Crónicas extraordinarias es una serie de unitarios distópicos estrenada y creada en plena cuarentena. Con la dirección de Ana Lucía Rodríguez, la compañía teatral La ponedora, trae un homenaje a Ray Bradbury, el autor que presagió la actualidad. Los unitarios se pueden ver por Youtube.
Por Mailen Maradei
El teatro ha sabido adaptarse a los tiempos que corren. Muchas son las propuestas que se están creando a partir de la pandemia. Una de ellas es la serie web que la compañía teatral “La ponedora” estrenó el pasado 18 de julio con dirección de Ana Lucía Rodríguez y puede verse por el canal de Youtube de Crónicas Extraordinarias. Son siete unitarios basados en el libro Crónicas Marcianas de Ray Bradbury.
“Los capítulos (del libro) generaban una posibilidad de hacer unitarios para trabajar con cada uno por separado. A Ray Bradbury lo leí cuando iba a la secundaria y después lo releí el año pasado porque lo estudié para dramaturgia. Siempre me gustaron los procedimientos que él usa y tengo recuerdos muy marcados de la lectura de sus libros. Cuando se declaró la pandemia, enseguida se me cruzo por la cabeza este autor que hablaba de manera profética de lo que está pasando”, cuenta Ana Lucía Rodríguez, directora de Crónicas Extraordinarias.
La propuesta llevó cuatro meses de trabajo intenso. Se cruzaron mensajes de audio por Whatsapp y por Zoom para crear este trabajo que hoy se puede disfrutar de manera gratuita y con opción a una gorra virtual. “Cuando empezó la pandemia, no entendíamos bien qué estaba pasando, cuánto tiempo iba a llevar, cuáles eran las formas para trabajar, entonces nos empezamos a juntar por Zoom. Les hice la propuesta al grupo y empecé a trabajar a partir del deseo de ellos. Por más que hice una traslación del texto, cambié los tiempos verbales y las personas, recorté y agregué cosas, trabajé mucho en relación a la voz de los actores”, cuenta la directora y actriz Ana Lucía Rodríguez.
“Después, hice videollamadas para ver los espacios de las casas y qué tomas íbamos a utilizar. A medida que empezaba a adentrarme en el trabajo, se me disparaban algunas imágenes y, luego, en el intercambio con los actores, intentamos generar el lenguaje de cada capítulo. La idea era que cada uno sea independiente en el lenguaje, porque ya los unía la temática” continúa Ana Lucía Rodríguez.
Con reminiscencias de Werner Herzog, David Lynch y Gaspar Noé, los directores cinematográficos preferidos de Ana Lucía Rodríguez, los unitarios tienen elementos distópicos. Para recrear esta atmósfera, los colores, las atmósferas y la técnica fueron una parte fundamental del trabajo.
“Todo estaba gestionado de la misma manera en que hacemos teatro. Las luces que utilizamos son de los espacios, pero hay un trabajo de edición importante que lo hizo Gastón Frías, uno de los actores que forman parte del grupo, Miguel Borzi y Ramsés Tuzzio, también editaron el sonido y la música. Es la primera vez que la edición técnica es tan intensa, aunque este trabajo está orientado a que la actuación quede por encima de los otros recursos”, señala Ana Lucía Rodríguez.
Acostumbrados a trabajar en los cruces entre realidad y ficción, como en “La ponedora, el último milagro”, obra de realismo mágico que la compañía presentó en diversos espacios, la directora teatral explica por qué disfruta abordar estos registros.
“Es muy difícil trabajar miméticamente sobre la realidad porque es imposible competir con ella y también siento que hay mejores soportes para retratarla; por otro lado, me gusta trabajar con las situaciones que me permiten otros universos. Los ritmos, las intensidades, los colores, las formas, las texturas, los recorridos de los actores en el espacio, me permiten trabajar de una manera más libre, contar las cosas que de verdad me interesan”, afirma.
“La obra era de realismo mágico muy absurdo pero que se instalaba como muy realista. El proceso de trabajo de esa obra se dio en un momento muy concreto del país; durante las elecciones entre Macri y Cristina. Esa situación política-coyuntural, a nosotros nos marcó mucho, entonces nos sirvió establecer un diálogo metafórico entre el teatro y la realidad”, rememora la directora teatral sobre el proceso de trabajo de “La ponedora, el último milagro”.
Con la fuerza grupal que los caracteriza, la compañía teatral La Ponedora, compuesta por Juani Barea, Josefina Barrionuevo, Andrés Bernay, Daniela Brunfman, Gastón Frías, Santiago Fraccarolli, Rocío Saldeña y Martín Tecchi, se lanzó a este medio para realizar ficción que abunda por estos días; la virtualidad.
“El video teatro, el teatro online y el teatro virtual van a generar cambios, seguramente muchos serán positivos. Creo que todo vínculo entre el teatro, la actuación y el público va a estar puesto en primer plano, no importa el soporte porque siempre habrá algo básico presente; una persona que actúa y otra que lo mira. Hoy, es imposible negar la experiencia del espectador”concluye Ana Lucía Rodríguez.
CANAL DE YOUTUBE: CRÓNICAS EXTRAORDINARIAS