El Parque Sarmiento, más privatizado y abandonado

Parque Sarmiento
El polideportivo de la Comuna 12, en el barrio de Saavedra, vive una era marcada por la dejadez de las áreas abiertas y una mayor concesión de terrenos. En el último mes, un exfutbolista vinculado a Macri abrió allí su academia de fútbol privada, donde antes había canchas de acceso libre. En tanto, las últimas decisiones del Gobierno porteño se orientan hacia la idea de convertirlo en sede para el alto rendimiento deportivo.

Por Mateo Lazcano

Las 70 hectáreas del Parque Sarmiento, en la Comuna 12 (barrio de Saavedra), arrastran consigo gestiones públicas y privadas, recitales, circos y competencias deportivas, obras anunciadas y abandonadas, y épocas de esplendor y abandono. Hoy, uno de los tres parques polideportivos de la Ciudad de Buenos Aires (junto al Chacabuco y el Avellaneda), vive una era dominada por dos características principales: la dejadez y la privatización.

A casi veinte años de la recuperación del predio, el Gobierno porteño inutiliza cada vez mayores partes del parque, y muchas de las que todavía están accesibles se encuentran en un notorio descuido. Con las últimas medidas, la gestión parece acercarse al objetivo nunca reconocido pero mencionado por dirigentes opositores de convertir al Sarmiento en un centro deportivo de alto rendimiento, como complemento al CENARD. En este contexto, la única noticia positiva reciente fue la reapertura de los accesos alternativos, por lo que el lugar tiene ahora tres vías de ingreso y no únicamente la de Avenida Balbín.

En el pasado mes de junio se dio una cabal muestra de la política actual sobre el parque. En la zona lindera a la entrada de la calle Andonaegui se abrió la “Academia de Fútbol” del exfutbolista de Boca Sebastián Battaglia. Se trata de 14 mil metros cuadrados con once canchas de fútbol sintético, las cuales se alquilan para usuarios particulares o torneos privados, además de dar allí clases para niños. Las canchas están alambradas y tienen estacionamiento y bar propios.

Donde hace dos meses está montada la denominada “SB5 fútbol”, funcionaban canchas de fútbol y básquet sobre cemento abiertas y libres, como una zona más del Parque Sarmiento. Si bien las mismas estaban en mal estado, con el suelo rajado y los arcos y aros oxidados, se formaban grandes grupos de personas que iban a practicar esos deportes en forma recreativa.

Lo mismo sucedía en la zona que completa la academia de Battaglia, más cercana a las piletas, donde había tres canchas sobre el césped (que en realidad era barro), con las mismas condiciones de acceso libre para los usuarios.

Esta privatización de una parte del parque público se dio mediante un gran sigilo. La obra avanzó durante dos meses, y nunca fue visto el cartel con los detalles de la construcción. Recién una vez conocida periodísticamente la noticia y luego de un pedido de informes de legisladores de Unidad Ciudadana, el área de Deportes de la Ciudad dio a conocer los detalles de la concesión del predio.

“Se trata de un permiso de uso precario y oneroso por un plazo de cinco años, para el que se estableció un canon mensual de 100 mil pesos”, indicó el área de prensa del organismo.

Como parámetro, cada hora en las canchas de fútbol 5 se alquilan a un valor de $1.800. De esta manera, solamente durante un fin de semana, con los torneos privados y el alquiler particular, se puede llegar a recaudar la cifra para compensar a la Ciudad por la cesión del terreno.

Por otro lado, el comunicado oficial menciona que el terreno fue otorgado al “Instituto Deportivo Educativo y Social” (IDES). De esta asociación civil hay escasa información pública, más allá de su CUIT. Sin embargo, detrás de ella aparece la figura de Sebastián Battaglia, de conocido vínculo con Mauricio Macri por su paso en Boca. El exfutbolista puso el nombre al predio (SB5, por sus iniciales) y publicita en sus redes sociales el lugar como su academia de fútbol, pese a que en el comunicado de la Ciudad no se lo menciona.

Junto a esta novedad, el Parque Sarmiento convive aún con los resabios de los Juegos Olímpicos de la Juventud, de los que fue sede. Aún permanecen estructuras que no fueron retiradas, como lonas o material publicitario. En tanto, el área de Deportes fue autorizando en los últimos meses que las federaciones instalen sus lugares de entrenamiento, encaminándose hacia la idea de convertirlo en sede de deportistas federados e impidiendo que los vecinos tengan un uso libre de esas instalaciones.

En diciembre pasado, se suscribió un convenio con la Federación Metropolitana de Balonmano (Fe.Me.Ba) para que en las canchas que fueron construidas para los JJ.OO. entrenen las distintas categorías del “Beach Handball”, que se juega en la arena.

Sumado a esto, recientemente, el Parque también acordó con la Federación Metropolitana de Voley que se realicen en otra de las canchas los entrenamientos del “Beach Voley”.

Estos escenarios fueron cercados y únicamente son abiertos para los entrenamientos de los deportistas, de manera que para los y las usuarias del Parque Sarmiento también son otro terreno perdido. También se está realizando la estructura para hacer escalada deportiva, que seguiría el mismo camino.

Por otro lado, el polideportivo se convirtió en sede de entrenamientos de clubes de fútbol que tienen sus propias instalaciones, pero que utilizan las del Parque. El ejemplo más paradójico es el de Platense, que tiene su predio a tres cuadras, pero cuyos juveniles cada tarde realizan sus entrenamientos físicos con los entrenadores profesionales en la zona de los estacionamientos del ingreso de Avenida Triunvirato.

Añadido a esta situación, se acercan usualmente a las canchas de “fútbol 11”, linderas a la colectora de General Paz, los planteles de las inferiores de clubes de la zona como Excursionistas, y anteriormente Defensores de Belgrano.

En diálogo “off the record”, distintos trabajadores del Parque Sarmiento coincidieron en definir la situación de abandono en que se encuentra, profundizada dentro del periodo del PRO en esta última gestión. Algunos de ellos comentan que suelen dar aviso de problemas en los sanitarios, que no son arreglados, lo mismo ante roturas de vidrios de oficinas o garitas de control.

“A los baños se los prefiere clausurarlos que arreglarlos”, indica uno de ellos. La situación también se ve en la falta de empleados: es escasa la cantidad de vigiladores (no más de cuatro por turno) o de personal de limpieza para las 70 hectáreas del predio.

El director del Parque Sarmiento es Sebastián Calvo, proveniente del ex Circuito KDT, también a cargo de la Ciudad. Los trabajadores señalan que las quejas que trasladan de los usuarios son escuchadas, pero demoran en ser respondidas.

Por otra parte, reconocen que la administración se encuentra muy limitada presupuestariamente. Para eventos recientes como los mencionados JJ.OO o la Copa Davis, se brinda un mayor presupuesto y se realizan mejoras, pero las partidas se retiran cuando éstos terminan.

El margen lindante con la colectora de General Paz, por su parte, está prácticamente inutilizado para los usuarios. El sector donde se hizo el reservorio preveía que, en épocas de sequía, no hubiera agua acumulada y pudieran utilizarse las canchas de “fútbol 11” que históricamente hubo. Expertos en ecología explican que fueron realizados por debajo de las napas subterráneas, por lo que hay un charco permanente que impide por completo que se juegue con normalidad.

El siguiente tramo tenía el driving de golf “Florentino Molina”, pero la concesión no fue renovada y está abandonado hace un tiempo, aunque cercado. Según comentó Rodríguez Larreta, durante la campaña en visitas a los barrios, sería destinado también a otras federaciones deportivas.

El futuro del Polideportivo, con casi cuarenta años de vida, parece alejarse de ser el lugar que invitaba a vecinos de la zona a pasar el día y practicar deportes recreativos. Hoy es un ambiente dominado por los cercos, los alambrados y las rejas, mientras que las áreas libres presentan un abandono que cada vez se incrementa más.

Como parque público incluso sufre una paradoja: es creciente la marcada diferencia en el cuidado y el buen estado que mantiene el vecino, y también público, Parque Carlos Mugica, que no tiene rejas ni cobra entrada.

Los galpones internos, reacondicionados para los JJ.OO. (lo que implicó por ejemplo, que se vacíe el área donde se hacía gimnasia deportiva porque debía acondicionarse para la competencia de tiro), han tomado recientemente una sorprendente utilidad: se han convertido en los “salones de usos múltiples” del Gobierno porteño.

Un mes atrás, el presidente Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta celebraron allí los diez años de los Centros de Primera Infancia. Sin balones, arcos, ni ningún otro elemento deportivo.

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