En el Salón San Martín de la Legislatura porteña, se llevó a cabo entre el 6 y 15 de noviembre la audiencia pública marcada por la preocupación de vecinos y vecinas de Agronomía y Villa Pueyrredón, organizados en torno a la agrupación “Salvemos al Barrio”. La audiencia tuvo como eje el proyecto de ley que busca modificar el Código Urbanístico, aprobado en primera lectura.
Desde el 6 al 15 de noviembre se desarrolló en el Salón San Martín de la Legislatura porteña la audiencia pública para tratar la modificación del Código Urbanístico que fue sancionada en primera lectura. Contó con la participación de vecinos y vecinas de Agronomía y Villa Pueyrredón.
Uno de los expositores fue Osvaldo Saredi, miembro de la organización vecinal “Salvemos al Barrio”. Como inicio, recordó el consenso alcanzado en 2010: “En el año 2010 logramos la Ley 3447. Esta ley limita la altura de los edificios”. También indicó la amenaza que perciben con la nueva normativa y el mantenimiento del completamiento del tejido (enrase): “son quinientos potenciales nuevos edificios en esa macro manzana”.
Explicó que Salvador María del Carril es una avenida pulmón de una macro manzana conformada por las avenidas San Martín, Albarellos, de los Constituyentes y Beiró. “En ese momento, logramos una altura máxima de 9 metros”.
“No voy a hablar de USAB 1 o USAB O, porque nos vamos a confundir” y aseguró que “ahora queremos hacer lo mismo. Plano límite 12 metros en Salvador María del Carril, no al completamiento de tejido y que se mantenga el USAB de 9 metros – no importa cómo lo llamen ahora – sobre la macromanzana que antes mencioné”.
Patricia Duró, integrante del Consejo Consultivo Comunal 15 y de la agrupación vecinal “Salvemos al Barrio”, inició su intervención destacando los esfuerzos del pasado: “Quiero contarles que nosotros en 2010 logramos la modificación del antiguo Código de Planeamiento mediante la Ley 3447, incorporada al Código Urbanístico en 2018 como AE 28”.
Además dvirtió que la nueva propuesta de zonificación deja desprotegida el área al mantenerla en USAB 1, y pidió que se cambie a USAB 0, que implica una altura máxima de 9 metros, para que las condiciones actuales se preserven. “Esto es un barrio y queremos que lo siga siendo”. Finalmente, pidió priorizar la adquisición de parcelas linderas a espacios verdes y escuelas cuando queden vacantes, para destinarlas a usos comunitarios.
Cabe mencionar que el proyecto crea una nueva Unidad de Sustentabilidad de Altura Baja, la USAB 0 y la define con una altura máxima de 9 metros, y cambia la USAB 1 a 12 metros, aumentando la altura permitida en 3 metros.
Por su parte, Juan Cancelo, residente de Villa Pueyrredón expuso en forma virtual. Fue partícipe en la Ley de Rezonificación de 2011 en el barrio, y ofreció una crítica contundente del proyecto: “Nunca tanto como en esta audiencia ha quedado tan evidente que este Código está al servicio de las constructoras, ‘arrolladoras’ inmobiliarias.”
Criticó que “el Código Urbanístico de 2018 vino con la bandera de la eliminación de las torres sorpresa… pero aumentó más la constructividad.”. Reflejando el descontento vecinal, evocó: “En épocas pasadas, cuando esta cruzada arrolladora de suplantar casa por moles de cemento… el ex ministro Schiavi, nos había tratado de ‘terroristas urbanos’.”
Reclamó que el Gobierno de la Ciudad debería, como en otras ciudades importantes del mundo, “hacerse de un stock de viviendas sociales a partir de edificios ociosos, cederlos en alquiler y no venderlas a grandes constructoras”.
Y por último, dejó una propuesta: “antes del tratamiento del proyecto en segunda lectura, debería retomarse el trabajo conjunto entre las asociaciones barriales y los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Urbano en el ámbito de las comunas, mediante los llamados foros participativos al igual que como se hizo en 2017”.