“Al reducir las medidas hasta el absurdo el Gobierno está eliminando la esencia del Código de Edificación que es hacer un hábitat digno”

Doscientas organizaciones se pronunciaron en contra de los códigos urbanísticos y de edificación que se están debatiendo en la Legislatura. Para tratar el tema se realizó la charla “La Ciudad que quieren los vecinos y vecinas” en el espacio “El Amor y La Igualdad” en Saavedra. Disertaron la Arquitecta Silvia Coriat, experta en accesibilidad , y Carlos Wilkinson, integrante del Movimiento Comunero.

Por Mailén Maradei

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Más de doscientas organizaciones vecinales elaboraron un documento en rechazo al nuevo Código de Edificación y al Código Urbanístico que está impulsando el oficialismo en la Legislatura Porteña. Asimismo, exigieron la suspensión del tratamiento de los proyectos.

El documento fue presentado por asociaciones civiles, redes de profesionales, espacios universitarios, asambleas y medios vecinales y partidos políticos en el marco de un encuentro entre vecinos y legisladores.

Allí, se peticionó la suspensión del tratamiento de los proyectos de ley del Código Urbanístico y del nuevo Código de Edificación. Además, se solicitó que se tengan en cuenta la Propuesta Urbano Vecinal que surgió de diversos talleres que se realizaron durante el año pasado entre vecinos y organizaciones sociales.

El Código Urbanístico y el Código de Edificación vigentes están encuadrados por el Plan Urbano Ambiental que fija el modelo ideal de ciudad y deben adecuarse a él. Dentro de este marco, se encuentra los códigos que pretenden ser modificados por el Ministerio de Transporte y Desarrollo Urbano de la Ciudad.

“A mediados del año pasado, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires invitó a una reunión de vecinos y de asociaciones vecinales en el Salón Central de la Legislatura Porteña. En esa reunión, se planteó solo la modificación del Código de Edificación y asistimos trescientos vecinos, de los cuales cerca de doscientos hablamos en contra, porque veíamos que este proyecto no iba a ser bueno para la Ciudad. Ahí nos dimos cuenta que la opinión de los vecinos no tenía importancia y empezamos a meternos en la temática”, contó Carlos Wilkinson, sociólogo e integrante del Movimiento Comunero en una reunión vecinal que se realizó previo a la presentación del documento.

La charla (“La Ciudad que quieren los vecinos y vecinas”) fue organizada por la Red Cultural Comuna Goyeneche, se desarrolló el jueves 24 de mayo en el espacio “El Amor y La Igualdad” en Tronador 4427, barrio de Saavedra. Expusieron Carlos Wilkinson y la Arquitecta Silvia Coriat, experta en accesibilidad de la Fundación Rumbos, organización que se dedica a luchar por generar hábitats inclusivos para personas con discapacidad.

“El Código Urbano y el de Edificación no se actualizaron y la necesidad de hacerlo es imprescindible. Muchas de las pautas que plantea el Plan Urbano Ambiental, no se cumplieron y se profundizaron las cosas negativas”, explicó Wilkinson y ejemplificó: “En una manzana, donde se podían construir edificios de tres pisos, apareció una excepción y se construyó un edificio de doce. Esa excepción surgió por toda una serie de manejos. El nuevo Código Urbanístico viene a legalizar lo que ya se había implementado y a pudrir más las cosas”.

Nuevo código urbanístico

El código define el perfil de ciudad ideal y cómo se distribuyen los espacios públicos y privados. En un comunicado, el Observatorio de la Ciudad planteó que el Código Urbanístico no contempla la crisis ambiental y habitacional, las privatizaciones y venta de inmuebles públicos, el colapso de los servicios públicos y especulación inmobiliaria que se está gestando en la Ciudad de Buenos Aires.

“El proyecto de ley del código urbanístico busca duplicar la superficie construible, incrementar el precio de los alquileres y de los edificios o sea, aquí no es importante mejorar las condiciones de vida de la población”, opinó el sociólogo Carlos Wilkinson y continuó: “En la Ciudad de Buenos Aires, hay cerca de 3 mil viviendas vacías o que se alquilan porque interesa mantener el valor del dinero comprando propiedades. Esas cosas confluyen sin considerar las necesidades vecinales”.

En relación al aumento de la superficie construible, varios vecinos manifestaron su disconformidad con respecto a este proyecto impulsado por el oficialismo porteño y opinaron que también aumentó exponencialmente la cantidad de personas que no pueden llegar a solventar un alquiler y la construcción de edificios grandísimos en áreas residenciales de la Ciudad de Buenos Aires como los barrios de Parque Chas y Saavedra.

Nuevo código de edificación:

El código de edificación vigente define las características que deben tener las edificaciones que se construyen en la Ciudad. Durante la reunión, realizada en el barrio de Saavedra, se conversó también sobre la modificación del código en relación al impacto que produciría la sanción de este proyecto en la vida de las personas con discapacidad.

En ese sentido, la arquitecta y especialista en accesibilidad, Silvia Coriat, manifestó que los nuevos códigos de edificación son por objetivos, consideran qué necesidades deben satisfacerse y garantizarlas a todos los usuarios por igual. Sin embargo, el proyecto de ley presentado por el oficialismo presenta condiciones de habitabilidad ridículas para usuarios con movilidad reducida.

“Sabiendo que el código por objetivos se está implementando en varios países europeos, el Gobierno de la Ciudad puso sus propios objetivos y multiplicó las unidades que hay dentro de cada edificio, entonces los hacen cada vez más chiquitos. Si el código vigente, no admite que una vivienda tenga menos de treinta metros cuadrados, ahora el nuevo código permite quince metros cuadrados sin incluir el baño. Lo justifican diciendo que las personas han cambiado su manera de vivir, que tenemos que aggionarnos”, comentó Silvia Coriat.

Esta situación reduciría la posibilidad para que una persona con discapacidad pueda desplazarse con autonomía en un espacio público o privado. Asimismo, la arquitecta aseguró: “Al reducir las medidas hasta el absurdo, el Gobierno de la Ciudad está eliminando la esencia del Código de Edificación que es hacer un hábitat digno. Esas dimensiones absurdamente bajas ni siquiera los desarrolladores inmobiliarios las van a aplicar porque lo van a hacer en función de la clientela. El estado se corre de esto y deja que el mercado regule las medidas mínimas de una vivienda. Es gravísimo”.

En este contexto, la Fundación Rumbos manifestó la necesidad que se arme una mesa de trabajo con especialistas, personas con discapacidad, adultos mayores y organizaciones de derechos humanos que luchan por los derechos de los usuarios de sillas de ruedas para que sus voces sean escuchadas.

“Cuando planteamos esto en la Legislatura, nos dijeron que estos temas los venían trabajando con la COPIDIS – la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad -, pero esta institución tiene prestatarios de servicios a personas con discapacidad. No es lo mismo que una ONG donde las personas tienen su protagonismo”, aclaró Coriat.

Al finalizar la reunión, Carlos Wilkinson sentenció: “La Ciudad de Buenos Aires no es de las autoridades elegidas ni de los desarrolladores urbanísticos, somos los vecinos los que tenemos derecho a definir la ciudad que queremos. Las autoridades deben sentarse con los vecinos para definir lo que se tiene hacer”.


Esta cronista agradece la hospitalidad y la predisposición a la Fundación Rumbos y al espacio “El Amor y La Igualdad”, quienes confeccionaron una rampa para que las personas con discapacidad hayan podido asistir a la reunión.

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