Frente a un dólar que rozó los 45 pesos, a la suba de la canasta familiar, al tarifazo en el trasporte y los servicios públicos, el Jefe de Gobierno porteño elige invertir millones de pesos en call center, cursos de cocina y adiestramiento animal, de un presupuesto al que sólo le destina 729 millones para obras en la red del subte y 991 millones a infraestructura en salud.
Por Agustina Cavalanti, de la Cooperativa EBC para elbarriopueyrredon
La Ciudad de Buenos Aires es una de las ciudades con mayor concentración de riquezas de la Argentina. Sin embargo supera los 600 mil pobres. En un año en el que ya se oficializó otro aumento en el trasporte público, en los servicios, en la carne, en la leche y en la nafta; frente a un dólar que cercó los 45 pesos; y ante la suba del 57,2% respecto a 2018 de la canasta básica total (CBT), ¿cuáles son las prioridades de inversión Horacio Rodríguez Larreta?
En noviembre de 2018, la Legislatura porteña convirtió en ley el presupuesto general de gastos y recursos para la administración de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el ejercicio 2019, que totalizó un monto de 321.457 millones de pesos.
De ese presupuesto el Gobierno le destinó sólo 991 millones a obras en salud, 1.256 millones a infraestructura edilicia en educación, y 729 millones para obras en la red de subterráneos “aumentando los coches con aire acondicionado y disminuyendo la frecuencia; wifi gratuito y mejoras en la accesibilidad a las estaciones”.
Mientras tanto, a través del Decreto N° 121/19 publicado en el Boletín Oficial porteño, el Jefe de Gobierno le destinó 2.574 millones al mantenimiento del arbolado público de las quince comunas, es decir, 1.300 millones más que en educación.
“Larreta gobierna la Ciudad más rica del país, pero en vez de invertir en salud, educación y transporte gasta la plata en fachadas, marketing y publicidad. Las obras públicas que se hacen son siempre para beneficio de constructoras amigas y se pagan rematando la tierra pública en beneficio de los negocios inmobiliarios. Después, todos los proveedores retribuyen aportando a las campañas del oficialismo”, dijo la Legisladora por Unidad Ciudadana, Paula Penacca.
En la Ciudad la población debajo de la línea de pobreza alcanzó al 21,3 % en el cuatro trimestre de 2018, según información oficial de la Dirección de Estadística y Censos porteña. Mientras tanto el Jefe de Gobierno gastó, sólo en el mes de marzo, 3 millones en 248 cursos de cocina para vecinos (Licitación Pública N° 9611-0357-LPU19) “para fomentar el consumo de alimentos saludables preparados en el hogar”.
Destinó $2.372.115 para la adquisición de elementos de entrenamiento animal (boyas, pelota para felinos, rinoceronte y elefante, pelota de caucho y silbatos) para el Ecoparque de la Ciudad (Licitación Pública N° 9511-0180-LPU19). Invirtió 3 millones para la adquisición de estadísticas sobre consumo turístico; 500 mil pesos en el servicio de membresía para el evento “Argentina Fashion Week”, con charlas de alta costura. Otros 500 mil pesos para comprar un drone y 25 tablets, y casi 10 millones en accesorios de telefonía celular, en favor de la firma MULTIPOINT S.A.
También contrató a GIV SRL para la gestión y operación del “Centro de Contacto Omnicanal Personalizado a los ciudadanos a través de BA 147” por la suma de 576 millones. Esta firma es la empresa que desde el año 2009 le brinda este servicio de forma exclusiva.
Y en pleno año electoral Rodríguez Larreta destinó más de 82 millones para un servicio de atención telefónica y de ejecución de campañas “Call Center” (Licitación Pública Nº 550-0083-LPU19), además de un servicio de encuestas online por 900 mil pesos.
“El negocio en actividades y obras superfluas en relación a las prioridades de la Ciudad es alarmante. Hay una cuestión democrática acerca de quién define cómo gastar y cuáles son las prioridades de la ciudad. La Constitución establece que nuestra forma de gobierno es una democracia participativa, por lo tanto, estos gastos y las prioridades deberían ser decididas, como dice la ley, en las comunas y los concejos consultivos comunales, y en el presupuesto participativo general de la ciudad. Por otra parte, estas contrataciones que podrían estimular el desarrollo de cooperativas o de organismos del estado terminan transfiriendo dinero a empresas, el caso de las consultorías es evidente”, resumió el abogado Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad.
Mejor hablar de ciertas cosas
Pese a la audiencia pública realizada por el aumento en la tarifa del servicio de subterráneo, donde todos los expositores lo rechazaron de forma unánime, se oficializó el tarifazo. A partir de abril, el precio del pasaje subió a 19 pesos y en mayo pasará a 21. Es decir, en un año aumentó 13,5 pesos.
“El subte nunca estuvo dentro de las prioridades del PRO. El presupuesto en inversión de este año es el menor de los últimos 20. No sólo que no realizaron los diez kilómetros de subte que prometieron, como no hay nada planificado van a pasar muchos años para reactivar la ampliación. La tarifa aumento un 1800% en la gestión de la Ciudad. La verdad que no sabemos hasta dónde va a llegar”, explicó la diputada Penacca.
También manifestó que, desde Unidad Ciudadana, después de haber analizado el expediente encontraron gastos que “inflaban” la tarifa. “Hicimos un pedido de informes y fuimos a plantearlo a la audiencia pública. Pero Larreta y sus legisladores no nos han dado ninguna respuesta aún”.
En el año 2012 la Ciudad de Buenos Aires recibió el Subte de Nación. En ese marco, se votó la Ley 4.472 por medio de la cual se declaró la emergencia del Subte por un plazo de 3 años y se le dio amplias facultades al Gobierno de la Ciudad para administrarlo. Pasaron más de 6 años y la desinversión es evidente: ascensores y escaleras mecánicas que no funcionan, suciedad, falta de frecuencia, accesos que no dan abasto, estaciones y boleterías que se inundan.
“La ley 4.472 autorizó a SBASE a contratar directamente a Metrovías para que se ocupe de la operación y el mantenimiento del subte mientras duraba la emergencia. En su artículo 11 se dejó constancia que el nuevo acuerdo se diferencia de una concesión y, por lo tanto, se iba a abonar sólo por los gastos específicos. El acuerdo de operación y mantenimiento es un acuerdo para que Metrovías opere el subte, pero SBASE no entendió y cree que es para que todos le paguemos las operaciones de Metrovías y mantengamos a Roggio. SBASE le reconoce a Metrovías todos los gastos, pero aun así las estaciones están sucias e inundadas, los trabajadores sufren accidentes, las demoras son moneda corriente. Entonces parece que esos gastos que pasa Metrovías no van a la operación y mantenimiento”, agregó Paula Penacca.