Desde 1920 la biblioteca popular de Villa Pueyrredón se mantiene en pie para inundar de lectura, escritura y cultura nuestro barrio, la Comuna 12 y la Ciudad. Sus diversas actividades y capacitaciones para todas las edades hacen de este espacio artístico y literario un lugar inclusivo y solidario. Entrevista a Alicia Leonor Castro, presidenta de la institución centenaria.
Por Agustina Cavalanti
Según la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), las bibliotecas populares son asociaciones civiles creadas por iniciativa comunitaria, para brindar servicios y espacios de consulta, expresión y desarrollo de actividades culturales, de la lectura y del libro en forma amplia, libre y pluralista.
Hace 101 años se fundó en Villa Pueyrredón la Asociación Vecinal de Fomento y Biblioteca Popular Pueyrredón Sud, en calle Bolivia al 4800. Desde ese momento la institución incentiva el encuentro con la comunidad, fomenta la cultura, la integración y la participación de lxs ciudadanxs a través de la lectura y la realización de diversos cursos y talleres artísticos.
Un espacio patrimonial que le da identidad a Villa Pueyrredón, que ha logrado surfear crisis económicas, sociales y sanitarias para mantenerse en pie por lxs vecinxs y para lxs vecinxs. Aún en pandemia por Covid-19 la biblioteca popular se conservó activa.
“Cuando comenzó la pandemia y se decretó el aislamiento comenzamos a trabajar a puertas cerradas porque en una biblioteca siempre hay mucho trabajo. A partir de septiembre de 2020 empezamos a utilizar la modalidad take away, con turnos previos” cuenta Alicia Leonor Castro, presidenta de la institución.
“La gente de a poco se fue acercando – señala Alicia – hasta que a mediados de agosto de 2021 abrimos con todos los recaudos necesarios: tenemos sanitizador, compramos termómetro y un dispenser para alcohol en gel. Abrimos de lunes a viernes de 9 a 18 horas y, por ahora, pueden entrar dos personas nada más”
Además relata que, si bien recibieron aportes subsidiarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), han perdido muchxs socixs.
“En este tiempo nosotros recibimos del Gobierno de la Ciudad un subsidio mensual y con ese dinero sostenemos lxs empleadxs y los servicios. También recibimos una ayuda de la CONABIP para los gastos de recursos y para poder comprar elementos de protección: colocamos placas divisorias en el escritorio principal y con las sobrantes, vamos a hacer pequeñas parcelaciones para el dictado de los cursos. Pedimos a lxs vecinxs que se animen a volver de a poco”, enfatiza Alicia.
En la biblioteca popular de Villa Pueyrredón se dictan talleres de idioma italiano, francés, inglés y, este año, quizás incorporen portugués. También brindan dibujo y pintura para adultxs y niñxs; tejido al crochet, muñequería, corte y confección de alta costura, fotografía con literatura y cursos de escritura y literatura.
“Posiblemente se incorpore violín que es un proyecto que tenemos también. No podemos brindar una fecha exacta de la apertura total de los cursos, pero sí vamos a ir sumando de a poco algunos con un aforo del 50 por ciento, con la biblioteca aireada y todos los elementos de higiene que se requiere en esta situación”, asegura Alicia, y aclara que pedirán como requisito para realizar los cursos la presentación del carnet que certifique la vacunación contra el Covid-19. “Las personas que no estén vacunadas no podrán realizarlos”, explica la presidenta.
Para cerrar, Alicia Leonor Castro recuerda a la querida Rosa Marafioti, escritora y ex presidenta de la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud que falleció recientemente y dejó un legado fundamental: un espacio solidario e inclusivo que continúa fomentando la escritura, literatura y la cultura en el barrio y la Ciudad.
“Rosa Marafioti fue un eslabón fundamental para la biblioteca. En el año 2008 comenzamos a trabajar en la institución que estaba por desaparecer, tenía miles de deudas, no venía nadie, no había cursos, se abría de 17 a 20 horas nada más. Rosa impulsó muchas actividades y la biblioteca empezó a salir adelante” expresa Alicia.
“Con la ayuda de mucha gente – recuerda Alicia – estuvimos juntxs para sacarla adelante. Rosa estuvo desde el 2009 al 2013 como presidenta de la institución, en ese lapso escribió libros, hizo presentaciones, fue una persona realmente maravillosa que siempre va a estar en nuestro corazón. Hoy la biblioteca está de pie gracias a ella”.
Y pide a la comunidad de Villa Pueyrredón que no lxs abandonen: “Queremos que este lugar esté lleno de gente, que lxs vecinos se acerquen, que nos acompañen, es una institución centenaria del barrio. No pudimos festejar los 100 años, apenas se pueda lo vamos a hacer, porque la Biblioteca se lo merece”.