El martes 13 de octubre alrededor del mediodía fue hallado sin vida el cuerpo de la dirigente trans Amancay Diana Sacayán en su departamento del barrio de Flores. La Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres pidió intervenir para llevar a cabo el protocolo para casos de femicidio.
Por Florencia Scarinci
En el barrio de Flores fue asesinada la dirigente trans Amancay Diana Sacayán. El portero del edificio fue quien encontró su cuerpo atado y con signos de violencia, la puerta del departamento estaba abierta. Se determinó que su muerte fue causada por una puñalada.
Hasta el día de la fecha se sigue investigando para dar con el autor de este crimen de odio. Se presume que Sacayán fue atacada por una pareja o un hombre conocido de ella ya que los peritos encontraron que la puerta de la vivienda fue violada del lado de adentro para permitir su huida.
Se encontró en el departamento todo desordenado, posiblemente causado por una pelea previa al final, aunque los investigadores no hallaron evidencias de robo.
Conmoción en la comunidad trans
La noticia conmocionó a la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT) local donde Sacayán tenía una participación activa y constante.
Era dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) donde el pasado mes de septiembre se celebró la sanción de la Ley de Cupo Trans, ley bonaerense que asegura el cupo mínimo de puestos laborales para trans, travestis y transexuales en la administración pública provincial.
También generó conmoción a nivel mundial. Las asociaciones y organismos como la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA), donde la propia Sacayán era secretaria mundial trans alterna, y el Consejo Regional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC) expresaron sus condolencias y exigieron el esclarecimiento del caso.
Por otra parte, organizaciones para la diversidad sexual reclamaron a la fiscal Mariela Labozzetta, quien en primera instancia había tomado el caso, que la investigación del crimen “se encuadre bajo la perspectiva de un travesticidio”.
Si bien actualmente el caso quedó a cargo del fiscal Matías Di Lello, la fiscal Labozzetta – quien es titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) – pidió intervenir para llevar a cabo el protocolo para casos de femicidio.
Vale remarcar que es la primera vez que en la Argentina se lleva a cabo este protocolo con una persona trans, un hecho realmente significativo para la comunidad trans.
Varias de sus compañeras manifestaron durante los siluetazos que se llevaron a cabo en Plaza Flores, y a lo largo de diferentes puntos del país como La Plata y Rosario, que Diana Sacayán “siguió militando aún después de su muerte”.
Las Madres de Plaza de Mayo homenajearon a Sacayán, quien estudió en la Universidad de las Madres. En la ronda de los jueves denunciaron que este asesinato fue sin dudas un travesticidio.
A su vez pidieron junto a un grupo de compañeras travestis que no se las condene más a la prostitución, pedido atendible en una sociedad que todavía las empuja y les impone el ejercicio de esta práctica desde muy pequeñas.
Cabe destacar que Diana Sacayán recibió en el año 2012 su nuevo DNI de la mano de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Entre sus colegas era conocida y admirada por su incansable lucha y su coraje. Aun así, esto no hizo ninguna diferencia, y Sacayán continuo siendo victima de lo que día a día sufren las personas trans, travestis y/o transgénero en el mundo.
No debería salir tan caro ser uno mismo, pero el precio para ellas es diez veces más caro que para cualquier persona heterosexual u homosexual (siempre y cuando “no se le note”)
Bitácora de un calvario
En el año 2013 denunció la agresión de un hombre ante la Gendarmería, pero no solo no tomaron su denuncia sino que la agredieron. Ante esta situación se dirigió a la Policía Bonaerense que finalmente la abandonó a su suerte en el Hospital Germani de Laferrere.
La médica que la atendió tomó el número del patrullero y Sacayán, a través del 911, realizó la denuncia por abandono de persona e incumplimiento del deber de los funcionarios públicos. También se presentó ante la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación.
Luego de este episodio, Diana tuvo que ser sometida a intervenciones quirúrgicas por las lesiones sufridas, tanto por el hombre que la atacó en primera instancia como la violencia institucional de la Gendarmería, y atención psicológica.
Como si esto fuera poco, en agosto de este año, Sacayán denunció a la Policía Metropolitana, que la detuvo y golpeó sin motivos aparentes.
Finalmente, el martes 13 de octubre de este año silenciaron su voz.
Molesta y duele la constante violencia de un patriarcado que hace oídos sordos a las voces que se expresaron este año en la marcha NiUnaMenos.
Esta cronista cree que hay que denunciar y hacer la diferencia ante estos actos de violencia – como los que sufrió Amancay Diana Sacayán – no solo para pedir justicia, sino para honrar a esta gran militante y luchadora que tanto hizo y logró por y para la Comunidad LGBT.