Entrevista a Milton Blanco, artista de Villa Pueyrredón. Es Maestro Nacional de Música, compositor e investigador y miembro de la Asociación Argentina de Luthiers. Actualmente integra el grupo musical “Aire y Tiempo”. En el barrio brinda talleres de instrumentos de viento y armónica en la Biblioteca Popular Pueyrredón Norte.
Por Agustina Cavalanti
Sin duda Villa Pueyrredón es un barrio que acuna grandes artistas: actores y actrices, músicxs, compositorxs y circenses, reconocidxs nacional e internacionalmente. El vecino Milton Blanco es Maestro Nacional de Música, compositor, cantautor, multi-instrumentista, docente e investigador. Interpreta armónica, violín, clarinete, quena y otras flautas, y enseña su arte en la Biblioteca Popular Pueyrredón Norte, ubicada en la calle Cochrane 2334, a pocos metros de la Plaza Alem.
“Cuando la persona que estudia tiene sacadas algunas notas en el instrumento, unas pocas notas, con eso empezamos a hacer música, aprendemos a improvisar, aprendemos a intercambiar sonidos de otras cosas con la música que estamos haciendo, es decir, podemos tomar elementos de la naturaleza, sonidos del entorno e integrarlos en nuestra propia actividad”, contó a este portal.
Una vez por semana, durante una hora y media, Milton abre un espacio para la interpretación individual y grupal. Las clases, en modalidad taller, están destinadas a jóvenes y adultxs con el objetivo de aprender a tocar, tocando. “Las clases son en Villa Pueyrredón porque es mi nuevo barrio desde 2018, quiero vincularme con lxs vecinxs. Es como un pueblo dentro de la ciudad y eso me gusta muchísimo”, dijo.
Actualmente, integra un grupo musical con sus vientos, sus flautas, dos percusionistas y una bailarina. El proyecto se llama “Aire y Tiempo”, e interpreta músicas propias, vinculadas a la música del sur de España.
“También canto folclore y tango, puedo hacerlo solo con mi guitarra o con otrxs amigxs que sumen otros instrumentos. En el folclore del centro norte de nuestro país y el tango, que es lo más auténtico para mí, porque soy del Río de la Plata, en esos dos ámbitos, he presentado mis propias composiciones, y de a poco, a medida que me voy mostrando en el barrio, en las bibliotecas y los centros culturales, las voy insertando”.
Milton Blanco (derecha) tocando junto a Jorge Cumbo y Richard Fernández
Sin embargo, reconoció que ha estado más horas frente a un aula que en un escenario. “Mi recorrido por la música ha sido más que nada como docente y como investigador”.
Es miembro de la Asociación Argentina de Luthiers, participó y colaboró en el film documental “A los cuatro vientos” sobre el armonicista Hugo Díaz; como autor teatral estrenó “El Lenguaraz” y como quenista representó a la Argentina en festivales de Perú y México.
También ha sido convocado para tocar aerófonos en obras sinfónicas contemporáneas y actualmente presenta sus composiciones de carácter ‘folklórico’ y tango en canto, instrumentos de viento y conjunto de guitarras.
“En los instrumentos de viento, la gente me conoce por la armónica (grabé tango hace años) y por la quena, que he representado a la Argentina en Perú en cuatro ocasiones y en México en dos oportunidades”, describió.
“La música para mí es un lenguaje de comunicación de emociones – reflexionó – con todas las ambigüedades que tiene un lenguaje artístico, todxs nos damos cuenta de que la música transmite cosas, aunque no a todxs nos transmite las mismas cosas y de la misma manera. Para mí hacer música es poner en movimiento ese abanico, esa paleta de colores emocionales, de recuerdos, de sensaciones, de cosas que nos pasaron y cosas que no nos pasaron y que todo se dispara a través de la música. Poder propiciar eso es como aprender a hacer magia”.
Según relató el compositor, su interés por los instrumentos de viento nació cuando era niño y, hoy en día, representan la voz para expresarse. “De chico me regalaron armónicas de juguete, armónicas de plástico y también una flautita de hojalata con bloque de madera. Ninguno de esos instrumentos cuando era niño pude hacerlo sonar musicalmente, hice ruidos solamente. Pero había algo que a mí me interesaba en ese sonido, y que la primera vez que vi tocar a alguien una flauta, me llamó la atención, y de allí no paré hasta conocerlos de cerca”.
El instrumento de viento que estudió formalmente fue el clarinete. “Después de manera particular estudié las flautas dulces, me gustan mucho los instrumentos de madera, las flautas dulces son una familia de instrumentos de la antigua Europa, tiene más de mil años de historia, y en los instrumentos de viento del continente americano, me dediqué a la quena, que tiene varios miles más de años, comprobados y demostrados”, narró.
Para finalizar, Milton Blanco concluyó que: “Me gustaría tener un vínculo con lxs vecinxs desde mi aspecto de artista y compartirlo con los demás; y desde mi actividad como docente, enseñar y motivar a la gente a hacer su propia música con los instrumentos de viento”.