El virus del dengue y zika se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, insecto que se cría en zonas urbanas en aguas estancadas y limpias). Como prevenir estas enfermedades a través del ordenamiento ambiental.
(EBVP) Tanto el virus del dengue como del zika es trasmitido por el mosquito Aedes aegypti. Entre los meses de mayo y septiembre es el período cuando al mosquito no se lo ve porque está en su estado de vida latente en nidos y criaderos, en forma de huevo, resistente a sequías (puede sobrevivir hasta dos años) y bajas temperaturas (hasta 10 grados bajo cero).
En el año 2005 nuestro medio entrevistó a un equipo de investigadores integrado por Sandra Gómez, bióloga y docente, Héctor Schillaci, trabajador social, y Eduardo Marcos del Instituto Pasteur que realizaron un estudio de campo en Villa Pueyrredón.
Los conceptos vertidos por los integrantes de ese equipo interdisciplinario sirve para poner blanco sobre negro acerca de lo que hay que hacer para el control del vector del virus del dengue, tanto como del zika.
Para que existan estas enfermedades se deben dar ciertos factores: el huésped (hombre), el vector (o sea, el mosquito propiamente dicho), y el dengue o zika (el virus). La idea es erradicar toda posibilidad de reproducción de dicho insecto transmisor, ya que el virus no está dando vueltas por la calle.
El mosquito aedes aegypti tiene la particularidad de vivir en áreas urbanas y su hembra coloca los huevos en lugares que contienen agua estancada y limpia, como por ejemplo: tachos, baldes, latas, frascos, botellas, platos debajo de macetas, floreros, gomas de auto, entre otros.
El período clave de reproducción de este insecto es entre los meses de mayo a septiembre, y es justamente ahí cuando no se lo ve porque está en su forma juvenil en nidos y criaderos. En ese periodo debe ordenarse los hogares para que en octubre y noviembre no aparezca el mosquito en el ambiente.
La única posibilidad que se tiene para prevenir la enfermedad es disminuir al máximo la cantidad de estos insectos atacando a sus larvas.
La bióloga Sandra Gómez explicó a nuestro medio – en la nota realizada en julio de 2005 – que la hembra coloca sus huevos en lugares que contienen agua (criaderos artificiales) y es común encontrarlos en sitios con vegetación y casas con fondo. Y también en recipientes en los interiores de las casas.
Una hembra de esta especie vive aproximadamente un mes y pone 300 huevos. Hay un período clave (comprendido por los meses de julio, agosto y septiembre) en donde el insecto no se ve porque está en su forma latente en los nidos y criaderos. La idea es que las casas se limpien durante el invierno para que en octubre y noviembre no tengamos al mosquito presente.
Las medidas preventivas a tomar básicamente se basan en no dejar que se acumule agua en los recipientes nombrados, y para eso se sugiere:
– Dar vuelta (poner boca a bajo) los recipientes que no estén en uso.
– Tapar herméticamente el agua de floreros y bebederos de animales.
– Cepillar los bordes e interiores de los recipientes.
– En los floreros tratar de cambiar el agua por arena húmeda.
– Eliminar aquellos recipientes que no sean útiles.
– Colocar bajo techo los recipientes útiles mientras no estén en uso.
El virus del zika suele generar fiebre leve, sarpullidos, conjuntivitis y dolores musculares, además conlleva el riesgo de malformaciones congénitas en embarazadas que contraigan la infección durante el primer o segundo trimestre de gestación.
Según los especialistas la tasa de mortalidad del zika es casi nula y solo le da una vez a cada persona porque solo hay un serotipo conocido.
Por su parte el virus del dengue produce fiebre alta que se inicia de forma repentina y se acompaña de dolor de cabeza intenso, dolor alrededor de los ojos y detrás de los globos oculares, cansancio y dolor en músculos y articulaciones.
En cuanto a la tasa de mortalidad de este virus, se estima que es del 1 %, pero en el caso del dengue hemorrágico sube al 2,5 %. A diferencia del zika, el dengue tiene recaídas porque hay cuatro tipos de este virus.