¿Cómo afectó la pandemia mundial a los espacios teatrales? ¿Cómo sobrellevan este período de cuarentena? ¿Cuáles son las medidas que están tomando para seguir manteniendo sus fuentes de trabajo? El COVID-19 planteó nuevas dinámicas de realización y expectación para los espacios culturales. Nuestro portal tuvo la oportunidad de conversar con integrantes del espacio Hasta Trilce para saber cómo afrontan este período.
Por Mailén Maradei
Ubicado en el barrio de Almagro, Hasta Trilce se convirtió en un espacio donde abundan propuestas multiculturales. Dos salas de teatro, una editorial y librería, una revista, talleres, una productora audiovisual, una discográfica y una radio conforman la identidad de un lugar donde alberga la cultura en su máxima expresión.
“Originalmente, el espacio era un depósito de la editorial Losada. Fue comprado en el año 2009, se construyó durante dos años y abrió en agosto del 2012. Fue inaugurado por mis hermanos Sebastián y Paula, y Nai Awada. Además de la declarada conciencia de pertenecer al quehacer cultural independiente tanto en la posibilidad de contener propuestas, también es un espacio de producción propia con la vocación de desarrollarlo y mantenerlo dentro del ámbito independiente”, cuenta Tomás Bradley, uno de sus fundadores.
Desde sus comienzos, Hasta Trilce propició la difusión de propuestas no hegemónicas porque consideran la cultura independiente como una práctica en sí misma. “Sucede mucho que los espacios o las salas independientes, a veces, son entendidas como una variante de lo oficial y no como una práctica en sí misma que tiene su razón de ser y su propósito concreto”, señala Bradley.
Si se trata de crisis o devaneos económicos, les integrantes del espacio tienen experiencia ya que siempre tuvieron que remar para afrontar las vicisitudes de la industria cultural. Poco a poco, Hasta Trilce fue creciendo hasta consolidarse en el imaginario de la cultura independiente.
En ese sentido, Tomás Bradley enumera los logros del espacio: “En 2018, construimos un espacio anexo a la sala principal, inauguramos una radio, una editorial, un sello discográfico, una productora audiovisual, toda una oferta de talleres. En un momento del país poco alentador para los proyectos culturales, campeamos la crisis y fuimos para adelante”.
Cuando la cuarentena sobrevino para todes, el espacio se encontraba en plena expansión. “Estábamos anexando un espacio que había enfrente de Hasta Trilce, en conjunto con una asociación civil de descendientes de ucranianos. Llevaba dos meses funcionando cuando arrancó la cuarentena. También, habíamos empezado a unificar la radio, la editorial, el sello discográfico y la productora audiovisual en una pertenencia para generar una producción cultural en el campo independiente con una vocación de crítica y de conversación hacía lo político”.
Hasta Trilce ideó ciertas estrategias para sostener el espacio y el vínculo con sus espectadores y espectadoras en tiempos de coronavirus y distanciamiento social: la posibilidad de acceder a Compra Futura que brinda descuentos en entradas para espectáculos y comida cuando pueda reabrirse el espacio.
“Es una situación muy difícil para la cultura independiente y sus trabajadores y trabajadoras. Con los espacios cerrados, que son la casa de los artistas, es muy difícil sostenerse en lo económico. La opción de habilitar la Compra Futura fue una búsqueda para poder tener dinero en este tiempo de inactividad. Por supuesto, los ingresos que se generan con esto no son para nada comparables con estar abiertos. El espacio tiene responsabilidades colectivas con sus trabajadores y trabajadoras, así que había que buscar una manera de generar un ingreso”, señala Irene Gorelik, actriz, directora e integrante del equipo de Hasta Trilce.
Sumado a Compra Futura, el espacio teatral y cultural inauguró Comuna Trilce, un club de beneficios que incluye descuentos y promociones en espectáculos, libros y gastronomía. “Una de las cosas que ofrecemos en Compra Futura es la venta anticipada de dos entradas. Con esa compra, automáticamente se pueden convertir en socio o socia de Comuna Trilce de manera gratuita. Desde la reapertura de Hasta Trilce y por seis meses, la persona puede recibir todos los beneficios de Comuna Trilce sin aportar una cuota mensual para que se acerquen al espacio y aprovechen las actividades” dice Irene Gorelik.
Y adelanta los beneficios que se sumarán a este programa: “Vamos a comenzar con envíos de textos digitales semanales y, los que sean parte de Comuna Trilce, podrán recibir los textos publicados vía online”.
Ante la cuarentena y la imposibilidad del encuentro vivo, algunos espacios optaron por subir materiales audiovisuales de obras ya estrenadas. El teatro por streaming es una opción que les integrantes siguen debatiendo.
“Tuvimos discusiones en el espacio con respecto a la decisión de si subir material digitalizado o no pero el problema son los permisos. La discusión de si subir una obra de manera digital, no cancela el hecho de concurrir al teatro. Creo que son dos cosas distintas. Estamos viendo qué materiales tenemos para empezar a compartir. Nos parece importante difundir lo que se dio y lo que se va a dar en Hasta Trilce pero hay toda una parte burocrática que se está haciendo. Creo que todos estamos deseando que vuelve el encuentro cara a cara”.
El año pasado, abrieron una radio. Los medios de comunicación son una fuente importante de conocimiento y acompañamiento. Hoy, Hasta Trilce consideró esa opción para los tiempos en cuarentena; activaron una convocatoria para les artistes que deseen difundir sus materiales. A través de la lectura de cuentos y poesías con invitados especiales, Trilce en Cuarentena es un programa que se emite de lunes a viernes de 19 a 20 hs y que posibilita un intercambio cultural con los artistas y su público.
“Es una forma de acompañar en un momento de mucha incertidumbre. Hay gente que la está pasando muy mal en lo económico, en lo emocional y, no todos tienen la suerte de tener un balcón o un patio donde ver el cielo. El encierro afecta mucho a la salud mental y, la radio intenta ser un cable a tierra. En este momento, para mí es muy importante la imaginación, imaginarse ese futuro donde van a llegar los encuentros cara a cara. Mientras tanto, la radio funciona y tiene muchos programas”, señala Irene Gorelik con esperanza y un fuerte anhelo.
Subsidios para los teatros independientes
En marzo, el Instituto Nacional del Teatro (INT) anunció un plan de emergencia de 100 millones de pesos para preservar salas, elencos y festivales y contener la situación de vulnerabilidad que afronta el ámbito cultural.
Hasta Trilce fue uno de los espacios beneficiados con el Plan Podestá. “A quince días de la primera cuarentena, nos otorgaron el subsidio del Plan Podestá. De todos los beneficios, solo recibimos éste. Fue muy veloz y un gran alivio, esto nos sirve para sostener la estructura total”, cuenta Tomás Bradley e Irene Gorelik agrega: “Sin los subsidios, los espacios independientes no sobreviviríamos. Creo que muchos espacios se van a ver obligados a cerrar después de esto. Es muy difícil no poder estar en actividad y no tener el mismo acceso económico que ya de por sí para nadie era gran cosa”.
El futuro es incierto y los espacios culturales serán los últimos en reabrir. En Hasta Trilce, se encuentran expectantes y advierten: “Pensando en la Ciudad de Buenos Aires, que es enorme, me preocupa cómo vamos a lograr que las personas vuelvan a confiar en un desconocido o en una desconocida y sentirse cómodos sentándose al lado en un auditorio o en una fiesta. Yo creo que quedará un temor bastante grande en relación al contacto con los otros, no tanto entre los actores y las actrices en un ensayo de obra, sino más bien pensándolo en el público. Ese temor de desarmarse y pensar que todo está enfermo alrededor de uno o una, va a ser difícil de socavar. Ojalá que se demore poco tiempo”, afirma Irene Gorelik.
Más información:
Facebook: @HastaTrilce
Twitter: @HastaTrilce
Instagram: @hastatrilce
Radio: www.trilceradio.com.ar