Museo, Centro Cultural y gastronomía
El Congreso Nacional declaró de utilidad pública y sujeta a expropiación a la histórica Confitería del Molino ubicada en la esquina de Av. Rivadavia y Callao. El subsuelo y la planta baja se destinarán para confitería y restaurante, mientras que el resto del edificio albergará un museo y un centro cultural.
La Cámara de Diputados de la Nación sancionó en forma definitiva, en las sesión del 12 de noviembre, la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural, del edificio de la Confitería del Molino ubicado en la tradicional esquina de Rivadavia y Callao.
El proyecto fue aprobado con 217 votos a favor y una abstención. La iniciativa impulsada por el senador – mandato cumplido – Samuel Cabanchik, había logrado la media sanción del Senado de la Nación en noviembre de 2012.
La ley crea una Comisión Administradora del “Edificio del Molino” que deberá integrarse con los Presidentes del Senado y Diputados y los Presidentes y Vicepresidentes de las Comisiones de Educación y Cultura de ambas Cámaras.
Respecto al uso del edificio (tres subsuelos y seis pisos construidos sobre un terreno de 853 metros cuadrados) establece que los subsuelos y la planta baja “deberán ser concesionados para su utilización como confitería, restaurante, local de elaboración de productos de panadería, pastelería o cualquier otro uso afín a dichas actividades”.
El resto del edificio será destinado a: “un museo dedicado a la Historia de la “Confitería El Molino” y el rol que ésta tuvo en el crecimiento y consolidación de la democracia argentina y un centro cultural a denominarse “De las Aspas”, dedicado a difundir y exhibir la obra de artistas jóvenes argentinos que no haya sido expuesta públicamente en ningún medio”.
Cabe recordar que la Confitería del Molino – inaugurada el 9 de julio de 1916 – cerró sus puertas en febrero de 1997. En octubre de ese mismo año fue declarado Monumento Histórico por el Congreso Nacional.
Previamente, en 1992, el Consejo Deliberante porteño lo había incorporado al Catálogo de Edificios de Valor Patrimonial y declarado Área de Protección Histórica con un grado de protección estructural.
Historia de la Confitería
La Confitería del Centro, ubicada en las actuales Rodríguez Peña y Rivadavia, es comprada por Constantino Rossi y Cayetano Brenna (prestigioso repostero italiano) y rebautizada como Antigua Confitería del Molino por su cercanía al primer molino harinero a vapor de la ciudad.
En 1905 la confitería se muda a Callao y Rivadavia. Entre 1911 y 1913, Brenna compra dos propiedades aledañas y, asociado a la familia Rocatagliatta, decide la fusión de los tres edificios. Encarga la obra al arquitecto Francisco Gianotti.
De Italia se traen puertas, ventanas, mármoles, cerámicas, manijas de bronce y más de 150 m2 de vitraux. Se instala una marquesina, vitrales, mármoles, bajorrelieves de bronce, cerámica de oro y una réplica de juego de aspas de molino en herrería que, junto con la torre aguja, es el símbolo que identifica a la confitería.
En septiembre de 1930, durante el alzamiento militar que derrocó al presidente radical Hipólito Yrigoyen, encabezado por el dictador fascista Félix Uriburu, la confitería es incendiada y permanece cerrada hasta el 12 de octubre de 1931.
Cayetano Brenna muere en 1938 y la Confitería del Molino pasa a manos de Renato Varesse. En 1950 la compra Antonio Armentano quien vende en 1978 el fondo de comercio y la marca a una sociedad que un año más tarde presenta su quiebra, en pleno auge del plan de Martínez de Hoz, durante la dictadura cívico-militar.
La rescatan los nietos de Brenna, su dueño original, para finalmente cerrar definitivamente en febrero de 1997, en la época del uno a uno del menemismo.