“Detrás de cada cartonero hay cinco puestos de trabajo indirectos”

Entrevista con Alicia Montoya de la Cooperativa El Álamo|


El Ejecutivo porteño logró que la Legislatura sancione la reforma de la Ley de Basura Cero para habilitar la termovalorización de los residuos sólidos urbanos, esto es la incineración de la basura. Desde el Ministerio de Ambiente explicaron que han hecho todo lo posible para recuperar mucho más. Alicia Montoya refuta estas razones y denuncia el negocio detrás de la incineración.

Por Ignacio Di Toma Mues

Las cifras del presupuesto desmienten la afirmación del Ministro de Ambiente, Eduardo Macchiavelli. Los números oficiales para este año indican que para el servicio de higiene urbana, el programa de reciclado y el control de gestión de las contratistas, están asignados alrededor de 16 mil millones de pesos. De toda esta masa de dinero sólo el 5% tiene como destino las cooperativas de recuperadores urbanos que realizan el servicio público de recolección diferencial de los residuos secos.

Una semana antes de la sanción de la ley que habilitara la incineración, entrevistamos a Alicia Montoya del equipo técnico de la Cooperativa El Álamo, que tiene su Centro Verde en la Av. de los Constituyentes 6259 y comenzó su actividad en Villa Pueyrredón hace 15 años, y que ahora por contrato extendió su tarea a Parque Chas, Agronomía, Villa Devoto, Villa Del Parque, Santa Rita y un sector de Versalles.

Alicia aseguró que va a ser muy grande el impacto sobre las cooperativas de recuperadores urbanos y la industria del reciclado, porque la incineración compite con esta actividad, necesitan los mismos residuos: plástico, papel, cartón, vidrio, entre otros materiales. Detrás de cada cartonero hay entre cinco y seis puestos de trabajo indirectos.

“El cartonero recolecta material y ese material se vende a la industria, y esa industria trabaja con hombres de carne y hueso, y la pregunta es qué vas a hacer, ya no con el cartonero, sino con los otros cinco trabajadores, en general de pequeñas y medianas empresas” argumentó Alicia.

“El Gobierno dice hoy que va a incinerar lo que llega al relleno sanitario, no lo que recuperan los compañeros, esta es la primer mentira, porque necesitan sí o sí quemar plástico, cartón y papel por su alto contenido calórico, y no cualquier plástico, y eso no llega prácticamente al relleno, y lo que llega no les alcanza para combustionar”.

“Si uno analiza la composición de la basura que llega al relleno sanitario – señaló Alicia Montoya – no alcanza para alimentar a los incineradores que dicen que van a comprar, entonces van a necesitar material de lo que hoy colectan las cooperativas y eso es lo que explica que en la ciudad de Buenos Aires, habiendo cooperativas, hayan instalado las famosas campanas verdes o los contenedores para los reciclables, porque si vos tenés cooperativas para qué ese gasto”

Y detalló que en Villa Pueyrredón ellos vacían las campanas porque el contrato que tienen es de exclusividad en la prestación del servicio.

“Eso quiere decir que nosotros somos los únicos que recolectamos el material reciclable – afirmó Alicia – pero a pesar de esto, dos veces por semana pasa un camión del Ente de Higiene Urbana, vacía las campanas y se lleva el material a otro lugar, que no es la Cooperativa El Álamo. Es decir se están preparando para tener el material necesario”.

Por otro lado, cuestionó el discurso del Gobierno de la Ciudad y de los legisladores oficialista, sobre que han hecho todo lo posible para recuperar material reciclable.

“Desde El Álamo todo lo que nosotros afirmamos lo tenemos documentado. Todos los años hacemos pedidos de ampliación de cupos, formalizar más cartoneros, para poder recuperar más materiales y de camiones, herramientas, mejoras en el Centro Verde, logística para recoger. Y tardamos meses y a veces años para que de eso caiga el 10% y ya aprendimos. ¿Por qué?, porque nosotros lo que solicitamos es en el marco de un plan de trabajo, no hacemos pedidos de inversiones gigantescas en la que alguien pueda hacer negocios, pedimos cosas sencillas que con poca plata tienen alto impacto”.

Y se preguntó, a modo de ejemplo, cuánta publicidad se utiliza en Villa Pueyrredón, Parque Chas, Agronomía, Villa del Parque y Devoto para explicar la separación en origen y seguir una campaña permanente.

“Hay campañas de reciclaje cuando llegan las elecciones, sacan cualquier porquería con la cara del Ministro, el Jefe de Gobierno, quien sea, pero ese trabajo sistemático no lo hay. ¿Qué pasa con los puntos verdes? Nosotros le hemos hecho propuestas. En cada punto verde de nuestra zona tenemos un compañero atendiendo. Mejoras para resolver nada, absolutamente nada, entonces digo, es mentira que han hecho todo lo que pueden hacer. Pueden hacer mucho más todavía”.

Las plantas de incineración se van a instalar también en municipios de la Provincia de Buenos Aires. “Cuando vos cruzás la General Paz y ves la cantidad de cartoneros que tenés viviendo de recuperar materiales de lo que otros llaman basura… no hay nada formalizado, no hay programas. ¿La Provincia de Buenos Aires tiene que estar discutiendo incineradores o lo primero que tiene que estar discutiendo es cumplir con la ley que nunca cumplió? Ni el gobierno anterior ni este”.

Por otro lado Alicia señaló que la Cooperativa El Álamo ganó una batalla, la del Centro Verde “Diego Duarte” de la Av. de los Constituyentes. “Creo que es uno de los únicos Centros Verdes que está enclavado en un barrio donde había una población que con justa razón tenía temor, qué iba a pasar, que las ratas… hoy tenemos un terreno al lado que está en venta, pegado, que tranquilamente el Gobierno lo podría comprar para poder seguir recuperando material. Nosotros venimos diciendo que estamos al máximo porque no tenemos espacio donde acumular. ¿Cuál es la respuesta? No hay nada, no tenemos plata, no podemos”.

Alicia es terminante: “Ellos no quieren poner un peso más acá o por lo menos los pesos que quieren poner es a cuenta gota porque tienen la solución final, que no es la solución final sino que es simple y sencillamente un negocio multimillonario. Porque además es realmente multimillonario, es con endeudamiento público. Es un incinerador que cada mil toneladas cuesta 300 millones de dólares, ese incinerador ya viene con un contrato que es el que lo pone lo gestiona, que necesita una determinada cantidad de material, que si no ingresa esa misma cantidad de material igual hay que pagar, que genera electricidad, que esos kilowatts lo van a pagar al doble de lo que valen en el mercado”.

“Quieren quemar la basura y nos quieren decir que van a generar energía, sin embargo se ahorra energía reciclando vidrio, papel o plástico, se ahorra de tres a cinco veces lo que se utiliza para generar ese mismo material con materia virgen” enfatizó Alicia.

Dónde lo van a poner, qué van a hacer con las cenizas y cuánto material necesitan y qué tipo de material necesita ese incinerador para funcionar. Preguntas que por ahora no tienen respuestas.

“Ese incinerador genera cenizas, ¿dónde van a poner el incinerador y dónde van a poner las cenizas? Si nosotros miramos la Ciudad de Buenos Aires, decimos que está claro que no lo van a poner en Recoleta, que no lo van a poner en Núñez, que no lo van a poner en Caballito, que en todo caso el basurero de la ciudad va a ser la zona sudoeste”.

La peligrosidad de las cenizas está dada en la concentración que genera la incineración de los residuos peligrosos que contienen los residuos urbanos.

“De cada mil toneladas que ingresan al incinerador, del 20 al 25% queda reducido a cenizas altamente contaminantes. Los residuos peligrosos y patogénicos, que son del 1 al 2% de incidencia en la masa total de los residuos domiciliarios, una vez que ingresen al incinerador contaminan toda la masa, se potencian, y las cenizas, tanto como lo que el incinerador libera a la atmosfera, tienen un alto nivel de contaminación”.

error: Contenido protegido!