Avances y pronóstico en la causa de dolores por espionaje y extorsión
El 9 de diciembre, el falso abogado tiene que presentarse a declarar y aportar datos y pruebas para que pueda ser considerado “colaborador”. Una extraña carta y los vínculos que el juez ya considera probados. Defensa técnica del fiscal con 9 meses de hándicap pero que difícilmente convenza a Ramos Padilla.
Por Gabriel Morini
Caso D´Alessio: Arrepentido “bomba” y la tesis de Stornelli.
Al cierre de esta nota, el falso abogado Marcelo D´Alessio había pedido una nueva postergación de su declaración como “arrepentido” ante la fiscalía federal de Dolores. Cuando había anticipado a través de su defensa que pretendía dar detalles reveladores para mejorar su situación en la causa por espionaje y extorsión que salpicó a la justicia y a la política, difirió esa presentación 15 días para “prepararla”. ¿Significaba esto que en realidad lo que hizo fue enviar un mensaje y tomarse el tiempo para negociar una mejor salida para él?.
Esa sospecha no solo atraviesa ámbitos judiciales, sino además llega al despacho del juez Alejo Ramos Padilla que viene sosteniendo la investigación con viento en contra de sectores poderosos que hubiesen preferido sepultarla. El magistrado es un descreído de la Ley del Arrepentido, que varios frutos rindió a Cambiemos como metodología para alimentar causas y cuyo pico máximo fue la de los “cuadernos” donde el criterio se puso tan laxo como inexplicable para quienes declaraban alguna cosa, por más alejada de la realidad que estuviese.
Primero D´Alessio debería aportar material y pruebas (especialmente) que apuntalen y robustezcan la investigación, convencer al fiscal y por último al juez para que homologue el acuerdo. Se sabrá el 9 de diciembre, nueva fecha prevista.
Quien sí concurrió a declarar como imputado – finalmente – fue el fiscal federal Carlos Stornelli con una muy estudiada defensa, que no alcanzó a convencer al juez. Desde el 27 de febrero, Ramos Padilla afila un procesamiento para Stornelli cuya suerte tuvo sobrevida pero que enfrenta un panorama impredecible. Por las dudas, hubo mensaje hacia la política, en clave de bandera blanca: en febrero, cumplirá 60 años y aspira a llegar a la meta de una jubilación.
El problema no es la causa penal que todavía tiene un recorrido en distintas instancias, sino el proceso sancionatorio en la Procuración General lo que lo inquieta. Un dictamen del Comité Evaluador decidió por mayoría que su rebeldía de casi nueve meses ameritaba habilitar la instancia de juicio político.
Ese documento permaneció bajo siete llaves, precisamente para evitar sumar presión a la declaración de Stornelli, quien decidió recorrer los 200 kilómetros que lo separan de Dolores cuando supo que existía ese dictamen que deja incómodo al procurador interino Eduardo Casal. Todavía guardan en el cajón la suspensión del fiscal respecto a los 8 hechos que se le imputan en la trama D´Alessio.
El juez cree que tiene probada la maniobra a través de las conversaciones que logró extraer del celular del falso abogado. Stornelli apuntó a esa tesis, y buscó durante 11 horas de indagatoria atacar algunas certezas que tiene incluida la causa como por ejemplo la reunión en el balneario CR en Pinamar donde Stornelli aparece filmado junto a D´Alessio y el entonces intendente de Salta Gustavo Sáenz como circunstancial contertulio.
Dijo que el encuentro nunca duró 4 horas porque de acuerdo a cruces de llamados, impactos de antenas y geolocalización de los teléfonos el encuentro no pudo durar más de 40 minutos. También agregó tramos más difíciles de argumentar, como que estando de vacaciones es frecuente que se ubique en un lugar y que entable conversaciones con conocidos o desconocidos, incluido café de por medio.
Sí le echó una palada de tierra al procesado periodista Daniel Santoro. Así conoció a D´Alessio: “Me fue introducido por el periodista Daniel Santoro a quien conozco y respeto por su vasta trayectoria periodística desde hace más de un cuarto de siglo, por teléfono, pidiéndome que reciba a una persona que tenía información sobre ENARSA y cuestiones relativas al gas licuado, describiéndola al efecto como una persona de su confianza, que era su fuente, que nunca le había fallado y creo recordar que me dijo que le había hecho una entrevista en un libro”.
“A partir de ese día y aprovechando el contacto, dado que (lo que ahora entiendo un error) habíamos intercambiado teléfonos, comenzó a enviarme mensajes cordiales que básicamente consistían en cadenas, fotos de ‘operativos’, comentarios triviales de interés general, muchos de las cuales eran lo que se llaman virales o reenviados. No recuerdo con exactitud su contenido dado que son cosas que voy borrando sistemáticamente”, justificó Stornelli la cantidad de intercambios que tenía con D´Alessio.
“No reconozco ni valido los mensajes y/o conversaciones técnicamente obtenidas del equipo celular – o equipos celulares o informáticos – de D´Alessio. No me consta que sean ciertos, muchos de ellos sencillamente no los recuerdo, otros me resultan extraños y algunos pocos, y solo en sus generalidades, puedo recordar y reconocer que hayan existido entre él y mi persona”, deslizó en su estrategia defensiva.
Y apuntó hacia los querellantes, entre ellos Pedro Etchebest, el productor agropecuario que inició la denuncia en Dolores y a quien Stornelli vincula con D´Alessio como parte de la maniobra.
“Demuestra el grado de connivencia con el que ambos, supuesto “extorsionador” y “extorsionado”, actuaron, incluso grabando y filmando arteramente y por fuera del contexto real”, dijo Stornelli en su indagatoria, contra atacando la acusación. Todo con el supuesto objetivo de hacer naufragar la causa “cuadernos”. Es la parte que ofrece más flancos débiles del argumento de por qué se habría gestado la denuncia por extorsión que cuenta con múltiples ejemplos del accionar del falso abogado y por el que ya fue procesado por el juez y avalado por la Cámara Federal de Mar del Plata.
Desde Buenos Aires, la causa también es mirada desde las altas esferas del Poder Judicial. La Corte Suprema no solo dotó de más personal y contratos al juez para que pueda avanzar en el inicio de la investigación, cuando todo Cambiemos apostaba su presión a detener el curso de la pesquisa, mostrándose más involucrado de lo que en realidad aparece en el expediente. Pero también hubo mensajes dirigidos a Dolores desde los más elevados estratos.
“Que no se enamore de la herramienta”. La metáfora aludió a que la causa por espionaje no puede convertirse en una mega investigación que apunte a desarticular los mitológicos lazos entre la justicia, el espionaje y el periodismo para “operar” a cara descubierta. Eso haría caer la estructura de la AFI, dañaría con onda expansiva a Comodoro Py y repercutiría en el corazón del holding Clarín, el grupo empresario más gravitante de Latinoamérica con fachada periodística.
La de Dolores, no puede transformarse en una causa “antisistema”. Ese mensaje implica que el juez logre confirmar lo que tiene comprobado, ate los cabos faltantes y decida la elevación a juicio para que pueda juzgarse el accionar de los protagonistas conocidos.
Quizás como una de sus jugadas especulativas, elucubrada desde el Hospital Penitenciario de Ezeiza, donde se encuentra confinado, D´Alessio le envió una explosiva carta a Luis D´Elía, alojado en otro pabellón.
En esas líneas trazó lo que podría llegar a decir en su declaración como arrepentido, precisamente porque apunta hacia la administración de Mauricio Macri. El tema es cómo lo prueba. En ese texto, le propone “terminar por hundir a Macri y sus traidores”.
“Lamento que ahora, la ministra (Patricia) Bullrich haya señalado que casi no me conoce cuando no sólo le adelanté Itatí, los 2 mil kilos de cocaína de la Bobina, sino que para su desgracia aparecieron fotos mías coordinando el G 20 o entregando a Pérez Corradi”, sostuvo.
“Bullrich, (Elisa) Carrió, (Carlos) Stornelli, (Silvia) Majdalani (AFI), (Daniel) Angelici (AFI), Jaime (ex SIDE), Bogoliuk, (Daniel) Santoro. Son solo algunos de quienes no pueden escapar ni a mis pruebas, ni a mi memoria”, amenazó.
Esa misiva, extraña en su redacción, y pidiendo ponerse en contacto con “operadores judiciales” del albertismo, ¿es una estrategia para mejorar su situación o genuino interés en aportar para la causa? El personaje no alienta muchas expectativas.