Entrevista a la Presidenta de la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud, Alicia Castro Rojas.
Por Ana Colombo Blanco
Camino por el barrio para asistir al festival de la Noche de las Librerías que se organiza en la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud. Una cuadra antes de llegar, ya podía observarse un escenario donde estaban realizando una prueba de sonido, una fila de stands a la calle con artesanías y algo que no podía distinguir que era pero que se veía colorido, cerca de los árboles. Al acercarme veo que de los árboles de la cuadra colgaban pequeños rollos de papel con poesías, un bello e ingenioso souvenir.
Dentro de la biblioteca reinaba la ansiedad previa a la realización de un evento pero Alicia Castro Rojas se hizo unos minutos para ser entrevistada para El Barrio Villa Pueyrredón. Como presidenta de la Biblioteca Popular se encontraba sumamente orgullosa y con perspectivas de que la noche sirviera también para dar a conocer las tareas de la biblioteca a todos los vecinos del barrio.
Alicia nos comenta que el evento fue realizado con la colaboración de todos los integrantes de la biblioteca. Las artesanas que había visto en la vereda eran también de las profesoras de los talleres que se dictan semanalmente allí: de literatura, de arte, de tejido al crochet, de idiomas y de computación, entre otros.
No siempre la biblioteca tuvo esta política de dictado de talleres. Como nos relata la presidenta, quien hace ocho años que trabaja en la biblioteca “cuando entramos la biblioteca estaba con un montón de problemas, estaba llena de deudas, no sólo de AFIP, sino del sindicato también. Una de las cosas que decidimos fue iniciar los cursos. Por suerte pudimos ir pagando todo, ya queda poco para quedar en cero”.
Localizada en la esquina de Bolivia y Carlos Antonio López, la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud está abierta todos los días por la mañana y por la tarde. Dentro de su espacio pequeño, pero acogedor, suceden cosas muy interesantes: desde la realización de los talleres, recitales en la calle hasta presentaciones de libro.
Divertida, Alicia nos cuenta una anécdota: “nosotros tenemos universitarios que vienen a estudiar, como tenemos Wifi. Había un chico que venía y se sentaba en la sala todos los días. Yo veía que él escribía y escribía. Un día me dice que necesitaba el lugar para una presentación… ¡de su libro! Y me dijo que lo había escrito acá, lo menciona al principio del libro”.
La Noche de las Librerías y la mayoría de las actividades que se realizan en la biblioteca son producto del esfuerzo conjunto y de un aprovechamiento de recursos que permitió ahorrar en gastos. El pasado sábado 29 de noviembre se realizó en toda la ciudad una jornada que conmemora a todas las librerías de Buenos Aires, con festejos nocturnos, bandas, sorteos y narraciones de cuentos. Alicia comenta sobre los avatares de la organización: “yo hoy cuento con todo el equipo que está afuera porque nos lo prestaron no porque lo alquilamos”.
Gracias a la confianza que tienen en ella y en sus conocidos pudieron contar con el equipo de sonido y el escenario que permitieron que la primera banda tocara allí, hasta que la lluvia obligó a todos a trasladar el encuentro puertas adentro.
Es importante destacar que esta institución fue creada por los propios vecinos, primero como asociación de fomento, y luego como biblioteca popular, para que la gente del barrio se formara. Su presidenta pone también la atención sobre la relación que se establece entre la biblioteca como espacio de producción cultural y los habitantes del barrio. Nos explica que es de todos los socios, por lo que siempre les piden que participen, que sugieran cambios, que manifiesten qué libros necesitan o qué tipo de actividad desearían que allí tenga lugar.
Actualmente tienen planes de construcción de una sala espaciosa en la parte superior del edificio, se espera contar próximamente con un lugar con la misma política de apertura a los habitantes: “el objetivo es que la comunidad sepa que tiene un espacio, un lugar para hacer un evento, por ejemplo. Después sirve también para otras actividades, convenciones, charlas…, uno nunca sabe qué puede pasar con los subsidios así que queremos tener otra fuente de ingresos. La idea es que lo podamos alquilar para reuniones, fiestas los fines de semana, para clases en la biblioteca. A mi me piden mucho yoga, teatro y no hay espacio”.
La cuestión generacional se hace notar durante la entrevista; al ser interrogada sobre el perfil de los socios, la presidenta nos responde que la mayoría son jóvenes: “nosotros tenemos mucha apertura con los colegios de la zona, siempre los invitamos a que vengan a conocer la biblioteca. Vienen acá de visita y después cuando los nenes van a las casas les piden a sus papás que los hagan socios. La población de Villa Pueyrredón está cambiando, hay mucha gente joven, la mayoría de la gente mayor son socios contribuyentes porque prácticamente no viene”.
Así como las generaciones van cambiando, la biblioteca acompaña el paso del tiempo y se ha aggiornado: cuenta con su propio perfil de Facebook donde informa y comparte sus novedades. “Eugenia (quien trabaja en la biblioteca) a través de internet, Twister empezó a agrandar la comunicación porque antes era de boca en boca. Yo soy del barrio y así muchos conocidos se enteraban pero ahora también se enteran por mail y por Facebook”
Nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos y dejo que tanto Alicia, como Eugenia, Rosa y todos los que colaboran con la biblioteca puedan volver al trajín de los últimos detalles de aquella bella celebración de la lectura.