El sábado 29 de julio la Huerta Vecinal festejó su quinto aniversario en el predio ubicado en terrenos linderos a las vías del Ferrocarril Mitre, en Curupaytí y Argerich. Talleres, ludoteca y la creación de un mural en memoria de “la noche de los bastones largos”.
Por Ignacio Di Toma Mues
El sábado 29 de julio, en una hermosa tarde, la Huerta Vecinal festejó su quinto aniversario, con la consigna de “Justicia Ambiental es Justicia Social”. Durante la jornada se realizaron talleres de compost y reciclado social, maquillaje y peinado, además de una ludoteca.
También se pintó un mural alusivo a la “noche de los bastones largos”, ocurrida un 29 de julio de 1966 durante la dictadura del General Onganía, noche que desalojaron a los golpes y detuvieron a docentes y alumnos que resistían la intervención de la Universidad de Buenos Aires.
Estuvieron presentes la diputada nacional Paula Penacca, los comuneros Pablo Ortiz Maldonado y Karina Murúa, y los legisladores porteños Matías Barroetaveña y Victoria Montenegro, quienes en las próximas elecciones buscaran renovar sus mandatos tanto en la ciudad como en la comuna 12. Y también participaron los precandidatos a la junta comunal Erica Rivas, Federico Chapparrone y Lautaro Ambrosone; y Andrés La Blunda a legislador porteño.
Andrés La Blunda, nieto recuperado al igual que Victoria Montenegro, destacó la importancia de la juventud en el proyecto de la huerta y de la organización “para la toma de conciencia de la importancia de cultivar la tierra, y de compartir lo producido con la comunidad”, y añadió que el dialogo que se da desde este lugar con la comunidad es el camino “y que mejor que esta experiencia sea eje de identidad de nuestra propia propuesta política”.
Por otro lado, dijo que el ciclo de 16 años del PRO está totalmente agotado y que Unidad por la Ciudad es la alternativa de una ciudad donde se pueda vivir bien, “que podamos tener seguridad, disfrutar del espacio público, de salud de calidad, y no una salud privatizada para unos pocos, donde la educación sea para todos y para todas, y que la educación especial esté en la agenda”.
Victoria Montenegro remarcó que, a pesar de la adversidad, hace cinco años recuperaron un espacio abandonado, “decidieron algo que el PRO disputa mucho que es el uso del espacio público, quienes tienen derecho al espacio público, y acá la militancia, y sobre todo los jóvenes, se pusieron al frente y lo transformaron de una manera hermosa y eso es lo que queremos celebrar”.
“Es un orgullo contar en la ciudad con estas iniciativas” expresó Matías Barroetaveña. Y contó que venía de estar reunido con gente de los bachilleratos populares y que al recorrer la ciudad “se encuentra con montones de experiencias comunitarias que demuestran que ese proyecto individualista que se intenta desde hace mucho tiempo imponer en la ciudad no ha logrado triunfar”. Respecto a la huerta, aseguró que “esta experiencia es una demostración de una de las cuestiones que están en disputa en estas elecciones”
“La huerta – señaló Lautaro, militante de la huerta y precandidato a comunero – es el espacio que habitamos y lo construimos para que sea habitado por los vecinos y vecinas, y por los militantes y las militantes. Es un espacio de resistencia, de organización de la comunidad con consecuencias políticas y sociales, y eso es lo que nosotros esperamos que sea la huerta, y es por lo que trabajamos”.
Y agregó: “la derecha propone sacar cada vez más plata de lo público con las viandas de los estudiantes, de manera inescrupulosa hacer política para hacer plata… nosotros creemos que la política viene para otra cosa, creemos que es para transformar la vida a la gente, para sumar y construir”.
Pablo Ortiz Maldonado, actual comunero en la 12, resaltó que “le pusieron mucho hace cinco años, esto era un baldío y hoy es un lugar lleno de luz, de vida, de plantas y de un montón de condimentos que siempre nos llevamos de acá, eso también era la idea de cuando hablamos de espacio público. Lo que hacemos, y vamos a seguir haciendo, es denunciar a Larreta por usar el espacio público para emprendimientos privados y para los negociados, pero también es, junto a los vecinos y las vecinas, usar nuestro espacio público para la comunidad”.
Y recordó que hace unos años, junto con Cecilia Gregoratta, “alma mater” de la huerta y militante de la Cámpora de Villa Pueyrredón, hablaban de la idea de un pacto ambiental para la Comuna 12 y afirmó que la huerta vecinal de Villa Pueyrredón es el mejor ejemplo.
La ronda de oradores, en la tarde de festejos por la huerta, la cerró la diputada nacional, y primera precandidata al Congreso nacional por Unión por la Patria, Paula Penacca. “Cuando vine hace unos años, esto era más informal porque no estaba todavía el permiso de uso precario, había menos infraestructura, pero había idéntico que ahora, una fuerza, un compromiso, una alegría, un amor, porque en este espacio siempre se construyó así, en este espacio, en esta comuna, en esta ciudad, desde nuestro espacio político”.
“Como todo lo que se construye con amor, con solidaridad, con compromiso y convicción – dijo – las cosas crecen como esta huerta, que crece, crece, y crece, y es nuestra propuesta en la ciudad de Buenos Aires, apostar a seguir creciendo, a construir desde el amor en contra de políticas de mucha violencia”.
Enumeró, a modo de ejemplo, que el Gobierno de la Ciudad “permitió que se caigan los techos de las escuelas en la cabeza de los pibes, dejó abandonados a su suerte a los y las comerciantes durante la pandemia, cuando el estado nacional pensaba políticas para asistir como el ATP y el IFE, a bajar las raciones a los comedores comunitarios en pandemia, abrir las escuelas y que se mueran docentes cuando el gobierno nacional estaba haciendo un gran esfuerzo con las vacunas”.
Y expresó que “nosotros no sólo apostamos al amor, sino a construir comunidad, comunidad organizada porque tenemos las grandes enseñanzas que nos dejaron Perón y Eva”.
Para finalizar esta nota, vamos a recordar lo que describía sobre la huerta vecinal este cronista en enero de 2021 (Recuperando aires de provincia): Las historias barriales nos cuentan que en primavera era inconfundible el aroma a glicinas. Y como no recordar el tango de los hermanos Expósito, Homero y Virgilio, que inmortalizó Roberto Goyeneche, emblema de la Comuna 12: “perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon en el viento…”
Este corredor, con su plaza, el paseo de plantas nativas y la huerta, le brindan nuevamente esos aíres de provincia a nuestro barrio, cuyas tierras antes de la federalización del municipio de Buenos Aires formaban parte del partido de San Martín.
En el atardecer, el sol, cayendo sobre la zona aledaña a la estación de Migueletes, despliega un manto de luces y sombras sobre la huerta vecinal, nacida desde la comunidad para recuperar para sí el espacio público.