El Ministerio de Justicia y Seguridad porteño compró material antidisturbios por un valor de 52,7 millones de pesos. La compra fue directa y se hizo cinco días después del inicio de la cuarentena. La Policía de la Ciudad la solicitó en forma urgente “para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia de Covid-19”.
Por Ignacio Di Toma Mues
Balas en vez de barbijos
Cinco días después de que fuera decretado el “Asilamiento social, preventivo y obligatorio” en todo el país por la pandemia del Covid-19, la Policía de la Ciudad solicitó la compra de material antidisturbios. El Gobierno porteño destinará para esta operación 52,7 millones de pesos de un flaco presupuesto.
La Resolución 69/SSGA/20, publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad el 8 de abril, autorizó la compra directa a la empresa estatal Fabricaciones Militares. En sus considerandos señala que “el área policial solicitó la urgente provisión del material antidisturbios para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia de Covid-19”.
También informa que la compra fue autorizada por el Secretario de Justicia y Seguridad, Marcelo DÁlessandro, que depende directamente del ViceJefe de Gobierno Diego Santilli. El monto destinado a esta compra es de 52,7 millones de pesos.
Agrega que “dada la naturaleza urgente del pedido, se solicitó cotización de manera inmediata a Fabricaciones Militares mediante correo electrónico de fecha 25 de marzo, el que fue respondido informando el valor de los bienes y el stock disponible”.
En la resolución no se detalla que tipo de material se compró. Una investigación realizada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad da cuenta que “se compraron 150 mil cartuchos de escopeta de balas de goma y casi 5.000 mil granadas. Fabricaciones Militares no tenía en stock para entregar los 345 mil cartuchos que el Gobierno de la Ciudad requería”.
En otros de los párrafos se señala que “una vez recibida la cotización, el área policial competente se vio en la necesidad de proceder a recibirlos, toda vez que la recepción no podía dilatarse debido a la urgencia que ha sido manifestada”.