La Legislatura convirtió en Ley el proyecto para renombrar la estación Echeverría del Subte B, situada en Villa Urquiza, y anexarle el nombre de “Mártires Palotinos”, en memoria de los religiosos asesinados el 4 de julio de 1976 por la Dictadura Cívico Militar. En la audiencia pública, distintos colectivos e integrantes de la comunidad de la Iglesia de San Patricio, junto a la “Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos” de la Comuna 12, adhirieron a la propuesta y destacado su importancia.
Por Mateo Lazcano
La lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia en nuestros barrios dio un nuevo paso durante el mes de mayo. La Legislatura porteña convirtió en Ley el proyecto que establece el cambio de nombre de la Estación Echeverría del Subte B, situada en el corazón de Villa Urquiza. De esta manera se le añadirá “Mártires Palotinos” a su denominación.
La madruga del 4 de julio de 1976, a menos de cuatro meses de instaurada la dictadura cívico militar, tres sacerdotes y dos seminaristas de la Congregación Palotina fueron asesinados dentro de la Parroquia de San Patricio, ubicada en Echeverría y Estomba.
El grupo de tareas dejó mensajes en la casa parroquial tales como “Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son MSTM*”, o un dibujo de Quino en el cual Mafalda sostenía un bastón mencionado como el palito de abollar ideologías posado sobre el cuerpo del seminarista Barbeito Doval.
Un viejo anhelo de la Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos de la Comuna 12 se formalizó mediante un proyecto de ley a mediados de 2020 de autoría de legisladores del Frente de Todos. Así, atravesó todas las instancias: fue debatido primero en comisión, votado en primera lectura a finales del año pasado, sometido a audiencia pública el 6 de marzo y finalmente el pasado 11 de mayo se convirtió en Ley.
A pesar de la retórica negacionista que gana fuerza en algunos sectores de la política nacional, el proyecto tuvo amplio consenso a la hora de ser sometido a votación. Impulsado por los legisladores Claudio Ferreño, Alejandro Amor y Matías Barroetaveña, con la coautoría de otros tantos diputados del Frente de Todos, reunió apoyos de los bloques Vamos Juntos (19), el Frente de Izquierda (3), Partido Socialista (2), Evolución-UCR (8) y Republicanos Unidos (1), sumando un total de 51 votos afirmativos y ninguno en contra.
Sin embargo hubo 6 abstenciones, cinco legisladores de La Libertad Avanza, que responden a Javier Milei, y de Marina Kienast, de Republicanos Unidos que a nivel nacional representa a Ricardo López Murphy.
En la sesión habló Ferreño, quien destacó que “juntos vivieron y juntos murieron” las víctimas de esta masacre, los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo José Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.
Y recordó una histórica homilía del padre Dufau: “Desde el momento en el cual el profeta denuncia el pecado del hombre y los pueblos, su tarea se torna difícil y antipática. Y un recurso a veces utilizado es sacarlos del medio, encarcelándolos, matándolos”.
El siguiente paso será la reglamentación por parte del Ejecutivo. Es probable que la nueva denominación se haga efectiva en simultáneo a otras que fueron aprobadas en la misma sesión (Hospitales-Ringo Bonavena, Independencia-Beata Mama Antula, Callao-Raquel Liberman, y Caseros-Estación Ducó).
Esta tendencia de añadir a los nombres originales de las estaciones (que usualmente traen consigo la nomenclatura de la calle en la que se hallan) a referencias geográficas o personalidades se inició en la última década. Un antecedente en el campo de los Derechos Humanos es la estación Entre Ríos-Rodolfo Walsh de la Línea E.
“Continuar el camino”
En la audiencia pública, celebrada el 6 de marzo, distintos colectivos e integrantes de la comunidad de la Iglesia de San Patricio, junto a la “Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos” de la Comuna 12, expresaron la importancia de este proyecto.
El sacerdote párroco de la iglesia San Patricio, Pablo Bocca, destacó: “La comunidad mártir no es algo que nos pertenece a los religiosos, a los sacerdotes, a la parroquia o a la congregación, sino que es propiedad de todos, de toda la Iglesia y de toda la sociedad”.
Rolando Savino, organista de la Iglesia y primer testigo de la matanza del 4 de julio de 1976, recordó a las víctimas y habló de la importancia que tiene este gesto en la Ciudad de Buenos Aires para el proceso de canonización que sigue la Iglesia Católica. De acuerdo a su mirada, con esta ley, la institución romana “va a tomar nota de esto, y eso va a ayudar seguramente a la causa” que busca que los cinco mártires palotinos sean venerados como santos.
Otros integrantes de la comunidad de la parroquia, como Leonardo Orlando, señaló el aporte que estos gestos dan para la visibilización de este y otros hechos ocurridos durante la Dictadura, y el legado para los más pequeños.
Roberto Frangella, quien escuchó como feligrés homilías del padre Alfredo Kelly, indicó que la denominación ayudará a “que un ejemplo como el de ellos no quede simplemente en relatos o en escritos, sino también que haga que la gente descubra, se acerque, se interiorice y quiera continuar de alguna manera este camino”. Y planteó que los religiosos asesinados tenían “palabras de la fraternidad, en este mundo tan desigual, injusto y egoísta”.
También expusieron integrantes del colectivo “Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia” como Ramiro Varela. Él reveló cómo durante sus tiempos de estudio en el Instituto San Vicente Pallotti, de la comunidad palotina y ya en democracia, se buscó seguir acallando lo sucedido en 1976.
“Tuvieron que pasar 20 años – comentó Ramiro – para que nuestros mártires pudieran salir nuevamente a la calle a dar testimonio de su entrega, dejando marcadas sus huellas en el espacio público del barrio”, e hizo un racconto de las acciones por la causa dispuestas desde la creación de la Ciudad Autónoma, como el “pasaje Mártires Palotinos”, el monumento situado frente a la Iglesia, el mural y las baldosas conmemorativas.
Por su parte, Fernando González habló de la necesidad de que los mártires “no queden en el olvido” y hacer “docencia y memoria para que estos hechos no ocurran nunca más”.
La Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos de la Comuna 12
En todo el proceso hubo un fuerte apoyo de la Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos de la Comuna 12. En la audiencia pública de marzo, el integrante encargado de hablar en representación del colectivo fue José Olivo, referente vecinal y militante de Saavedra.
Olivo consideró que el cambio de nombre es una “necesidad que tiene Villa Urquiza”, y recordó las distintas acciones que fue llevando a cabo la Mesa, como las baldosas conmemorativas antes mencionadas en San Patricio, en la fábrica Grafa, la esquina de Monroe y Triunvirato, y otros puntos de la Comuna.
En ese sentido, este periódico había informado en 2020 de la adhesión que la Mesa había expresado al proyecto en el momento de su presentación. Y había adelantado la voluntad del colectivo por los Derechos Humanos de incluir a la estación cuando sea renombrada en los “espacios con Memoria”.
Reconocimiento a Pascual Spinelli
La Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos de la Comuna 12 recibió una grata noticia en el último mes. Uno de sus integrantes fundadores, Pascual Spinelli, se convertirá pronto en “Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de los Derechos Humanos”, una distinción que otorga la Legislatura.
La idea surgió del legislador Juan Pablo O´Dezaille (Frente de Todos), quien presentó este proyecto junto a otros similares que buscaban distinguir a vecinos, referentes y colectivos de Saavedra, a propósito del 150° aniversario del barrio.
El proyecto está aún en comisión y propone reconocerlo “por su trayectoria” en el campo de los Derechos Humanos. En los considerandos, se hace un repaso de las acciones de Pascual: resistencia a la dictadura de Lanusse; albergar en su vivienda de Boulogne a compañeros durante la Dictadura de 1976; confección de la obra “Poemas, Relatos e Imágenes de la Memoria” en 1996, junto con Osvaldo Bayer, Víctor Heredia, Hamlet Lima Quintana y Taty Almeida; fundación del Centro Cultural Culturactiva y la Agrupación Entrepueblo y la Mesa Política y Social de la Comuna 12, de la que surgió la Mesa por la Memoria y los Derechos Humanos.
En este colectivo, Pascual Spinelli participó de las tareas mencionadas anteriormente como “espacios por la memoria” en los cuatro barrios de la Comuna 12.