Barriada Cultural, espacio social, artístico y político, vive un momento pleno de talleres y jornadas temáticas. El 12 de julio reunió a la comunidad del barrio para festejar sus tres años y celebrar la construcción colectiva.
Por Juan Manuel Castro
“Vivimos este aniversario con unas ganas muy potentes de encontrarnos”, celebran integrantes de La Barriada Cultural, el espacio social, artístico y político de Villa Pueyrredón cuya sede en José Gervasio Artigas 5701 cumplió tres años. La noche del 12 de julio hubo música en vivo y brindis, toda una “celebración del pueblo”. A la vez, continúan consolidándose los talleres y noches temáticas del lugar.
“En los tiempos tan complejos y difíciles que estamos atravesando, vivimos esto con mucha alegría. El tercer aniversario nos pareció la excusa perfecta para festejar la alegría de tenernos, de estar en esta esquina con una propuesta cultural diversa que llega a los vecinos, a los artistas, que la gente se sienta parte de Barriada”, señala Érica Vita, integrante de La Barriada.
“Es el mayor desafío que tenemos hoy: no dejarnos doblegar ante todo lo que está pasando, que no entre la tristeza y tome las riendas de lo que hacemos cotidianamente”, reconoce la referente local y brega por profundizar la construcción colectiva.
“Sentimos una enorme satisfacción cuando vemos que cada taller, cada actividad, cada propuesta invita a la gente a acercarse. En cada iniciativa está la esencia de Barriada y nos enorgullece sentir la respuesta inmediata en el barrio; es en eso en lo que queremos trabajar”, agrega.
Barriada celebra tres años con sede propia, pero es mucho más que un techo: es una idea y una gestión que está en el barrio desde hace tiempo. Primero hubo un grupo activo de vecinos, militantes políticos de Peronismo X la Ciudad y artistas locales que empezaron a reunirse y a gestar actividades o acompañar iniciativas comunitarias, tanto en el barrio como en sus alrededores. Desde homenajes por el Día de la Memoria hasta eventos con las fuerzas vivas locales.
El proyecto de Barriada se consolidó en Villa Pueyrredón y, más cerca en el tiempo, sus impulsores abrieron las puertas de “la esquina más linda” del barrio, en Artigas y Escobar. Un lugar para encontrar “un sentido de pertenencia, de ayuda, de cultura, de militancia y de amor”, tal como destacan en el espacio artístico.
El inmueble, que antaño había alojado una casa de cotillón y después había estado tantísimo tiempo con las persianas bajas, renació como un lugar de encuentro cotidiano, un espacio para dar lugar a los sueños colectivos.
Por un lado, los impulsores de Barriada siempre mantuvieron un vínculo fluido con las fuerzas y expresiones locales. Ejemplo de ello es haberse sumado y ser parte de las juntadas en la Plaza de la Estación convocadas por la Unidad Barrial Villa Pueyrredón, jornadas que agrupan a feriantes, emprendedores, artesanos, artistas y vecinos.
Por otro lado, en el centro cultural desde sus inicios se realizan talleres y juntadas artísticas. Con gran nivel de convocatoria y apelando a la renovación constante, las actividades apuntan a todos los públicos.
“Desde que levantamos las persianas de Barriada, todas las propuestas que tenemos apuntan a poder sostener —dentro de la volatilidad de los contextos— nuestra idea madre: democratizar la cultura, que el acceso a la cultura sea de todos los vecinos y vecinas, que los artistas tengan espacios para expresarse”, señala Érica.
Hoy en Barriada hay talleres estables como yoga y meditación, ajedrez, tarot y ritmos latinoamericanos. El primer sábado de cada mes se celebra la milonga Una emoción, a la gorra y con sorteos, con la propuesta de Marisa y Ramón. El segundo sábado del mes se hacen las Juntadas Culturales con música en vivo y distintas propuestas artísticas.
Se sumó recientemente Barriada Gastronómica, una noche temática en la que se sirve un menú por pasos con sabores de distintas regiones del país. En paralelo, hay música o intervenciones artísticas con los sonidos y texturas de aquellos paisajes argentinos.
Otra propuesta clásica que continúa es la Jam de música en vivo. “Cada mes un género distinto, cada mes una experiencia única”, destacan y agregan: “Podés traer tu instrumento y sumarte a la Jam, o solo venir a escuchar la más maravillosa música”.
Este es el panorama cotidiano o la planificación mensual. Para el aniversario, hubo una pausa planificada y se vivió una noche especial, la del sábado 12 de julio, en la cual la esquina de Villa Pueyrredón se acondicionó para recibir a vecinos, artistas, militantes, gente que estuvo en los comienzos, gente que se incorporó más tarde, e incluso también se pensó en la gente que está por venir. “Nos pone felices hacer eventos así; siempre hay una oportunidad para que se sigan sumando”, destaca Érica.
“Con la idea de encontrarnos y festejar que existimos y acá estamos”, resaltó y destacó varias de las presencias de la jornada: “Nos dimos el lujo de traer gente que queremos y que está cerca. Convocamos a los amigos de Gajito de Malvón, quienes una o dos veces al año están presentes acá. También tocó Agua de Luna, un cuarteto de chicas donde una es la profe de canto que enseñó en Barriada”.
“Cerramos con La Soberana Cumbia; fue un fiestón. Ellos venían por primera vez a Barriada. Nos pareció importante que, en una fiesta popular, sonara cumbia. Tomás, uno de los músicos, había tocado antes acá y se había enganchado con la propuesta. Vale Zabala también compartió algunos textos de resistencia de política argentina. Al estar dentro de una agrupación política, nos pareció atinado dejar expuesto quiénes somos también desde esa perspectiva”, agregó.
En medio de las incertidumbres y adversidades, Barriada Cultural de Villa Pueyrredón resiste a fuerza de energía comunitaria y, como dicen sus referentes, con “ganas muy potentes de encontrarnos”.
