La consultoría, con un presupuesto oficial de $116,6 millones, analizará cómo se asigna el uso de las calles entre peatones, bicicletas y vehículos en distintos tramos de la Ciudad de Buenos Aires. Incluye ciclovías como la de la calle Griveo, que se extiende entre Villa Pueyrredón y Devoto, construida en el año 2022.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó una licitación para contratar un servicio de consultoría destinado a estudiar y evaluar la eficiencia en la asignación modal del espacio público sobre la red de ciclovías protegidas. El presupuesto oficial asciende a 116.598.672 pesos y el trabajo estará orientado a la Gerencia Operativa de Planificación Estratégica de la Movilidad y a la Dirección General de Diseño y Planificación de la Movilidad, dependientes del Ministerio de Infraestructura porteño.
El objetivo central es medir el grado de eficiencia con el que se utilizan los espacios viales destinados a peatones, ciclistas y vehículos motorizados. Para ello, se realizarán diagnósticos exhaustivos sobre diferentes tramos de calles con ciclovías y se los contrastará con otros corredores sin infraestructura ciclista de características similares.
La iniciativa se enmarca en el Plan Urbano Ambiental, que establece lineamientos para la jerarquización vial y modal en la Ciudad, priorizando la movilidad activa y sostenible. Desde 2009, Buenos Aires construyó más de 311 kilómetros de infraestructura para bicicletas – 261,8 km de ciclovías y 49,3 km de bicisendas -, mayoritariamente sobre calzadas existentes. Esto implicó reasignar espacio antes destinado a estacionamiento o circulación vehicular.
Con el crecimiento progresivo de la demanda ciclista, la administración porteña considera necesario evaluar cómo se distribuye el espacio público y si esa organización resulta eficiente en términos de cantidad de usuarios transportados, gasto energético y nivel de servicio.
El consultor deberá: Estimar los volúmenes de peatones, bicicletas y vehículos en distintos horarios; Medir velocidades medias de recorrido; Identificar interferencias como detenciones indebidas, operaciones de carga y descarga o contenedores en calzada; Evaluar las condiciones de circulación para cada modo de transporte; Realizar encuestas a ciclistas sobre orígenes, destinos, frecuencia de uso y opiniones; Proponer mejoras que optimicen la seguridad, accesibilidad y eficiencia del uso del espacio público.
En ese sentido, el estudio deberá circunscribirse a las siguientes arterias:
- Av. Córdoba entre 9 de Julio y Jorge Newbery (6,7 kilómetros)
- Morón entre Cayetano Rodríguez y Virgilio (3,5 kilómetros)
- Nueva York/Ballivian entre Ceretti y Gutemberg (1,7 kilómetros)
- Pasco/Uriburu entre Alsina y Juncal (Uriburu/Pasco 2,1 kilómetros)
- Montevideo entre M.T de Alvear y Rivadavia (1,3 kilómetros)
- Griveo de Av. de los Constituyentes a Avenida Chivilcoy (2,5 kilómetros)
- Cesar Diaz entre Chivilcoy y Nicasio Oroño (3,3 kilómetros)
- Pepirí entre Alcorta y Favaloro (1,3 kilómetros)
- Bonifacio entre Lautaro y Martínez Castro (2,3 kilómetros)
- Patrón entre Pola y Saladillo (2 kilómetros)
- Del Barco Centenera entre Estrada y Zañartú (0,9 kilómetros)
- Billinghurst/Virrey Liniers entre Mansilla y Don Bosco (2,2 kilómetros)
- Miller entre Pedraza y General Paz (1,8 kilómetros)
- La Pampa entre Ceretti y Superí (2,7 kilómetros)
- Perón entre Billinghurst y Cerrito (3,3 kilómetros)
Según los pliegos estos tramos “deberán ser contrastados con tramos sin ciclovías de características similares, con el fin de comparar la eficiencia del espacio público. Un tramo puede contrastarse con ejes de ciclovías de características similares” y agrega que “servirá de base para implementar un sistema de monitoreo permanente del funcionamiento de las ciclovías.
La Secretaría de Transporte porteña remarcó que la iniciativa busca “contribuir al desarrollo de soluciones integrales que impacten positivamente en la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad, reduciendo la congestión, mejorando la seguridad vial y promoviendo la movilidad sustentable”
