Hace más de tres décadas funciona en el Hospital Tornú de Parque Chas el grupo de “Residencia Interdisciplinaria de Educación y Promoción de la Salud”, que promociona las lecturas a los internados. En sus visitas, apuntan a aportar el “Hola, cómo estás”, a los pacientes que padecen dolores, problemas emocionales, o angustia. Lo hacen a través de cuentos, libros y juegos.
Por Mateo Lazcano
A las paredes frías y las salas silenciosas del Hospital Tornú, un grupo de jóvenes profesionales busca acercarle compañía y calidez. Lo hacen a través de la Residencia Interdisciplinaria de Educación y Promoción de la Salud (RIEPS), que tiene en el nosocomio de Parque Chas una de sus sedes. El grupo realiza en las visitas semanales a los internados, actividades de promoción de la lectura y participación. Recientemente estuvo de festejo, su biblioteca, uno de sus pilares, celebró sus 15 años.
La RIEPS existe hace 35 años. La componen residentes que buscan especializarse luego de haberse recibido de disciplinas variadas como Medicina, Psicología, Trabajo Social, Terapia Ocupacional, Psicopedagogía, Nutrición o Enfermería, ente otras. En cada año de los tres que permanecen, van rotando entre distintos hospitales. Son unos 40 profesionales en total, de los cuales 7 trabajan en el Tornú.
Una de las características de la Residencia es su interdisciplinariedad. Sus integrantes se forman con bibliografía, instancias de formación, y contacto con referentes. Además, hacen reuniones donde planean actividades y estrategias a abordar, e intercambian experiencias. Cada miércoles, a la hora de la siesta, arriban al área de Internación General.
“A la mañana no podemos hacerlo porque es momento de pase de sala, de intervenciones de los médicos, o de limpieza para los enfermeros. Entonces nos queda la tarde, donde a pesar de que hay algunos pacientes que duerme, la mayoría está despierta”, cuenta Juan Francisco Osácar, antropólogo y uno de los integrantes de la Residencia.
Las recorridas duran entre 15 y 40 minutos, dependiendo el estado de ánimo del paciente y su predisposición. “Nosotros llegamos con un fin que es decir che, somos humanos. Entonces mientras vos por ahí tenes mil cosas en la cabeza, tenés un cuadro agudo, dolores, padecimientos, malestares, venimos y decimos: A ver, tirá un dado. Y el dado dice: Contá una anécdota que te haga reir. O le decimos, tengo este libro, vamos a leer dos poemas. Es un canal de expresión, que ofrecemos mediante lecturas, o juegos, y maneras de conectarse consigo mismo y conectarse con otros. La propuesta busca llegar con vitalidad, con otra energía a un espacio que generalmente está conectado a otra. Y haciendo promoción de las lecturas, de formas de ver el mundo”, señala Juan.
“Son personas que generalmente están internadas un montón de tiempo con padecimientos físicos, emocionales, y no tienen movilidad en la mayoría de los casos. Y están incluso aquellos que ni visitas reciben en la semana, entonces nosotros con esta acción les permitimos ponerse en el centro de sus intereses. Y estamos todos en la misma, porque no solo juega el paciente sino nosotros también”, agrega Luciana Marachlian, socióloga.
Para los integrantes de la Residencia, “al sistema de Salud a veces le falta preguntar un: Hola, cómo estás. Reciben un tratamiento óptimo y cercano por ahí en Fisiatría, Enfermería, Clínica, Salud Mental. Y nosotros buscamos complementar desde esta pata”, comentan. Lo hacen con un detalle no menor desde lo simbólico: no usan ambo.
“Cuando están internados, su universo es esa cama. De hecho, es por número de cama o apellido de paciente que se los identifica. Están muy objetivados, sin intimidad y con una ruptura de su vida cotidiana extrahospital. Entonces cuando vamos nosotros los sacamos de esa, y les decimos: A mí también me gusta el mar, yo también leí esto de Cortázar”, suma en la descripción Juan.
La RIEPS funciona con la Internación General, y no siempre reciben la misma devolución. “Nosotros preguntamos, y por supuesto entendemos cuando nos dicen: Hoy no estoy de ánimo. Incluso siempre decimos: Ojalá que no te veamos la próxima semana, porque significará que habrán recibido el alta”, dice Luciana.
Pero también están aquellos que empezaron con cierta distancia de las propuestas y hoy son ávidos lectores y comentaristas, presentando un notorio impacto positivo en su bienestar durante la internación.
La Biblioteca “Rayuela”
Dentro de los espacios del RIEPS está la Biblioteca ‘‘Rayuela”. Funciona con el objetivo de acceso a la cultura y la recreación, complementada con la que ya existía en el área de Pediatría, aunque en ese caso, en la Sala de Espera, ya que el Tornú no tiene internación pediátrica.
Las bibliotecas en las áreas sanitarias van creciendo: hay muchas en los Centros de Salud porteños, y en privados, como en el Hospital Italiano para los internados en Terapia Intensiva. La biblioteca es para los internados, y la idea es que sepan que pueden llevarse un libro, o utilizarlos también en las visitas de los residentes. Están clasificados por género y autor.
La “Rayuela” nació en 2008 ante la buena experiencia de la anterior biblioteca de Pediatría. Y este año la RIEPS festejó sus quince años.
Asistieron integrantes de otras residencias, músicos y artistas en una fiesta desarrollada durante toda la tarde del 16 de agosto en los pasillos del Tornú. Los internados, que se podían desplazar, también participaron.
“Habitamos la galería de internación, con colores, con propuestas musicales, con propuestas de lectura, con arte, y con creatividad. Fue una gran actividad para mostrarnos, y se juntaron profesionales de este hospital, con otros de otras residencias, como para armar vínculos”, destaca Luciana.
“Este es un lugar de encuentro, y eso en salud está bueno. Va más allá de las lecturas, por eso podemos también plantearlo como una propuesta de Arte y Salud. Es como entender que esta es una dimensión super importante de la salud: el arte, la risa, el encuentro con otros, el disfrute, el juego, o la posibilidad de expresarse. Y no está incorporada a las instituciones en la mirada clásica”, concluye.