Centro de Estudiantes Agustín Tosco: “Nosotres también tenemos voz”

Centro de Estudiantes Agustín Tosco
La participación de las y los jóvenes en los reclamos sociales es cada vez mayor. En diálogo con nuestro portal, Rocío Mena, integrante del Centro de Estudiantes de la Escuela Media Nº 2 Agustín Tosco de Villa Pueyrredón, comenta cómo se organizaron frente al “Ni una Menos”, la lucha por la despenalización del aborto y las “ausencias” en el padrón electoral.

Por Mateo Lazcano

Parte de los reclamos sociales más recientes en la Argentina tuvieron una característica común. Desde las calles, o desde las redes sociales, miles de jóvenes mostraron su adhesión y participación en ellas, en un hecho que cada vez es más usual encontrar y que revierte un relato instalado de una “juventud desinteresada” por lo que sucede a su alrededor. Esta presencia activa de adolescentes en las luchas sociales tiene distintos ejes de convocatoria. En el caso de Rocío Mena (17 años) es el Centro de Estudiantes Agustín Tosco de la Escuela Media N° 2 de Villa Pueyrredón, ubicada en Zamudio y José Cubas.

Los centros de estudiantes llevan décadas de existencia, pero han adquirido una mayor visibilidad en las últimas demandas sociales, logrando trascender cada escuela en particular y unirse en reclamos de toda la sociedad.

En este sentido, Ofelia Fernández en el Frente de Todos y “Manu” Begino por el Frente de Izquierda y los Trabajadores son exintegrantes de centros de estudiantes que se presentarán como candidatas a legisladoras porteñas en la próxima elección. Ofelia viene del Carlos Pellegrini y “Manu” de la Rodolfo Walsh de Villa Pueyrredón.

Centro de Estudiantes de la Tosco en Villa Pueyrredón

Rocío detalló a este periódico cómo fue la intervención del Centro de Estudiantes de la Tosco (CEAT) en cada uno de estos reclamos.
El principal y el más urgente, sin embargo, no precisó movilizarse a ninguna plaza, sino que mediante el “boca a boca”, o más bien el “celular a celular”, lograron alertar sobre las irregularidades en la conformación del padrón electoral de quienes con 16 y 17 años tendrán derecho a votar en las próximas elecciones.

La lucha fue contrarreloj, ya que el 29 de mayo vencía el plazo para realizar las modificaciones en el padrón provisorio. La conducción del Centro de Estudiantes de la “Tosco” intervino en cada curso donde había adolescentes dentro de la franja etaria mencionada, tanto del turno de la mañana como el de la tarde. Tuvieron que convencer a los que no habían realizado el chequeo de datos para que lo hicieran.

El relevamiento posterior – cuenta Rocío – indicó que en la escuela Agustín Tosco el 34% de las y los alumnos que tienen edad para poder votar no estaban inscriptos en el padrón. El Centro de Estudiantes confeccionó una lista con quienes no estaban en el padrón, para que completen la documentación llevándola luego a la Dirección Nacional Electoral. Esta acción se repitió en gran parte de la población más juvenil, y se logró posponer un mes la fecha límite.

“Creemos que es importante apuntar fuertemente al voto joven”, señala Rocío. Además, la estudiante agrega que “nosotres también tenemos voz para reclamar cuestiones políticas”. Con estas acciones los centros de estudiantes cada vez logran tener una mayor participación como articuladores en las demandas sociales y juveniles.

Otro reclamo que caracterizó al año 2018, y continuó este año, fueron las movilizaciones por la aprobación del proyecto de ley por la despenalización y legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. “La mayor parte de esta lucha fue encabezada por el movimiento estudiantil”, destaca Rocío. Sin embargo, en las reuniones de este año, el CEAT sorprendió con una postura distinta, votada por las y los alumnos, pero que muestra además el debate interno que existe en la propia organización.

“Se planteó que nos parece importante la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, pero no nos parece importante plantearla como tal en este momento”, afirma Rocío. Sin embargo, para evitar confusiones, aclara que “debemos hacer primero un enfoque sobre la necesidad de tener un Ministerio de Salud en Argentina”. Desde allí, dice Rocío, vendrán luego los anticonceptivos, la gratuidad y la seguridad de la

Interrupción Voluntaria del Embarazo

“Sin Ministerio de Salud, aunque el aborto sea permitido mediante Misoprostol, no podemos garantizar que sea gratuito ni seguro”, advierte Rocío.

Otro de los ejes de movilización en estos últimos años es la violencia machista, con la conformación del movimiento “Ni una Menos”. Cada 3 de junio, desde hace cuatro años, miles de mujeres se movilizan al Congreso para pedir medidas más efectivas para hacer frente a la violencia de género y los femicidios.

Este año las “pibas” del Centro de Estudiantes de la Agustín Tosco estuvieron presentes. “Se organizaron en forma autónoma las pibas, reclamando por la violencia machista que nos atormenta todos los días, desde el silbido en la calle hasta los asesinatos y fueron a la marcha con la bandera del CEAT”, destaca Rocío.

El año pasado, distintos integrantes de la escuela habían realizado un “semaforazo”, repudiando la creación de la UNICABA, porque “vulneraron nuestros derechos como parte de la comunidad educativa al no ser consultados”.

Además, en conjunto con el Centro de Estudiantes de la vecina Escuela Rodolfo Walsh (Argerich 5651), hicieron en 2018 dos “muraleadas” en el parque de la estación ferroviaria de Villa Pueyrredón.

El primero se dio en el 42º aniversario de la “Noche de los Lápices”. El segundo se realizó en rechazo a la “secundaria del futuro”, la Universidad docente porteña y el recorte presupuestario en la educación.

El Centro de estudiantes de la Tosco, recientemente, debió hacerle frente a la realidad que viven, sobre todo las mujeres, a la salida de la escuela. La denuncia del intento de secuestro de una estudiante luego de la clase de educación física provocó gran alerta. Ante esto, el CEAT optó por “dejar atentos y atentas a cada alumne”. Este hecho, y la mayor presencia de policías en el lugar, lograron que la situación se calme, señala Rocío.

Agustín Tosco Resiste

Entre los próximos reclamos del CEAT, impulsados por la organización Agustín Tosco Resiste, a cargo del Centro, están las “Jornadas por la Educación Sexual Integral”, el derecho a tener viandas y “reivindicar el derecho de toda persona a expresarse”.

El Centro de Estudiantes de la escuela de Villa Pueyrredón lleva siete años de actividad, y vio pasar a distintas generaciones de alumnos y alumnas. Además, en la sociedad, fue acompañando demandas históricas y otras recientes. Lo que no varió, afirman sus integrantes, es la vocación por participar y ser escuchados en sus demandas.

“Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable” es la frase que, afirman, más representa a sus acciones. La dijo “El Eternauta” y hoy ellos y ellas, la hacen bandera, cuerpo y palabra.

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