Para seguir con quórum propio, el PRO necesita al menos 15 de las 30 bancas que renueva en la Legislatura porteña. Debe tener un desempeño similar al de la histórica elección de 2017. De todos modos, temen una rebelión de microbloques.
Por Juan Manuel Castro, de la Cooperativa EBC para el portal elbarriopueyrredón
La experiencia lo mostró: es importante, y muchas veces excluyente, tener la mayoría en la Legislatura porteña. Desde el oficialismo PRO, hoy Juntos por el Cambio, lo saben y por eso la renovación en Perú 160 es tan importante como la reelección de la fórmula Horacio Rodríguez Larreta – Diego Santilli en el Poder Ejecutivo, dando continuidad a la gestión amarilla que se remonta a 2007.
En las elecciones generales del 27 de octubre de este año se renuevan 30 de los 60 escaños de la Legislatura porteña. El oficialismo gestiona durante casi dos años con 34 bancas a su favor, por las que tuvieron quórum y mayoría propia.
El año pasado Vamos Juntos hizo aprobar, en solitario, polémicos proyectos: reforma de los Códigos Urbanístico y de Edificación; creación de la UniCABA (universidad de formación docente que a largo plazo reemplazará a los 29 profesorados); subasta de terrenos públicos porteños (propiedad de Ciudad o Nación).
Son iniciativas rechazadas por las fuerzas vivas, desde comunidades educativas hasta entidades barriales. En las audiencias públicas o las reuniones de las comisiones parlamentarias exponían que las leyes se hacían realidad solo por ese quórum.
Por la renovación, el oficialismo pierde 18 legisladores propios. Se queda con 16, con mandato hasta 2021. En las elecciones debe incorporar al menos a 15 nuevos representantes para obtener el quorum: 31 escaños, la mitad más uno.
El armado de Juntos por el Cambio incluye a integrantes de la Coalición Cívica, Confianza Pública, Evolución, y Socialismo. Están en los primeros lugares y van a entrar varios de estos representantes, antes que los “PRO puros”. Para que el oficialismo continúe con el quórum propio necesita que todas las incorporaciones le respondan.
En off, algunos legisladores consultados dicen que: “La atención es mantener la identidad del bloque con el que trabajamos estos años”. Este asunto no está definido. En los primeros lugares de Juntos por el Cambio hay al menos tres lugares con bloque propio que en varias ocasiones votaron contra el PRO: Roy Cortina (Socialismo); María Patricia Vischiy Marcelo Guouman (Evolución).
Si deciden mantener los bloques y no sumarse al oficialismo para votar siempre de forma alineada, Juntos por el Cambio debe incorporar al menos 18 legisladores de los 30 que hay en juego.
En cuanto a votos, solo para tener 15 lugares debe tener un piso en torno a los 900.000 electores (casi la mitad de las personas habilitadas), ya que se emplea el Sistema D’Hondt y la distribución depende del desempeño de otras listas.
En las elecciones de 2017 el oficialismo, que se presentó con el nombre Vamos Juntos (PRO, Coalición Cívica, Confianza Pública y otros aliados), alcanzó el 50% de los votos, una marca histórica. Tuvo el apoyo de 971.116 electores, lo que implicó la incorporación de 16 legisladores.
En segundo lugar, con 243.648 y cuatro bancas a favor, se ubicó el frente Evolución, integrado por radicales y socialistas liderados por Martín Lousteau, quien este año es aliado del oficialismo y se postula como primer candidato a senador porteño. Hoy el bloque Evolución tiene cinco representantes, de los cuales dos culminan a fines de 2019.
Para este año, hay miradas contrapuestas. Muchos opinan que la elección a presidente de la Nación (disputa que polarizará entre la continuidad de Mauricio Macri o la llegada de Alberto Fernández secundado por Cristina Fernández de Kirchner) determinará el resto de la boleta electoral, es decir, cargos a jefe y vicejefe de Gobierno, legisladores y hasta comuneros.
En el oficialismo confían en que la sucesión de Casa Rosada no afectará lo local. Confían en el apoyo ciudadano por la inauguración de obras como el Paseo del Bajo, los viaductos de los trenes Mitre y San Martín y nuevos espacios públicos.
Puertas adentro, hay enojos en el armado de la lista de legisladores. Quienes se definen como “PRO puros” o referentes territoriales están enojados porque los primeros lugares de la lista fueron a bloques aliados como Coalición Cívica, Confianza Pública, Evolución, incluso el Partido Socialista.
Algunos temen que esto derive en pequeños bloques de dos o tres legisladores que hagan perder fuerza al oficialismo.
En sus primeros años, el PRO resolvió la falta de quórum propio en la Legislatura porteña al acordar con partidos y monobloques aliados. Consecuencia de las elecciones de 2015 y 2017, donde el armado opositor de Lousteau viró hacia el oficialismo, se configuró el actual interbloque Vamos Juntos con 34 bancas. Sectores “puros” ven como un retroceso tener que depender de bancadas pequeñas.
De todos modos, llegado ese escenario será importante el rol de estos legisladores, con mandato hasta 2021: María Inés Gorbea, Leandro Halperin y Juan Francisco Nosiglia de Evolución; Hernán Arce del Socialismo y Sergio Abrevaya del GEN.
Terminan su mandato estos legisladores del oficialismo: Omar Abboud; José Luis Acevedo; Christian Bauab; Mercedes De Las Casas; Daniel Del Sol; Carolina Estebarena; Maximiliano Ferraro; Natalia Fidel; Diego García Vilas; Diego Marías; Eduardo Petrini; Daniel Presti; Francisco Quintana (Vicepresidente I de la Legislatura); Lía Rueda; Maximiliano Sahonero; Eduardo Santamarina; Paula Villalba; Jian Ping Yuan.
Así quedó armada la lista de Juntos por el Cambio: Diego García Vilas (Confianza Pública, renueva); Ana María Bou Pérez (ministra de Salud); Roy Cortina (socialismo, renueva); Manuela Thourte (cercana al radical “Coti” Nosiglia), Facundo Del Gaiso (exauditor, Coalición Cívica); María Patricia Vischi (Evolución), Daniel Del Sol (PRO); Lucía Romano (Coalición Cívica); Martín Ocampo (exministro de Justicia y Seguridad, renunciado tras el frustrado superclásico River-Boca); Mercedes De las Casas (PRO); Marcelo Guouman (Evolución); Natalia Fidel (Confianza Pública); Matías López (secretario de Desarrollo Ciudadano); Gimena Villafruela (cercana a Marcos Peña); Esteban Garrido; Carolina Estebarena (PRO); Diego Weck (UCR); Carolina Barone; Claudio Augugliaro; Pilar Bosca.
Tras la expansión del oficialismo en la Legislatura porteña, la oposición quedó referenciada en dos ejes: el Frente de Todos (Unidad Ciudadana y Bloque Peronista) y la izquierda (Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Autodeterminación y Libertad).
En Unidad Ciudadana terminan su mandato Javier Andrade, Andrea Conde, Paula Penacca (candidata a diputada nacional) y Carlos Tomada. Continúan hasta 2021: Victoria Montenegro, Lorena Pokoik, Mariano Recalde (candidato a senador nacional) y Leandro Santoro. En el Bloque Peronista María Rosa Muiños y Santiago Roberto siguen hasta 2021; terminan su mandato Claudio Heredia y Silvia Gottero.
Estos son los primeros lugares en la lista de Frente de Todos: Claudia Neira (exlegisladora y actual directora del Banco Ciudad por la oposición); Claudio Ferreño; Ofelia Fernández (feminista y expresidenta del Centro de Estudiantes del Carlos Pellegrini); Claudio Morresi (exsecretario de Deportes, excandidato a legislador en 2017); Cecilia Segura (auditora general porteña); Javier Andrade; Maru Bielli (feminista y militante del colectivo El Hormiguero) y Matías Barroetaveña (director del Centro de Estudios Metropolitanos, excandidato a legislador).
En el FIT vence el mandato de Laura Marrone; Gabriel Solano y Myriam Bregman tienen mandato hasta 2021. La primera candidata a legisladora del FIT es Alejandrina Barry. En Autodeterminación y Libertad termina el mandato de Fernando Vilardo, quien es candidato a renovar la banca; su compañera Marta Martínez estará hasta 2021.
Por último, termina su mandato Marcelo Depirerro, del monobloque Mejor Ciudad.