El espacio Hasta Trilce cumple ocho años de existencia. Por la pandemia y para festejarlo prepararon actividades para sostener el espacio y acompañar a su público en esta cuarentena. En diálogo con Tomas Bradley, comenta qué actividades gestaron en este período.
Por Mailén Maradei
Hasta Trilce fue sumando disciplinas y expandiéndose cada vez más. Un sello discográfico, una radio, una productora audiovisual, una editorial, talleres y dos nuevas sedes se añadieron a este lugar donde conviven una variedad de disciplinas artísticas, la revalorización del arte y la preponderancia del quehacer colectivo en la cultura.
“No hay una posibilidad verdadera de que un proyecto independiente en el medio cultural pueda hacerse sino se encuentra una definición que cada espacio le da a su manera. Esto no puede hacerse con tres o cuatro personas, sino con la suma deliberada de muchas que van acomodando sus necesidades a los momentos políticos, a todo”, define Tomás Bradley, uno de los fundadores del espacio.
“Hasta Trilce debe todo a toda esa gente que se fue sumando en el camino y que fue redefiniendo la idea inicial del espacio, conteniendo el medio y abriendo oportunidades para que se puedan sumar personas y abrir horizontes. Había actividades que no teníamos pensadas cuando arrancamos con el espacio. El desarrollo y el estilo particular con que se soltó fue el resultado directo de haber aprendido a sumar gente y generar un grupo de trabajo con una horizontalidad”, reflexiona Tomás.
Por la imposibilidad de abrir el espacio al público por la pandemia, lanzó una batería de actividades que comenzaron con conciertos a la gorra a través de Facebook. Allí, pasaron Sofía Viola, Amanda Querales, Teresa Parodi y el domingo 30 de agosto cierran el mes con un concierto de la compositora y música Carmen Baliero.
Con la certeza de que esta modalidad online es la única permitida hasta el momento para los espacios independientes, Tomás afirma: “Como espacio cultural, es una estrategia viable ante las condiciones en las que estamos, pero de ninguna manera esa práctica puede reemplazar el vivo presencial. Los espacios culturales nos dedicamos a juntar a la gente físicamente, esto los vivos por streaming no lo pueden lograr. Dadas las circunstancias, son buenas maneras de mantener la estructura, la dinámica, el contacto con los artistas, el de los artistas con su público, pero no podrían pensarse como una forma de reemplazar al encuentro social”.
Otra propuesta interesante que se gestó durante este mes fueron conversatorios a través de Facebook Live donde diferentes gestores, actorxs culturales y personalidades de la cultura latinoamericana intercambian y debaten miradas sobre las artes escénicas. Las conversaciones son moderadas por Julieta Grinspan, actriz, titiritera y docente de teatro.
El sábado 29 a las 16 horas será el turno de Chile a través del grupo “La llave maestra” y se abordará el rol de la cultura y la realidad teatral en la efervescencia política chilena. Estas conversaciones son desarrollos de notas o artículos que se publicarán en la revista digital Teatro Situado. Es una coproducción de Ediciones Hasta Trilce y los productores originales del proyecto Teatro Situado.
“Siempre pensamos proyectos que puedan tener correspondencia con lo que está siendo discutido en el resto de Latinoamérica. El interés de la programación está centrado en las cosas que se hicieron en el espacio, que son como hitos de nuestra identidad. Es alegórica del pasado y, sobre todo, una búsqueda que se mantiene todo el tiempo; la idea de pensar que Hasta Trilce no solamente es un espacio que está en la Ciudad de Buenos Aires, sin caer en las trampas del pensamiento centralista. La visión unitaria es muy clásica de las capitales y, muy en particular, de la Ciudad de Buenos Aires”, cuenta Tomás.
La programación continúa con “Registros flamencos”. Esta disciplina artística ocupa un lugar muy importante dentro de la programación de Hasta Trilce. Para mantener el espíritu del flamenco que se vislumbraba en el espacio presenta una serie de registros de shows anteriores. Las transmisiones son los viernes a las 21 horas a la gorra con reserva previa por Alternativa Teatral.
“En Trilce, desde hace tres años, el flamenco tiene un lugar ya ganado. Todos los sábados y domingos había espectáculos. Los registros flamencos son filmaciones de conciertos que se hicieron en Trilce. Eso está funcionando muy bien”, dice Tomás Bradley.
Para culminar el festejo online, se presenta un clásico del espacio. Se trata del ciclo “Peña sin cadenas” moderado por el crítico y divulgador de cine Fernando Martín Peña. Se presentan películas sorpresas por el canal de Youtube de Hasta Trilce.
Sin conocer de antemano el título del film, el público puede acceder al canal y mirar la película que está disponible durante unas horas. “Fernando tiene una gran cantidad de seguidores cinéfilos pero fue generando un acercamiento muy grande de gente joven, guiados un poco porque subraya aspectos de las películas que logran generar interés sobre un material”.
La programación cinéfila cierra con proyecciones de películas realizadas por Trilce Composiciones. El jueves 27 a las 21 horas se transmitirá “La hermandad”, un documental sobre una de las competencias automovilísticas más importantes del mundo.
Mientras los espacios culturales independientes no pueden recibir público, Hasta Trilce propone una mirada multidisciplinaria y transversal de las artes y, a la vez, sostener un espacio que es un refugio para la cultura.
“Estamos muy concentrados en no dar un paso atrás con lo que nos planteamos, es decir, sostener la estructura para que cuando todo esto se normalice, podamos redoblar la estrategia. Esta situación remarcó la importancia intransferible que tiene el quehacer cultural. Siento que ahora no podemos ni aflojar ni retroceder un solo paso”, remarca Tomás Bradley.