Desde la Unión de Trabajadores de la Educación reclaman al Gobierno de la Ciudad que los bolsones alcancen a la matrícula completa de todas las escuelas porteñas. Además, denuncian falta de elementos de protección e higiene para lxs trabajadorxs que los entregan. Entrevista al docente Daniel Arroyo, referente de UTE por el distrito escolar 16.
Por Agustina Cavalanti
Hace un poco más de una semana, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reemplazó el pebete de jamón que recibían diariamente lxs niñxs en las escuelas por una canasta escolar alimentaria quincenal. Desde que se inició la suspensión de clases la gestión porteña tardó dos semanas en implementar la entrega del bolsón de alimentos. Es decir, el Gobierno de la Ciudad propició durante la cuarentena obligatoria que las familias tengan que desplazarse todos los días para ir a retirar el sándwich.
“Los primeros 15 días se concedieron refrigerios reforzados que, en realidad, era un pequeño pebete con una feta de jamón, una barrita de cereal y alguna fruta. Y no se cumplieron los protocolos de prevención vigentes porque se generaron largas filas de gente”, contó Daniel Arroyo, docente de nivel primario y referente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) por el distrito 16.
Finalmente, después de muchos reclamos, el gremio docente logró que a partir del miércoles 1 de abril se realicen las entregas de bolsones. En este sentido, el ministro de Salud porteño Fernán Quirós, había anunciado que garantizaría el servicio alimentario para 300.000 estudiantes de la Ciudad. “El objetivo es cuidar a las familias y a la comunidad educativa. Vamos a estar entregando 1.776.000 raciones de desayuno, más 1.134.000 almuerzos y 602.000 refrigerios”.
Pero el acceso a los alimentos fue sólo un “privilegio” para pocos. La Canasta Escolar Nutritiva la recibieron sólo quienes poseían becas de comedor. Es decir, no alcanzó a todxs lxs niñxs, ni siquiera a las familias que en época de cuarentena se quedaron sin ingresos.
“El Gobierno sólo abarcó a lxs los alumnxs becados y no contempló al resto de lxs chicxs de la escuela. Desde UTE reclamamos fuertemente la universalización de los bolsones de alimentos. Que sean todxs los niñxs los que tengan posibilidades de acceder. Si hay 150 niñxs de matrícula en una escuela se tienen que recibir 150 bolsones”, aseveró Daniel Arroyo.
Limitadxs a realizar medidas de acción concretas, desde la Unión de Trabajadores de la Educación, en articulación con la comunidad educativa como la Multisectorial por la Educación Pública, denunciaron públicamente al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta e hicieron visible “una vez más que el Gobierno de la Ciudad deja de manifiesto qué es para ellxs la infancia y qué valor tienen nuestrxs niñxs”.
Según el comunicado difundido por la Multisectorial por la Educación Pública, la entrega de mercadería fue menor de la que se necesitaba; no llegó en tiempo y forma y, en muchas escuelas, no hubo condiciones óptimas de salubridad.
“Se entregaron alimentos a 305.000 estudiantes: 120.000 cajas de almuerzo (14 alimentos); 100.000 cajas de desayuno (4 alimentos); y 85.000 cajas de refrigerio (igual al desayuno más fruta). Era requisito excluyente poseer la beca comedor, aun así a muchas escuelas se les asignó una cantidad menor a la de becados. Cabe suponer que nuevamente se especuló con el promedio de ausentismo a la hora de calcular las unidades de entrega”, informó.
En este sentido, Daniel Arroyo agregó que se calcularon raciones de alimentos sólo para diez días. “Aparentemente para el Gobierno nuestrxs estudiantes los fines de semana no comen. Simplemente entregan esta escasa canasta que contempla sólo los días que hay escuela, no estando a la altura de las circunstancias que estamos atravesando y las necesidades de las familias y lxs niñxs. Además, hubo escuelas donde los bolsones llegaron tarde, lo que nuevamente llevó a la situación de larguísimas filas y aglomeraciones de personas”.
Asimismo revelaron que, durante la primera entrega de la canasta escolar alimentaria, faltaron elementos de protección e higiene como guantes, cofias y barbijos para todo el personal que debe manipular y entregar los alimentos. “Es importante tener en cuenta que para realizar todo este procedimiento lxs directivxs y docentes, como el personal que está realizando la entrega de estos bolsones deben contar los elementos de protección e higiene necesarios”.
De este modo, en consonancia con el comunicado de la Multisectorial por la Educación Pública, para la próxima distribución de la canasta escolar nutritiva, la comunidad educativa exige (entre otros puntos) que el Gobierno de la Ciudad provea de los tres refuerzos alimentarios (almuerzo, desayuno y refrigerio) a la totalidad de la matrícula de todos los establecimientos educativos.
También, reclama que se duplique la composición del bolsón: más frutas, verduras y leche, también yogur, y productos higiénicos tales como jabón y alcohol en gel; y “que se designen puntos estratégicos de retiro de la Canasta Nutricional Alimenticia para grandes núcleos habitacionales, con el acuerdo previo de las comunidades educativas y comunerxs de dichos barrios que conocen sus realidades territoriales, para evitar traslados y aglomeraciones”.
“Además de exigir que mejore la calidad y la cantidad de alimentos, reclamamos que se implemente la logística apropiada para evitar aglomeraciones de personas y poder contemplar qué sucede con aquellas familias que tienen que trasladarse como las familias que viven en provincia”, expresó Daniel Arroyo.