La reforma generó una ola de críticas por parte de docentes, sindicatos y la comunidad educativa. El ‘Plan Estratégico’ del Gobierno propone ‘modernizar el sistema educativo en la ciudad’. Sin embargo, trabajadores de escuelas secundarias aseguran que tendrá un impacto negativo tanto en los estudiantes como en el plantel docente. Entrevista a Iván Mesina, profesor de la Escuela Rodolfo Walsh de Villa Pueyrredón.
Por Agustina Cavalanti
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la ministra de Educación, Mercedes Miguel, impulsó el «Plan Estratégico 2024-2027: Buenos Aires Aprende», con el objetivo de ‘modernizar la educación secundaria con un enfoque en habilidades digitales, pensamiento crítico y competencias para el futuro’. Es decir, la gestión de la Ciudad busca reformar el sistema educativo porteño de nivel secundario.
Este ‘Plan Estratégico’ no fue bien recibido por docentes y sindicatos: alertaron que el proyecto no fue consensuado con la comunidad educativa, que elimina contenidos, reemplaza materias y pone en riesgo la continuidad laboral de lxs docentes. Iván Mesina, profesor de la Escuela Rodolfo Walsh de Villa Pueyrredón y delegado de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), contó que cerca de 70 escuelas rechazaron la reforma por la precarización que implica el nuevo plan de estudios.
Según Mesina, una de las principales preocupaciones radica en la flexibilización del sistema educativo. “Es una reforma inconsulta. Por supuesto que todxs pensamos que la escuela secundaria hay que cambiarla, el asunto es que hay que pensar un cambio que no precarice ni flexibilice. Se necesitan grupos y equipos de trabajo que involucren a docentes, que somos lxs que estamos en las aulas y vemos los problemas que tiene la educación secundaria”, expresó.
Además, el profesor alertó sobre el impacto laboral que tendrá la reforma: al reducirse la cantidad de horas y modificar los programas, muchos docentes podrían perder sus cargos. “Lo que más nos preocupa es la cuestión laboral y la cuestión de calidad educativa que pueda traer esta reforma. Nos parece una reforma que precariza mucho el conocimiento, pero también recorta el plantel docente. Perder el trabajo en este contexto económico es el peor escenario», señaló.
Y explicó que “la reforma le da la potestad a la escuela de crear o de recrear su plantel docente, cosa que es antiestatutaria porque nosotrxs siempre tomamos nuestras horas por acto público”.
En diez años el Gobierno de la Ciudad implementó dos reformas en el nivel secundario y muchas escuelas aún se están adaptando a esos cambios. ‘‘Nuestra escuela está cursando la segunda reforma en su segundo año, y ahora nos encontramos ante una nueva que se aplicaría en 2026’’, dijo.
“Este discurso que viene teniendo el Gobierno de la Ciudad hace mucho tiempo de preparar a lxs chicxs para el futuro está pensado para un estudiante que sale al mundo laboral precarizado, flexibilizado, con poco conocimiento técnico y específico, y lo mismo está pasando en la formación docente. Ya se está formando docentes con estos conocimientos amplios, pero sin saberes específicos, en la universidad creada por el Gobierno, que se llama UNICABA”, manifestó.
A su vez, Mesina mencionó que la situación en las escuelas primarias también es preocupante, porque se prevé una reforma curricular para el año próximo. «Lxs docentes de primaria se enteraron por correo electrónico de esta reforma», dijo y detalló que esta nueva modificación, que reemplaza la reforma de 2004, se enfoca en contenidos más tradicionales, como lengua y matemática, y deja de lado otras disciplinas fundamentales para la formación de lxs niñxs.
Mientras la ministra Mercedes Miguel defiende la iniciativa afirmando que el plan está basado en experiencias internacionales exitosas y que busca transformar la educación secundaria en una etapa integral para lxs jóvenes, lxs docentes de Villa Pueyrredón (y de la Ciudad) ven con escepticismo estas promesas. ‘‘Muchas veces hay grandes anuncios, pero en la práctica la materialidad de esas reformas es muy precaria’’, denunció Mesina.
Todos los niveles educativos están movilizados y unidos para reclamarle al Gobierno de la Ciudad que revise su propuesta y permita un diálogo más amplio e inclusivo. “Estamos estableciendo puentes entre escuelas, sobre todo entre las escuelas pioneras, porque son las que primero van a recibir la reforma. La escuela de Villa Pueyrredón está movilizada. Nosotros tenemos, por supuesto, nuestra propia demanda de cambios en la escuela, que tienen que ver con un montón de cosas, pero sobre todo también con más presupuesto para que la escuela pueda asignar los recursos que necesita de la mejor manera posible”, finalizó el docente Iván Mesina.