A los 60 años de edad falleció el actor, titiritero y dramaturgo Héctor López Girondo, fundador del Museo Viajero, junto a Raquel Prestigiacomo y Fabián Uccello. Los vecinos de la Comuna 12 desde hace más de dos décadas disfrutan de sus obras en el Museo Histórico Saavedra.
(EBVP) El 17 de febrero, en España, falleció Héctor López Girondo fundador en 1995 del Museo Viajero junto a Raquel Prestigiacomo y Fabián Uccello. Fue titiritero del grupo de Ariel Bufano en el Teatro Gral. San Martín, actor egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático, dramaturgo y director de teatro.
Obra: La revolución en la cocina
“Como titiritero y marionetista es convocado por los festivales más importantes del mundo como los de Singapur, Malasia, Francia, México, Colombia, España, Eslovenia, entre otros” reseñan desde el portal digital de Alternativa Teatral.
Desde 1996 sus comedias históricas se presentan en el Museo Histórico Cornelio Saavedra ( Crisólogo Larralde 6309, Comuna 12) y en simultáneo exhiben estas obras en escuelas de todo el país.
Sus compañeros de esta aventura artística, que ya cumplió más de dos décadas, se expresaron en un mensaje enviado a nuestra redacción:
“Con honda tristeza pero también con alegría, recordamos aquel sábado de 1995 en que, durante un asado, dimos forma al Museo. Ese día surgió nuestra primera obra: Un siglo en un ratito. Luego vendrían las otras: La pequeña aldea, Un general sin Remedios, Un viaje redondo, Manuel Belgrano, ensayo general y Cabildo Abierto. Su sentido del humor, su alegría y su experiencia teatral le dio al Museo Viajero una magia que jamás perderá. Gracias Héctor por tu amistad. Siempre te extrañaremos”.
Un siglo en un ratito; La pequeña aldea; Un general sin Remedios y Cabildo Abierto
En una entrevista para nuestro periódico y portal digital, en agosto de 2015, Fabián Uccello (historiador y actor), contó que en ese asado Raquel Prestigiacomo (Licenciada y profesora en Letras, docente de la UBA, semióloga y escritora) comentó de la preocupación que le compartían sus compañeras docentes de lo difícil que les resultaba llevar a sus alumnos a museos. En la sobremesa, decidieron que si los chicos no iban al museo, éste debía ir a ellos.
López Girondo, en una nota publicada en Página 12 en abril de 1999, sobre la obra ‘Un siglo en un ratito’, explicó que “nos interesa que conozcan la historia a través de anécdotas, cada uno de los objetos permite disparar algún relato… se trata de desacartonar una experiencia de museo, de desarrollar una función teatral para que sea un momento divertido”.