“El dengue desapareció de la Argentina” afirmó Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos de Exactas UBA. Sin embargo, advirtió que los huevos del aedes aegytpi aún están en los recipientes y si no actuamos habrá una nueva epidemia.
Por Agustina Cavalanti
Mosquitos sí, dengue no, esa es la cuestión. Si bien el virus del dengue se ha extinguido en nuestro país, los huevos del aedes aegytpi quedaron pegados a las paredes de los recipientes de la Ciudad. Es decir que, si no los eliminamos, en un “abrir y cerrar de ojos” tendremos una nueva epidemia.
“La situación actual es que el aedes aegytpi no se encuentra como adulto, sino que hay huevos formando un inmenso banco en todas las zonas urbanas desde San Bernardo hasta el norte del país. No hay dengue, el virus desapareció de la Argentina porque no hay transmisión. Pero si seguimos sin hacer nada y el mosquito sigue estando todos los veranos en las ciudades, frente a la entrada del virus a través de personas que provengan de países limítrofes, y cuando se de la onda epidémica en la región limítrofe con la Argentina, entonces podemos volver a tener dengue dentro de unos años”, aseguró a nuestro portal el Dr. en Ciencias Biológicas Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
¿Qué es lo que hay que hacer ahora? Según el especialista, en vez de realizar campañas se deberían elaborar programas culturales de prevención que incentiven la modificación de nuestros hábitos. “Hay que pensar en un programa serio en donde culturalmente cambiemos todos, en el sentido de no tener recipientes con agua en nuestras casas, tanto en los patios y los jardines, como en el interior donde se suele tener el potus con la ramita que está enraizando en un frasco con agua, y ese es un lugar ideal para el aedes aegytpi”, dijo el Dr. Schweigmann.
¿Cómo los detectamos? Los huevos recién puestos en los recipientes son de color blanco y a las pocas horas oscurecen a negro. Además, se debe observar si hay bichitos “vivoreando”. “Es característico el ‘vivoreo’ de las larvas entre las raíces de las plantas” agregó el director y explicó que en invierno los huevos del aedes aegytpi quedan pegados en el depósito entonces “es en esta época donde debe empezar el programa de prevención del dengue, porque los huevos no se pueden mover, entonces todo lo que uno limpie va a afectar a la población de mosquitos”.
Así, el especialista insistió que hay que “descacharrear”: eliminar todos los reservorios de agua donde se pueda reproducir el mosquito; cepillar los recipientes para descartar los huevos pegados en las paredes y arrojar agua hirviendo, en los lugares de difícil acceso como las rejillas.
“También durante esta epidemia hemos observado que en Buenos Aires hay personas que tienen plantas acuáticas. Deberían contactarse con un acuario y pedir madrecitas, unos peces muy chiquitos, que no crecen más que 4 o 5 centímetros, se reproducen fácilmente y mantendrían el control natural. Lo mismo en las piletas de natación durante el periodo donde no se usan. Como son peces autóctonos, no hay ningún problema de sacarlos y llevarlos a la laguna de Palermo, por ejemplo. Es muy lindo tener un acuario si tenemos la pileta de natación porque incluso el excedente de peces cuando se reproducen sirve de alimento para los pájaros, entonces se ve todo un ecosistema en tu propio jardín”, enfatizó Nicolás Schweigmann.
¿Qué sucede durante estos días cálidos y húmedos en pleno agosto? Según señaló el director, las semanas cálidas durante el invierno, llamado “el veranito de San Juan”, se ha convertido en uno de los desafíos que ha tenido el mosquito para adaptarse a estas regiones.
“Una de las adaptaciones al invierno se llama Día Pausa, y no se conocía en un mosquito tropical como el aedes aegytpi. Los investigadores de nuestro grupo, dirigido por la Dra. Sylvia Fischer, ha encontrado que el embrión decide no eclosionar cuando hace calor como ahora. En realidad, está relacionado con el fotoperíodo, con la cantidad de horas de luz que tienen los días y que es mucho más corta en el invierno. Entonces lo que se espera es que no pase nada, que los huevos de aedes no eclosionen, y si sucede será en una pequeña proporción, pero cuando vuelva a hacer frío las larvas van a tardar mucho en desarrollar y eso no le va a dar tiempo, no van a poder mudar y se van a morir”, aseveró.
Para cerrar, y luego de que trascendiera la información que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires había rescindido el contrato con la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, y que más tarde había suspendido la cancelación, el director del Grupo de Estudios de Mosquitos dijo que por ahora la relación entre la Facultad y la gestión porteña “está bien”, en el sentido de que se está monitoreando, “tenemos actividades mínimas, ahora invernales en periodo de cuarentena, para informarles sobre la situación de las distintas especies de mosquitos y del aedes aegytpi, justamente para ver si hay alguna modificación con respecto al invierno. Se va a discutir en octubre o noviembre sobre la continuidad del proyecto, que se supone que sí seguirá vigente, pero eso se verá a futuro”, enfatizó Schweigmann.
El aedes aegytpi es el mosquito transmisor del virus Dengue, Zika y la Fiebre Chikungunya. El virus desapareció, pero los huevos aún permanecen en los recipientes. La prevención debe empezar en nuestras casas. Con solidaridad podemos dar vuelta la página y que la historia no se repita.