Los martes y jueves de 18 a 19 horas funciona la Escuela Deportiva Micaela García del Movimiento Evita de la Comuna 12 a metros del icónico tanque de agua del Barrio Gral. San Martín (Villa Pueyrredón). Es para niños y niñas de 8 a 15 años.
Por Juan Manuel Castro
Jugar al vóley, divertirse, aprender. Decenas de niños y niñas de Villa Pueyrredón entrenan en el espacio público del Barrio General San Martín, a metros del famoso tanque de agua, de forma gratuita gracias a la Escuela Micaela García del Movimiento Evita Comuna 12, que ofrece clases formativas los martes y jueves de 18 a 19 horas.
“Es un orgullo ver a los nenes y nenas que se ponen contentos por jugar, ellos y ellas llegan antes que nosotros, están con ganas de ponerse a entrenar”, dice a este medio Sofía quien junto a Zoe y Juan pertenecen al Evita, cuentan con experiencia en formación deportiva y llevan adelante este espacio.
Todo comenzó en la primavera de 2022. “Acá había solo una escuelita de futbol, la Diego Maradona, y veíamos que las nenas solo miraban, queríamos buscar un deporte para que todos y todas participaran, se sumaran”, recuerda.
De inmediato surgió la idea del vóley. Por la práctica en las escuelas, por la dinámica, por lo familiar y por tantos otros motivos ganó la idea de desarrollar este deporte. La opción fue acertada y generó entusiasmo.
Lo primero es que este no es un espacio exclusivo para ellas, sino que hay una paridad espontánea. Incluso muchos chicos que son parte de la mencionada escuela de fútbol prueban unos bloqueos, saques y remates sin mayor intención que disfrutar un buen momento entre amigos y ejercitar, una pausa para los celulares, las redes y pantallas.
Decenas de niños y niñas de entre 8 y 15 años pueblan los alrededores del extenso jardín del Barrio San Martín al atardecer. La dirección es Nazca y Ezeiza, pero para los entendidos se trata de encontrarse entre las postas aeróbicas, a medio camino de la parroquia y del tanque.
Primero están los protagonistas, ellos y ellas, que llegan y se ponen en ronda a charlar y hacer tiempo hasta ver la llegada de los profes, que con unas pocas maniobras convierten el terreno en una cancha limitada por decenas conos color flúo y una red que va de lado a lado entre los postes de luz.
“Empezamos haciendo ejercicios recreativos y le metimos más vóley, más lo que es el deporte propiamente dicho”, indica Sofía sobre el progreso de este espacio de entrenamiento.
La propuesta prende entre los vecinos. Así le pasó a Cami, de 15 años. Le cuenta a este medio que en el pasado ya tenía la inquietud de hacer algún tipo de deporte. Primero fue por el fútbol, pero no salió muy convencida.
Así llegó el vóley a su vida: “Primero empezaron a venir con las pelotas y un día me dijeron los chicos de la escuela si quería jugar. Me gusta cómo son los profes conmigo, me gusta mucho porque nos llevamos todos bien, aprendemos juntos”.
Luego de la charla, ella se suma a la larga fila que hay delante de la red. Del otro lado está Sofía, quien les pasa la pelota para que realicen un saque, por arriba o por abajo. Algunas dan el pelotazo que cruza con fuerza y estruendo en el atardecer tranquilo, otros le dan de costado y la pelota brinca suave y sin efecto lejos de la cancha.
Todo es práctica hasta que las instrucciones de los profes parecen surtir efecto y desde lejos se ve cómo las jugadas toman forma y ritmo.
En medio de esta cola también están los chicos de fútbol. Hay algunos que hacen las veces de “doble camiseta”, un poco en la escuelita de fútbol y un poco en la de vóley.
Así le pasa a Mateo, de 10 años. Él es vecino del Barrio General San Martín y tenía ubicados a los profes, a las prácticas de vóley. “Siempre vine a jugar acá y vivo acá, unos chicos me dijeron que iba a haber una escuelita. A nosotros nos llegó primero la de futbol y después la de vóley, me sumé y me gustó mucho”, asegura.
Un nombre, una identidad
El Movimiento Evita cuenta en la Ciudad de Buenos Aires con distintas escuelitas de deporte. Se trata de espacios territoriales en su mayoría gestionados, y a cargo, de vecinos y militantes con experiencia en prácticas deportivas. Las hay en Villa Pueyrredón, en el Barrio Mitre de Saavedra y también en otras zonas como en Balvanera.
Su sitio de encuentro son los espacios públicos, tal como ocurren con muchos de los llamados “clubes sin techo”, instituciones que no tienen una sede física, pero desarrollan una gran tarea social y de contención para la comunidad.
“Que los chicos y chicas tengan la oportunidad de hacer deporte. En muchos casos, las familias no pueden pagar una cuota social o una mensualidad en un club de barrio. Acá mismo en su barrio pueden jugar, entrenar, aprender en la cancha de vóley que armamos martes y jueves. Es su lugar”, resalta Sofía.
La escuela de fútbol del Evita en el Barrio San Martín lleva el nombre de Diego Maradona. A su vez, la de vóley se llama Micaela García, en homenaje a una militante de 21 años del Evita de la provincia de Entre Ríos, quien en 2017 fue víctima de femicidio. También era parte del movimiento “Ni Una Menos” contra la violencia machista.
El femicidio fue perpetrado por una persona condenada con una pena de 9 años por la violación de dos mujeres, ocurrido anteriormente a la violación seguida de femicidio de Micaela, mientras que se encontraba con el beneficio de libertad condicional, resalta el Ministerio de las Mujeres de la Nación.
Ley Micaela
Su caso promovió la sanción de la Ley nacional N° 27.499. Según el ministerio, el principal aspecto es que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
De este modo, Mica en vida fue una promotora de las actividades comunitarias y en particular de la práctica deportiva. Así lo explica Sofía: “El nombre se nos ocurrió porque ella jugaba al vóley. Creo que esto que pasa los martes y jueves acá en Pueyrredón con la escuelita es una cosa que a ella le hubiera gustado ver”.
Por un potrero en el Barrio General San Martín
El sábado 13 de mayo el Evita de la Comuna 12 realizó una jornada deportiva en el territorio, con torneos organizados por las escuelitas Diego Maradona y Micaela García.
En ese contexto, desde la agrupación social y política local emprendieron una campaña “por un potrero en el barrio”: “Realizamos una jornada deportiva para visibilizar la necesidad de contar con un potrero para que lxs niñxs puedan jugar y crecer en un espacio seguro dentro del barrio General San Martín, en Villa Pueyrredón. Los espacios verdes del barrio fueron usados históricamente por la comunidad para jugar picaditos y hacer torneos”.
“Hace tres años empezó a funcionar la escuelita de fútbol Diego Armando Maradona, que tres veces por semana recibe a niñxs de entre 6 y 12 años para hacer deporte, jugar entre pares y tomar una merienda al aire libre. Es un espacio comunitario que promueve el acceso al deporte y la recreación, en una Ciudad en la que el pago de una cuota social en un club no es una posibilidad para todxs”, enfatizaron.
“Juntamos firmas por un potrero en el barrio, para que las escuelitas puedan funcionar en un espacio en condiciones y porque el acceso al deporte es un derecho fundamental para nuestras infancias. A modo de homenaje, el potrero llevaría el nombre de Leandro Pelaez, un vecino muy querido que solía jugar al fútbol en la plaza del barrio”, concluyeron.