Los padres y miembros de la Cooperadora de la Escuela Álvarez Thomas de Agronomía rechazan la medida del Gobierno de la Ciudad de quitar las clases de natación para los chicos del Jardín de infantes y reducirlas para los alumnos de Primaria. El natatorio del “Alva” lo construyeron y lo sostienen con fondos propios, y es un elemento característico de la Escuela. En oposición a la decisión, juntaron firmas, realizaron un abrazo a la institución y presentaron una acción de amparo.
Por Mateo Lazcano
Los padres de los alumnos de la Escuela N°4 Distrito Escolar 16, “Cnel. Mayor Ignacio Álvarez Thomas” y del Jardín de Infantes Nucleado “B” Juana Azurduy, que funciona en el mismo edificio del barrio de Agronomía, pasaron fin de año preocupados.
Seguramente, al alzar la copa, más allá de otros deseos, habrán pedido una cosa: que el Gobierno de la Ciudad ceda y no aplique los cambios que pretende hacer sobre el dictado de clases de natación, lo que perjudicaría a los niños que se educan en la institución escolar, ubicada en la calle Terrada 3983.
La situación se desencadenó en el último mes. A fines de noviembre, cuando en el horizonte estaba únicamente el fin del ciclo lectivo y las vacaciones, la Escuela Álvarez Thomas recibió la nota NO 2017-07282504 DGEGE, en la cual se informaba de una variación respecto del Plan de Natación, dependiente de la Supervisión Coordinadora de Educación Física, a su vez, perteneciente al Ministerio de Educación porteño.
La misma supone la reducción de diez minutos del tiempo de cada clase de natación para los alumnos de primaria y directamente la supresión de las mismas para los jardines de infantes.
La novedad golpeó fuerte en la institución, que tiene en el natatorio un sello característico: fue construido con fondos de la cooperadora hace décadas, todos los alumnos lo utilizan y además recibe a chicos de otras escuelas del distrito y es sede de competencias interescolares.
Desde la Asociación Cooperadora salieron entonces, en los primeros días de diciembre a expresar su rechazo a la decisión del Gobierno de la Ciudad y encabezaron una serie de acciones con la intención de revocar la medida.
“Esto vulnera un derecho adquirido para nuestros chicos”, dice Dafne, perteneciente a la comisión de la Cooperadora. Destaca además que la nota del Ministerio de Educación “está escrita en abril y fue comunicada en noviembre”. Para ella, la intención fue aprovechar la distracción de fin de año y la cercanía a las vacaciones.
Luego de una reunión informativa, decidieron presentarse primero ante la Defensoría del Pueblo de la Ciudad con un petitorio en rechazo a la medida. Además crearon en la plataforma digital Change.org, también una movida similar. La misma se llama “por los derechos de nuestros niños” y está dirigida a la Ministra de Educación Soledad Acuña.
Al cierre de esta edición, reunía 5071 adhesiones.
El 15 de diciembre además, se desarrolló un abrazo al “Álvarez Thomas”, que resultó muy concurrido. Dafne, de la Cooperadora, destaca que “hubo muchísimos chicos del jardín, que son los más damnificados. Vinieron como les habíamos pedido con elementos de la pileta, como antiparras y salvavidas”. Además hubo presencia de maestros y de padres.
El mayor rechazo por parte de la Cooperadora tiene que ver con que ésta mantiene con su dinero al natatorio de la Escuela. “Se construyó y se refaccionó con fondos propios. Incluso nos encargamos de la compra del material didáctico que utilizan todos los alumnos que vienen a la pileta”, indica Dafne y sostiene que “el Gobierno de la Ciudad únicamente tiene a su cargo el mantenimiento de la pileta, mediante una empresa tercerizada”.
En 2012 realizaron una gran obra, renovando el interior del natatorio con venecitas y colocando pisos anti deslizantes. En 2015 se refaccionaron los vestuarios, con un costo de 500 mil pesos.
“Los chicos desde sala de 4 años del Jardín de infantes saben que cuentan con eso. Incluso hay muchos padres que anotan a sus chicos porque saben que se brinda natación en el propio establecimiento. Esto corta de cuajo esa posibilidad y les saca ese derecho adquirido, y mucho más en esta época en que las inscripciones están cerradas”, aseguran desde la Cooperadora.
Para los chicos de primaria, el nuevo plan de natación dado a conocer implica la reducción de 50 a 40 minutos de clase. “Si bien puede parecer que casi no hay diferencia, se está quitando una chance para el educador de impartir conocimiento y al alumno de repetir un ejercicio o practicar una técnica. Y además, acumulando todo el tiempo que se saca a la totalidad del ciclo lectivo, es significativo” explican desde la Cooperadora del “Alva”, como apodan a la institución.
Actualmente los alumnos de 4to grado de todas las escuelas del distrito escolar 16 tienen clases de natación en el Álvarez Thomas. La intención del Gobierno de la Ciudad de modificar el plan para el año próximo tiene que ver, sostienen, con garantizar que esto pueda desarrollarse sin problemas.
Los funcionarios lo llaman “reorganización”. Los padres de los chicos del “Alva” lo vinculan con una cuestión presupuestaria, y de “nivelar para abajo” la educación.
“Lo que están queriendo reorganizar, ya se cumple. Y no vemos mal que quieran acomodarlo, pero esto no debe suponer que los chicos del jardín pierdan la posibilidad de ir a la pileta o que los de primaria vayan menos tiempo”, dicen.
La Escuela tiene 950 alumnos. “La pileta y las clases de natación suplen la deficiencia que se encontraría al querer dictar educación física, porque no habría espacio”, dicen desde la Cooperadora.
El pasado 18 de diciembre los representantes de la Asociación Cooperadora del Álvarez Thomas tuvieron una reunión con el Director de Educación Primaria porteño, Marcelo Bruno. Aseguran que fue “una reunión cordial con un clima de escucha e intercambio de opiniones”, donde le expresaron sus argumentos. El funcionario quedó en elevar el pedido y fijar una nueva cita.
Por su parte, también fue presentada una acción de amparo, solicitando una medida cautelar de no innovar, para evitar la aplicación de esta nota del Ministerio de Educación. Enero seguramente traerá novedades. Los padres de los alumnos del “Alva” desean que sea con la tranquilidad que despierta nadar en el agua de una pileta.