Asambleas vecinales se movilizan con la consigna “defendamos nuestro barrio”

Protesta contra el Código Urbanístico
Distintos barrios de la Ciudad sufren la destrucción del patrimonio histórico con la aplicación del nuevo Código Urbanístico. En una inédita protesta interbarrial el próximo viernes 4 de marzo se movilizan asambleas vecinales de Nuñez, Saavedra, Coghlan, Colegiales, Villa Ortuzar y de la Comuna 11. También participará “Salvemos al Barrio” de Agronomía y Villa Pueyrredón.

Por Mateo Lazcano

Los reclamos contra la construcción de torres, permitidas por el nuevo Código Urbanístico, han sido un tema reiterado en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos años. Para el comienzo de este 2022 se da una gran novedad: la próxima semana se realizará una protesta conjunta de distintas asambleas vecinales. El objetivo, amén de unir fuerzas, es la de plantear que esta realidad atraviesa, o lo hará en el corto plazo, a todas las áreas residenciales.

En este marco, se convocó para el viernes 4 de marzo desde las 19 horas a un encuentro en Alvarez Thomas y Forest, un punto geográfico donde confluyen cinco esquinas y tres barrios. Esta iniciativa la organizaron de manera conjunta vecinos unidos de Núñez, Saavedra, Coghlan, Villa Ortúzar y Colegiales, así como otros nucleados en la Comuna 11, que concierne a Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Mitre y Santa Rita. También participará la agrupación “Salvemos al Barrio” de Agronomía y Villa Pueyrredón.

“No al nuevo código de edificación y urbanización. Defendamos nuestro barrio”, indica la convocatoria, que se ha difundido en redes sociales. Desde la Asamblea “Vecinos Unidos de Núñez”, Matías Amica, uno de sus integrantes, habla al respecto y profundiza los motivos del reclamo.

“Es un pedido a simple vista de distintos barrios, pero que se amalgama en uno solo porque todos ellos están viéndose afectados por el Código de Urbanización que fue sancionado en 2018 y tuvo distintas modificaciones en 2020 y 2021”, sostiene.

Cabe destacar que en diciembre del año pasado la Legislatura, con mayoría del oficialismo, sancionó convenios urbanísticos (excepciones al actual Código Urbanístico) y un régimen especial de regularización de obras y construcciones llevadas a cabo en contravención del código. Estas excepciones permitirán la construcción de edificios que van desde los 50 a los 150 metros de altura, a pesar que el nuevo código permite alturas de hasta 38 metros.

“Hay problemáticas que pueden ser puntuales. Saavedra tiene ahora su disputa por el proyecto para abrir el Arroyo Medrano, Caballito la suya con el Parque Lineal, Colegiales con el Playón (ferroviario), pero estamos unidos entre los barrios porque a pesar de que puedan parecer asuntos aislados, todos estamos siendo afectados por lo mismo. Entonces unificamos el reclamo, porque algo puede no estar afectándote ahora, pero es probable que lo haga en un mes, un año o lo que fuere”, explica Matías.

El asambleísta precisa que su postura no es “en contra de las torres”, sino “de la destrucción del patrimonio barrial, histórico, y la identidad de cada barrio”. “Estamos en la defensa de los espacios verdes y que no colapsen los servicios. Muchos ya lo han vivido y otros están empezando a hacerlo”, detalla.

Matías destaca asimismo que hay construcciones que avanzan por el pulmón de manzana “sin que haya una real necesidad habitacional”, lo que a su juicio desacredita cualquier planteo vinculado al tema.

“La Ciudad hace más de 60 años tiene la misma población, con lo cual no hay una necesidad en términos numéricos. Sí la hay de hacer viviendas más accesibles, pero no es el caso de estas que se construyen. De hecho, los departamentos que se están haciendo son más caros que las casas que se demuelen. Solamente responden a un negocio inmobiliario, al punto de que es común que los edificios que se hacen queden vacíos, sin ser habitados en el corto plazo”, argumenta.

Ante este panorama, la Asamblea de Núñez había comenzado en 2021, como otros barrios, una serie de acciones para visibilizar el reclamo. Muchas de las casas en la zona tienen colgadas banderas en sus ventanas que dicen “No a las torres”.

También hubo semaforazos, y sobre todo una masiva campaña en redes sociales. “Creemos que lo más importante es difundir e informar. Muchos no están al tanto de lo que está pasando, y cuando logran comprenderlo, se suman”, señala.

Villa Ortúzar se suma al reclamo

En 2021, este medio había informado sobre la conformación de “Ortúzar despierta”, que nuclea a vecinos y vecinas que rechazan la construcción de torres. Durante el año pasado realizaron encuentros semanales en la Plaza 25 de agosto, de Charlone y 14 de Julio. Los desarrolladores e inmobiliarias rebautizaron a esta zona como “Nuevo Colegiales”.

En diciembre del año pasado realizaron un protesta al inaugurarse la tradicional exposición anual de Casa FOA en la antigua sede de la Asociación de los Testigos de Jehova, en la manzana delimitada por Elcano, Charlone, Roseti y Loreto. En este lugar está proyectada la construcción de 450 viviendas de lujo.

“Nos tomamos enero de descanso y ya volvimos a juntarnos estos sábados de febrero. Acá no te podés dormir. Tenemos un edificio de 60 departamentos haciéndose aquí frente a la plaza que volvió a poner la publicidad en Instagram”, comenta al respecto Gigi, una de las integrantes de “Ortúzar despierta”, asamblea vecinal que confirmó su asistencia al reclamo del próximo 4 de marzo.

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