Carta abierta al Jefe de Gobierno:
Sobre sus facultades de poder
dictar nuestra sentencia a muerte

Carta abierta de Daniel Bagnoli* al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta,

Señor Horacio Rodríguez Larreta

bujinkan illa pueyrredón

Me dirijo a usted públicamente, para expresarle mi total repudio a su proceder, tan obstinado como autoritario, por concretar una obra pública millonaria, innecesaria y tan nociva para toda nuestra comunidad.

Somos testigos, con mucha angustia, bronca e impotencia que Usted ha dado comienzo a la construcción de “SU TÚNEL” sobre la ex Av. Del Tejar (hoy Av. Balbín) haciendo oídos sordos, a la voz de todo un barrio, que desde hace años, no sólo alerta las graves consecuencias que traerá el mismo, sino además, de la destrucción irreparable de nuestro Centro Cívico. El corazón mismo, del querido barrio de Saavedra.

Y por tal motivo, no tenga dudas, que a partir de la fecha Usted quedará también para siempre en la memoria colectiva de los que nacimos, crecimos y amamos a éste, nuestro lugar, como aquél nefasto y oscuro Intendente que: por mediocridad intelectual, o por algún interés inconfesable, un día decidió imponer autoritariamente su voluntad, a pala de topadoras, haciendo desaparecer el sitio más preciado de nuestra identidad barrial, sin sentido alguno.

Y le voy a ser más sincero aún, porque jamás imagine que nuestro barrio y su gente podía volver a sufrir la misma violencia y prepotencia, con que nos supo castigar la última dictadura militar, con la intervención en la zona de aquél otro, tristemente célebre, Intendente Osvaldo Cacciatore.

Él también, un día desembarco, como por asalto al barrio, con un ejército de máquinas demoledoras – tal como hoy lo hace usted – para destruir parte del barrio, e insólitamente también, en nombre del “progreso” y el “bienestar del conjunto”. Así, aquel par suyo, arrasó trágicamente centenares de viviendas, sepultando en escombros las historias de vida, de cientos de miles de familias… para nada.

Y observe que paradojal, porque aquel siniestro personaje, como hoy bien lo encarna usted, sostenía esa, su misma y defectuosa escala de valores, donde: “el automóvil merece vivir mejor, que todos nosotros”

En aquel entonces, los urbanistas más destacados del mundo, alertaban del impacto negativo (por experiencia) que constituía la construcción de las llamadas “Autopistas de penetración” a las grandes urbes, pues nada le importó, al entonces Brigadier y a su séquito.

Tal parece un lamentable calco, de lo que nos ocurre hoy. Donde en el actual plano internacional, tanto la ingeniería civil a gran escala, como los más destacados planificadores urbanos, alientan la construcción de viaductos para poder elevar las trazas ferroviarias (como lo están ejecutando en México, Perú, Chile, China, etc) lo que pone de manifiesto el anacronismo y la mala inversión que significa la construcción de túneles, en pasos aislados, como una solución seria y real del problema que nos aqueja.

Dicho en otras palabras, sus túneles son, como reza el dicho “pan para hoy y hambre para mañana”. Con la salvedad, que para nosotros que éste “Su Túnel” agrava las posibilidades de volver a sufrir más fatalidades!

A esta altura, de estas penosas similitudes, cabe que nos preguntemos: ¿Qué diferencia hay entonces, entre “ese de facto Brigadier” y “este democrático Horacio”?

Porque aunque Usted siga, actuando cínicamente de simpático y macanudo para las cámaras, muchos de nosotros sabemos que miente o que no comunica con la verdad (que para el caso, es lo mismo) Porque, no me cabe la menor duda, que usted es consiente y sabe perfectamente que este nefasto emprendimiento no constituye: ni el progreso, ni el bien común, ni la solución a nada de lo pregona, sino todo lo contrario.

Que sumado, a su proceder de atropellado autoritarismo y despreciando, la voluntad de los que aquí habitamos, como si fuésemos simplemente “un ruido molesto de crónicos inconformes” eleva la situación, a un grado tan repudiable como imperdonable, por tratarse de un mandatario de nuestra democracia, que nos ataca!

Deje un poco de lado su patético histrionismo Sr Larreta y hablemos claro…ya que es de un elemental razonamiento que la auténtica y única solución al tema, que además se precie de ser un progreso y que impacte como un beneficio cierto y cualitativo en la calidad de vida de los porteños, no era desperdiciar tantos años en hacer marketing y malgastar tantos miles de millones de pesos, para construir tan solo algunos escasos pasos a desnivel, salpicados cada 10 o 20 cuadras…Sino, por consiguiente era haber elevado las vías del tren, en base a la construcción de un viaducto, que emplazado sobre su actual traza, hubiese permitido alcanzar la solución definitiva del problema.

Me entiende Sr. Larreta. Usted tendría que haber direccionado su malentonado ímpetu y nuestros cuantiosos recursos, en haber elevado la traza ferroviaria con la construcción de un simple viaducto, lo que hubiese permitido definitivamente liberar la totalidad de la trama urbana, con todos los beneficios que ello hubiese implicado.

Imagínese – si puede- : cero barreras, la desaparición del paisaje urbano de todo el terraplén ferroviario, eliminando por completo el peligro y el foco insalubre/infeccioso – criaderos de ratas, basurales, etc – que en ellos se constituyen.

Sume además, la ganancia de haber podido incorporar todas esas “nuevas tierras” al uso público, o equipamiento comunitario, con posibilidades ciertas de aumentar los m2 por habitante de los espacios verdes, etc.

Pero fundamentalmente, hubiésemos obtenido la perspectiva de poder duplicar operativamente la frecuencia del tren, alentando sinceramente su uso cotidiano.

Por citar solo un ejemplo Sr. Larreta, si usted hubiese prolongando las cotas que ya tenemos en altura, uniendo la estación 3 de Febrero hasta la estación Bme. Mitre, nos hubiésemos evitado la improvisación de obras estúpidas y el drama al que hoy usted nos sentencia .

Pero NO! Usted pretende seguir “vendiéndonos”, como a tontos, “Gato por Liebre”.
Sr. Larreta, si los ingleses decidieron y pudieron elevar con un viaducto las vías del tren, en Palermo (Pacífico) allá por 1915, suena muy inverosímil creerle a Usted, que 100 años después, no lo hubiese podido concretar.

En fin, para que seguir cargándolo de palabras.

Por último

Sr. Larreta, usted bien sabe que los vecinos, junto a sus instituciones y organizaciones intermedias del barrio de Saavedra, se manifestaron unánimemente, EN CONTRA de este proyecto, ya en la Audiencia Pública que fuera convocada a tal efecto.

Pero no obstante, tal si fuese “aquel uniformado”, no hizo caso alguno a nuestra voluntad y siguió empecinadamente con construir “SU TÚNEL”.

Además, Usted en dos oportunidades arremetió contra la comunidad de Saavedra tratando de comenzar arteramente esta obra, obligando a los vecinos, como quien se tiene que defender de un agresor desconocido, a solicitar el amparo de la Justicia.

Que por cierto dio la razón, dadas las consecuencias nefastas, sustentadas técnicamente, que seguramente tendremos que sufrir a partir de este FOSO de más de 400 metros que va a estar sumergido en una zona de “napas freáticas superficiales” con el lacerante antecedente de haber sufrido aquellas INUNDACIONES FATALES (que aunque Usted nunca se hizo cargo, ni mucho menos se apeno públicamente, en ellas encontraron la muerte seis de nuestros vecinos)

Y después de tanto, (desde 2014) resulta que esos mismos criterios, técnicos y aquellos urgidos de la experiencia y el sentido común, pasaron a las manos, de una “justicia tan complaciente” para con usted, que sin vergüenza alguna, le dio la libertad de poder concretar el caprichoso desastre de hacer “Su Túnel” en Saavedra!

Por último sólo me resta decirle a usted, Sr. Larreta, por ser el verdugo responsable, a los funcionarios de su gobierno y a todos aquellos actores que hacen a la política en la Ciudad, que con su silencio cómplice desprecian de igual manera nuestra la voluntad, que:

Allí, donde por generaciones miles y miles de vecinos nos reuníamos para festejar cada aniversario de la fundación de nuestro querido barrio de Saavedra (27/4/1873), donde solía irrumpir la Banda del Regimiento I de Patricios para rendirle honores a nuestro prócer o donde las delegaciones escolares y deportivas formaban con sus banderas de ceremonia y se emocionaban, junto a las familias, con ese orgullo de pertenencia.

Allí donde las instituciones y organizaciones del barrio convocaban masivamente a la participación vecinal, donde los escenarios improvisados le daban lugar a coros, a danzas folclóricas o a todos aquellos talentos y valores que bien merecen el reconocimiento de sus propios.

Allí donde también supimos hacer desfilar carrozas, construidas con nuestras propias manos y los históricos murgones danzaban, cada febrero… donde los pibes corrían por diversión o se ganaban una bicicleta, que los comercios sorteaban entre los presentes, festejando su día.

Allí, donde se solían armar enormes mangrullos solidarios, para repartir un chocolate caliente a la concurrencia o se desarrollaban las memorables y grandes ferias de la Comunidad en Acción.

Allí, donde alguna vez emplazamos, por primera vez el Emblema de Saavedra, o se improvisaban misas alusivas, exhibiciones especiales o se auto convocaban los vecinos a debatir libremente.

Allí, en ese mismo lugar, donde nuestro vecino ilustre, el entrañable Roberto “Polaco” Goyeneche, de marrón y blanco, le supo contar a éste, el barrio de sus amores, de aquel “naranjo en flor”.

En el mismo, donde atesorábamos nuestros más preciados valores de identidad, donde vivía, la vida misma del Barrio de Saavedra.

Allí, un día de 2016, apareció un tal Larreta, que jactándose de grosera impunidad y sin sano juicio, supo sentenciarnos a muerte.
Por lo que puede dar por seguro, que usted no sólo será recordado para siempre por nosotros y por todos los nuestros a futuro, como un personaje siniestro que supo ser el mentor y máximo responsable de este desgraciado acontecimiento.

Lo saludo, sin respeto alguno, como merece.

Daniel Bagnoli

*| Ex director del Centro de Gestión y Participación N° 12 y militante social de larga trayectoria en Saavedra a través del Centro para la Acción Solidaria 


PD: Le pido como una última voluntad de mi parte, que nos ahorre esa parodia insultante, a la que nos tiene acostumbrados, para que “juntos” compulsemos por el nombre de algún famoso, para denominar el nuevo sitio y que de paso le sea servil a su fantochada (tal como se atrevió a hacerlo, lamentablemente, con la memoria de nuestro querido “Flaco” Spinetta)

Por lo que le propongo, aprovechando su valentía, que como una única excepción, esta siniestra y aberrante obra ostente para siempre el nombre y apellido de su impulsor.

Así, de esta manera, EL TÚNEL “HORACIO RODRIGUEZ LARRETA” lucirá, por siempre, en toda su esplendorosa miserabilidad.

Incluso nos garantizaríamos de esta forma, que tanto usted mismo, o cualquiera de su familia, hijos, parientes, etc, cuando alguna vez pasen por aquí, se vean reflejados en el espanto y tal vez se avergüencen de su paso por la gestión pública.

Noviembre 2016, Ciudad PROcaz (ex Buenos Aires)

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