Trabajadoras y trabajadores del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano porteño denuncian que el Gobierno de Rodríguez Larreta está llevando adelante un vaciamiento sistemático de las diversas políticas sociales que deberían atender a las problemáticas de mayor complejidad. Precarización laboral, contratos fraudulentos, deterioro edilicio, falta de viáticos y de personal.
Por Agustina Cavalanti
Precarización laboral y vaciamiento…
Los trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires pusieron en marcha acciones para dar a conocer el cuadro de precariedad en el que se encuentra el personal de las direcciones de Niñez, Mujer y Políticas Sociales en Adicciones del Gobierno porteño. Además del vaciamiento de políticas públicas para atender las problemáticas de los más vulnerables.
Por un lado, denuncian un fuerte deterioro en la infraestructura que, diariamente, pone en riesgo al personal y a la población con la que trabajan: niñez y adolescencia que sufre violencia de abusos y explotación sexual; niños y niñas que viven en situación de calle; y mujeres víctimas de violencia de género.
“En la ciudad más rica del país, las problemáticas de los más vulnerables se abordan con políticas públicas pobres. Están vaciadas de personal y de recursos, sin materiales básicos ni viáticos para poder desarrollar las tareas; edificios con peligros de derrumbe, riesgo eléctrico y de incendios; puertas que se abren contrariamente a lo que indica la legislación en materia de seguridad laboral, detectores de humo que no funcionan, falta de señalética y de planes de evacuación”, relata Nadia Polanco, Delegada General de la Junta Interna de ATE Promoción Social.
A la precarización de las políticas públicas se le suma el aberrante estado contractual en el que se encuentran trabajadores y trabajadoras del ministerio, hoy a cargo de María Migliori. Son monotributistas o tercerizados vía contratos a través de organizaciones no gubernamentales o de universidades.
“Se trabaja bajo modalidades que denominamos fraudulentas: compañeros y compañeras no acceden a los derechos laborales básicos establecidos como aguinaldo, ART, obra social, etc. Además, sufren la quita salarial debido al aumento del monotributo y de los ingresos brutos”, dice Nadia Polanco.
Los contratados y tercerizados del Ministerio del Gobierno de Rodríguez Larreta cobran sueldos que rondan entre los 20 y 25 mil pesos, muy por debajo de la canasta básica (casi en 40 mil). El reciente incremento en el precio del monotributo (2.500 pesos sin grupo familiar) y de los ingresos brutos (2100 pesos), sumado al nulo aumento en los montos salariales de estas contrataciones, ha generado una pérdida salarial, desde enero, de alrededor de un 20%.
“La fragilidad contractual nos expone también a nosotras las mujeres porque se nos niegan derechos como la licencia por maternidad o las horas de lactancia, que queda siempre a merced de decisiones personales de quien esté ocupando el cargo de jefatura o coordinación”, afirma Nadia.
Como consecuencia, las distintas dependencias carecen de personal. “Se produjeron renuncias por las condiciones de precarización laboral y el Gobierno no pone reemplazos”, asevera la delegada y agrega que los trabajadores del sector no son cómplices de esta situación.
“Vamos a seguir llevando todas las medidas que sean necesarias en pos de generar mejores condiciones para la restitución de derechos de las poblaciones más vulnerables. Que haya derechos para todos y todas”.
El Gobierno de la Ciudad invisibiliza la precariedad y la emergencia laboral por la que atraviesan los trabajadores y trabajadoras que asisten a las poblaciones más sensibles. Porque la gestión de Horacio Rodríguez Larreta tiene otras prioridades antes de atender y proteger a quienes más lo necesitan. Evidentemente, generar políticas sociales que reconviertan esta situación no está en su agenda. Vaciarlas, sí.