la Ley Nº 2930/08) donde se establece: “Articular los espacios de Agronomía, la “Isla” de La Paternal (Parque Warnes), Parque Los Andes y los usos públicos que se definan en la desafectación de las actuales playas ferroviarias de La Paternal y Federico Lacroze con forestación intensiva de la Av. Warnes y Jorge Newbery”.
Y, a su vez, denuncia que no se tuvo en cuenta el proyecto de Corredor de Integración Barrial de la Comuna 15, aprobado por unanimidad por la Junta Comunal, donde se deja por sentado que no se debe interrumpir el cordón verde que es hoy esa área. “El parque es el articulador del pulmón verde de la zona centro oeste de la ciudad, como pulmón verde esta zona está planteada históricamente”, resume.
“Hasta tuvimos una reunión con los dueños de las parcelas y les pedimos que tomen en cuenta nuestro proyecto. Pero ni siquiera lo leyeron. Entiendo que donde quieren construir las torres es un espacio privado, pero si construyen 11 torres el parque desaparecerá”, expresa Macarena Simón.
Pese al proyecto alternativo, a la inmensidad de reuniones, jornadas y asambleas de los vecinos de la Comuna 15, el Gobierno de Rodríguez Larreta dio luz verde a destruir para construir, sin importar sus consecuencias.
Pero, como reflexionó Rodolfo Walsh: “Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas”. En La Paternal el negocio inmobiliario venció la lucha vecinal.
Por ahora.