El Gasómetro, vigía de Villa Pueyrredón: historia, curiosidades y características

Gasómetro
Logo El Barrio PueyrredónEl Gasómetro de la General Paz está situado fuera de los márgenes de la comuna 12, pero es uno de sus mayores íconos. Hace más de 65 años que está inutilizado, pero lleva consigo varios mitos. Su instalación forma parte de la historia del gas nacional, y se mantiene como el único que evitó ser desguazado.

Por Mateo Lazcano

Es uno de los mayores íconos de la Comuna 12, pero, paradójicamente, está situado fuera de los márgenes de la Ciudad de Buenos Aires. Hace más de 70 años, la ubicación estratégica, su gran porte, su estructura imponente y principalmente, muchos mitos y misterios se sitúan alrededor del “Gasómetro” localizado en Avenida General Paz y de los Constituyentes, frente a Villa Pueyrredón.

bujinkan illa pueyrredón

El también conocido en la zona como “el tanque” está hace varias décadas inutilizado, y se mantiene como un “monumento” del lugar, sirviendo como sede para distintas tareas menores de la firma Naturgy (ex Gas Natural Fenosa). Con sus 85 metros de altura, es el “techo” de la Comuna 12 y ese sector del Gran Buenos Aires: es visible con facilidad a un kilómetro de distancia, y desde su cima se divisan el Río de la Plata, Campo de Mayo, parte de la traza de la Avenida General Paz y los principales edificios de Villa Pueyrredón, Saavedra y Villa Urquiza.

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Foto histórica principios de la década del ’50

“El que está situado al lado de General Paz es como el último mohicano de los gasómetros”, explica Jorge Oviedo, histórico empleado de la firma proveedora del gas antes mencionada. Conocedor de la historia del gas en la Argentina, explica que hasta hace poco más de medio siglo, la Ciudad de Buenos Aires tenía varios gasómetros, instalación creada por un francés en el Siglo XVIII e instalado por primera vez en este suelo en 1823.

“El gasómetro original servía para la iluminación de lo que era la City porteña. El cambio que trajo en ese entonces la nueva técnica de gas manufacturado, reemplazando las velas o los cebos, sorprendió a los porteños, que decían que la Ciudad estaba de fiesta”, recuerda Oviedo.

Posteriormente, Belgrano, Flores y Parque Lezama, entre otros puntos emblemáticos de Buenos Aires, tuvieron sus propios gasómetros. Todas las compañías de este tipo se fusionaron luego en una empresa que instaló su fábrica en la “Usina Corrales”, localizada en Parque Patricios, donde se dio impulso al gas manufacturado y los gasómetros.

Hacia mediados del Siglo XX, llegó en barco proveniente de Alemania la estructura de uno de ellos. El terreno asignado se encontraba próximo al cruce de General Paz y de los Constituyentes, en San Martín. La obra comenzó a montarse en 1949 y duró 2 años. Con 2256 paños de chapa envolvente, 24 vigas con perfil doble “T” vertical, una escalera de 340 escalones, y un ascensor que permite llegar en dos minutos a los 85 metros de altura. La construcción se hizo sin soldaduras, las chapas vinieron con los agujeros para la posición exacta de cada uno de los remaches. Este gasómetro comenzó a funcionar en 1951.

“Dentro de los distintos tipos, tocó aquí el que utilizaba un pistón. El producto se fabricaba en la Usina Corrales y llegaba al tanque a través de salas de bombeo, donde subía y bajaba. Se llenaba de noche y de día se distribuía para el consumo de las casas”, detalla Oviedo.

Pero no duraría mucho en funcionamiento. En 1954 dejó de prestar el servicio. Los cambios en la política del gas hicieron que la técnica del manufacturado quede vieja, y se comience a desarrollar el gas natural, movilizado desde el sur mediante gasoductos. Por ello, estos gasómetros empezaron a carecer de utilidad, y para comienzos de los ’60, muchos de ellos fueron desguazados en Buenos Aires.

Ese era el destino final para el de General Paz y de los Constituyentes, pero una acción fortuita lo impidió. En el desmonte de un gasómetro localizado en Parque Avellaneda hubo un accidente, que terminó con demandas laborales, por lo que la firma optó por interrumpir las acciones similares, que nunca se retomaron.

Sin su fin principal, el “tanque” continuó siendo un monumento y referencia ineludible para Villa Pueyrredón y los barrios de su contorno. Por seguridad, se elevó a 13 metros el pistón que comprimía el gas, por lo que su permanencia no implicó peligro alguno vinculado a una explosión producto de su “pasado”.

En las décadas posteriores, este ícono para la historia del gas porteño, por ser el único de su tipo que sigue en pie, fue sede de dos episodios curiosos. Lionel Messi y Juan Sebastián Verón, futbolistas de la Selección Argentina, lo visitaron para filmar una publicidad en 2008. Y un año antes, en 2007, su techo llegó a acumular 15 centímetros de nieve hasta bien entrada la jornada posterior a la de la histórica nevada del 9 de julio.

Ninguno de esos hitos, sin embargo, logró superar al principal suceso que acogió el “gasómetro”, que lo inmortalizó en el archivo del cine nacional. En 1954 se filmó en sus instalaciones una recordada escena de la película “Cuando los duendes cazan perdices”, protagonizada, escrita y dirigida por Luis Sandrini, con la actuación de Malvina Pastorino. Así, a través de la ficción, los y las vecinas de la zona pudieron por un rato descubrir qué hay dentro de esa construcción imponente, vigía de la zona.

“Cuando los duendes cazan perdices”: escenas en el gasómetro

Documental sobre el Gasómetro de Gral. Paz y Constituyentes, ¿qué es? ¿para qué sirve?

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