El pasado 22 de agosto, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó un proyecto que busca mantener viva la memoria de Roberto “El Polaco” Goyeneche, uno de los más grandes exponentes del tango, al cumplirse el 30 aniversario de su fallecimiento. Esta iniciativa, impulsada por el diputado Francisco Loupias, integrante del bloque UCR-Evolución, dispuso la colocación de una placa conmemorativa en el Club Social y Deportivo “El Tábano”, una entidad clave en la vida de Goyeneche.
La Legislatura porteña aprobó, en la sesiòn del 22 de agosto, el proyecto que dispone la colocación de una placa conmemorativa en “El Tábano” (Naòn 3029), un club social y deportivo clave en la vida de Goyeneche, ubicado en el barrio de Coghlan, en el límite con Saavedra. El autor de la iniciativa fue el legislador del bloque UCR-Evoluciòn, Francisco Loupias.
En los considerandos del proyecto, se destaca que “nació en el barrio porteño de Saavedra de esta Ciudad, en una casa en la intersección de Avenida Del Tejar (hoy Ricardo Balbín) y Superí”. Goyeneche creció en Saavedra y vivió allí la mayor parte de su vida, hasta su muerte. Su conexión con el barrio fue profunda y, desde joven, “fue un precoz habitué de los cafés y de los cabarés”, espacios donde comenzó a desarrollar su arte y a forjar su identidad como cantante de tango.
El Tábano: Testigo de una Historia de Tango y Barrio
El proyecto también subraya la importancia de “El Buffet”, un club donde “late la esencia de dos barrios porteños: Saavedra y Coghlan”. Fue en este lugar donde Goyeneche no solo debutó como cantante, según una de las versiones populares, sino donde también conoció a quien sería su esposa, Luisa, durante un baile de carnaval, tradición clásica del barrio.
Francisco Loupias, al presentar su proyecto, destacó que “El Polaco Goyeneche tenía tres sinónimos: El Tábano, Platense y Saavedra”. Esta afirmación refleja la profunda conexión de Goyeneche con su entorno y con las pasiones que lo definieron: la música, el barrio y el club.
Un Homenaje desde la Legislatura Porteña
El diputado Loupias, en su intervención, hizo hincapié en que “El Tábano es un espacio donde se conjuga el tango, el fútbol, los bailes de carnaval y los encuentros entre vecinos”, lo que convierte a este lugar en un punto neurálgico de la vida cultural y social de Saavedra. Por ello, consideró oportuno y necesario que la Ciudad rinda homenaje a Goyeneche, quien “fue un cultor respetuoso del ritmo, en una época donde la mayoría de los solistas lo fusionan a las baladas, a los boleros o a sofisticadas canciones con aire de tango”.
La resolución aprobada por la Legislatura dispone la colocación de una placa en “El Tábano Buffet”, con el siguiente texto: “En conmemoración al 30 aniversario del fallecimiento del ‘Polaco Goyeneche’. El Tábano Buffet – ‘Segunda casa del Polaco’ de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Este reconocimiento es un testimonio del afecto y respeto que Buenos Aires tiene por uno de sus artistas más queridos.
El Legado de Goyeneche en Saavedra
Más allá del homenaje oficial, la figura de Goyeneche sigue viva en el barrio que lo vio nacer y crecer. El Tábano, con su rica historia y su museo lleno de recuerdos de otras épocas, sigue siendo un lugar de encuentro para los vecinos y un refugio para quienes, como él, sienten una profunda nostalgia por los tiempos pasados.
El proyecto de Loupias no solo busca preservar la memoria del Polaco Goyeneche, sino también subrayar la importancia de los espacios culturales y sociales que son el alma de los barrios porteños. En palabras del diputado, “como una muestra del cariño hacia el club de su barrio, Goyeneche ayudó cuando la comisión directiva se embarcó en la quijotesca tarea de encontrar una nueva sede”, lo que reafirma su compromiso con su comunidad.
Con la sanción de este proyecto, la Legislatura de Buenos Aires reafirma su compromiso con la preservación de la memoria cultural de la ciudad, rindiendo homenaje a Roberto Goyeneche, quien supo capturar en su voz la esencia del tango y de Buenos Aires. El Polaco vivirá eternamente en el corazón de Saavedra y en cada rincón de El Tábano, su segunda casa.