Escuelita deportiva gratuita para
chicos y chicas de 6 a 16 años
La Escuelita Deportiva del parque de la estación de Villa Pueyrredón retoma sus actividades en abril. Es gratuita para chicos y chicas de 6 a 16 años. Básquet y una rica merienda. Vanesa Coria, su creadora, en diálogo con nuestro periódico cuenta su experiencia.
Por Mailén Maradei
Las redes sociales, las nuevas tecnologías y el sedentarismo infantil son las causas que más afectan el acercamiento de los chicos al deporte. Para combatir esto, Vanesa Coria decidió crear y coordinar una escuelita deportiva gratuita en el parque de la estación de Villa Pueyrredón, donde están las canchas de básquet y fútbol, sobre Obispo San Alberto, entre Condarco y Bolivia.
Desde sus comienzos allá por septiembre de 2016, cada vez se suman más adeptos a esta actividad: “Empecé a trabajar con la escuelita deportiva desde que mis hijas dejaron de jugar al básquet. Ellas dejaron de ir porque no querían madrugar los domingos que tenían partidos”, cuenta Vanesa.
Y continúa: “Cuando los chicos llegan del colegio están solos, no meriendan y están todo el día con los jueguitos de la computadora o en las redes sociales. Además de fomentar el sedentarismo infantil, los aparta de los lazos reales que deben tener con los otros chicos y los expone a un peligro como jugar en línea o chatear con gente desconocida, entonces la idea de este espacio es que los chicos estén acompañados, que se conozcan con otros de otras escuelas, que conozcan el deporte, que compartan la merienda y charlar de cosas interesantes”.
Frente a la decisión de sus hijas de abandonar el deporte, Vanesa buscó otras alternativas para que pudieran continuar con la actividad física y junto a una compañera de básquet emprendieron la gestación de este proyecto.
“La primera vez que vinimos a la plaza eran solo cuatro chicos y teníamos tres pelotas. Empezamos con los chicos de la Escuela Belisario Roldán, yo iba a buscar a mi hija y traía a sus compañeros a la plaza, les daba leche chocolatada o jugos en polvo y galletitas. Después, el número fue creciendo y terminamos teniendo 35 chicos”, recuerda Vanesa sobre los comienzos.
Ella se dio cuenta que la misma situación que atravesaban sus propias hijas, también era un tema que afectaba a una generación de niños: el sedentarismo.
“Estos chicos son de clase media golpeada, no tienen la disponibilidad económica para ir a clases de fútbol, tienen para comer y para comprarse zapatillas pero también tienen necesidades que nadie las ve ni las escucha y yo sí porque mis hijas son parte de esa necesidad. Están solos, están sedentarios y están expuestos a los peligros de las redes”.
Al año siguiente, se incorporó una de las hijas de Vanesa para dictar clases. Con apenas 15 años, les enseñaba básquet a todos los chicos que asistían. “Mi hija se bancó todo el año pasado dando clases de básquet para un montón de pibes. Es una chica muy carismática y divertida, entonces tiene buena llegada con los chicos”, resalta Vanesa.
Hoy, las clases las dicta un profesor, por eso Vanesa este año quiere apuntar a que los alumnos aprendan los tecnicismos de cada disciplina deportiva. “Hasta ahora, yo aspiraba a que los chicos conocieran las reglas básicas del básquet pero esta vez quiero que se perfeccionen técnicamente para hacer partidos amistosos”, adelanta sobre los objetivos de la escuelita para este año.
Vanesa comenta que cada vez son más los chicos que llegan a las clases, y sobre la dinámica de trabajo señala que “tenemos un solo profesor y también ayudamos, porque es todo ad honorem, y al ser tantos los chicos a veces los separamos por edades para evitar incidentes. La primera parte de la clase tratamos de hacerla inclusiva y después para los ejercicios más focalizados o para los partidos, los dividimos por edades”.
La escuelita, ya conocida en el barrio, cuenta con la ayuda de muchos vecinos quienes colaboran de diferentes maneras con esta causa.
“Susana y Marcela, las dueñas del Centro Cultural El Alambique, me donan las leches chocolatadas; María Eugenia, la directora de la Fundación FALDAD*, trajo a su hijo y sus amigos a fútbol, entonces cuando cumplimos un año con la escuelita deportiva quería hacer una fiesta con los papas y los chicos y me ofreció el lugar para poder hacer el festejo. También tenemos a un vecino que ofreció llevar a todos los chicos a algún torneo en su combi escolar. Para hacer esto, solo hace falta tener voluntad y una vez que comencé, los demás se fueron sumando. Al principio era la que solventaba todo pero después se acercó gente con muy buena voluntad y muy buena onda”.
En este caso, las redes sociales sirvieron para lograr buenas acciones. Gracias a la difusión a través de volantes y solicitadas en Facebook, Vanesa recibió pelotas para básquet de un profesor que ella había tenido en sus tiempos como jugadora.
Vanesa camina desde su casa hasta la plaza de la Estación Pueyrredón con un changuito lleno de pelotas, aros, un botiquín de primeros auxilios, las pecheras que utilizan para jugar y los alimentos para la merienda. Con su ejemplo, intenta concientizar sobre la importancia de hacer acciones desinteresadas.
“Lo que apunto es que mi ejemplo sirva para que algunos chicos lo sigan, que entiendan lo importante que es hacer acciones desinteresadas, solidarias, sin esperar nada a cambo.
Esta actividad, lejos de crearme algún tipo de ingreso extra, me ha demandado gastos pero gané cosas muchos más valiosas como favores, colaboraciones y amistades”, reflexiona la coordinadora con orgullo.
La escuelita deportiva también se convirtió en un espacio para fomentar la reflexión, la memoria y el debate. Las marchas contre el fallo del 2×1 de la Corte Suprema para represores de la dictadura o al mes de la desaparición de Santiago Maldonado, se dio justo en días de entrenamiento, al igual que cuando fueron las tomas de las escuelas secundarias.
“La escuelita también es un espacio donde puedo interrelacionarme con los chicos que, a partir de los 16 años, ya votan. Con ellos hablo de cuestiones que tienen que ver con sus derechos. Esos temas los toqué con los chicos, les di mi punto de vista, ellos me escucharon, lo conversaron con sus padres y me hicieron devoluciones interesantísimas”, señala Vanesa.
La escuelita deportiva del parque de la Estación Villa Pueyrredón es un espacio para fomentar el deporte, crear lazos sanos con otros chicos, paliar el sedentarismo infantil y también aprender a construir una sociedad más reflexiva y consciente de su propia historia.
Aunque la escuelita tiene vida propia, todavía requiere de manos solidarias que quieran colaborar. “Todo lo que sea material deportivo que la gente pueda donar, nos viene bien y también estamos buscando un profesor para refuerzo de fútbol y para dar clases de handball o vóley”, solicita la coordinadora.
A partir del 4 de abril, todos los miércoles de 17 a 18.30 horas básquet. Para los chicos que van del colegio directamente, de 16.30 a 17 horas una merienda. Todavía falta confirmar la clase de los días lunes y la actividad de fútbol.
Estamos buscando profesores que quieran sumarse para este año. Si sos estudiante de Educación física y querés practicar, si sos entrenador y disponés de una hora y media por semana para brindarte desinteresadamente, podés acercarte al Parque de la Estación de Villa Pueyrredón (canchitas de futbol y básquet, Obispo San Alberto, entre Bolivia y Condarco) los miércoles desde las 16.30 horas preguntando por Vanesa Coria, o contactarnos con un mensaje privado a la página de Facebook Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón o por whatsapp al 15 6612 3585”.
*| FALDAD es una Fundación dedicada a la formación laboral y al desarrollo autónomo de personas con discapacidad mental. Pje. Alemania 2782, Villa Pueyrredón.