Las elecciones en la ciudad de Buenos Aires ya pasaron. Sin embargo, de cara a la elección presidencial, la capital
de la República Argentina se convierte en un tablero de jugadas, operaciones y apuestas políticas.
Por Fernando Casasco
Es muy difícil que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pase desapercibida en una elección trascendental como la del próximo 25 de octubre de 2015, en la que se elige Presidente por los próximos cuatro años. Pero en este caso se suma el hecho de que uno de los principales candidatos es, además, Jefe de Gobierno porteño, mientras que otro nació, vivió y realizó gran parte de su actividad política de “este lado” de la Avenida General Paz.
La publicidad del escándalo
Tras el estallido del escándalo de Fernando Niembro, que obligó a la renuncia del periodista a la candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el PRO creía haber superado el mal trago por contrataciones irregulares en el Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, día a día se suman datos sobre manejos turbios en el área de publicidad, una de las cuentas que el macrismo más aumentó desde su llegada al Ejecutivo porteño.
En las últimas semanas, varias radios del interior y medios comunitarios del país negaron haber recibido las sumas económicas que figuran entregadas en materia de pauta publicitaria en la página web de la administración de la Ciudad. Las sumas otorgadas llegan a figurar hasta con un 100% de recargo frente a las reales.
Increpado por un periodista en Tandil – cuyo medio figuraba entre los que habían recibido dicha pauta – acerca del por qué de esta divergencia en las cifras, el candidato de Cambiemos aseguró que se debió a un “error de carga”.
Recientemente también se reveló que la empresa contratada para repartir la publicidad entre los medios del interior es la misma que lleva adelante la campaña de vía pública de la alianza Cambiemos.
Para colmo, la modalidad de contratación directa puesta en práctica en el caso de la empresa de Niembro, se demostró como un modus operandi en la Ciudad. Entre otras, se comprobó que lo mismo se hizo con el Grupo Synergia – fundado por el ex legislador del PRO, Avelino Tamargo – encargado de organizar eventos especiales, por los cuales embolsó más de 22 millones de pesos. También se denunció que se contrató en forma directa a dos empresas para arreglar veredas en la Ciudad, por una suma de 47 millones de pesos, las cuales no registran personal empleado.
Las denuncias contra la dirigencia del PRO llegaron a los tribunales. Fiscales de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos denunciaron a Niembro por posible lavado de dinero. En tanto, pidieron que se investigue a Horacio Rodríguez Larreta y varios funcionarios porteños por los delitos de incumplimiento de deberes, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública y administración fraudulenta.
Asimismo, el director de un canal de Misiones denunció por el delito de encubrimiento, falsificación de documentos públicos y malversación de caudales públicos, a Macri, María Eugenia Vidal y funcionarios del área de Comunicación del gobierno porteño.
Perón y Macri, ¿un solo corazón?
En una campaña en la que todos los candidatos buscan el menor detalle para sacar ventaja a sus rivales, varios intentan conseguir votos entre el electorado independiente. En cambio, Mauricio Macri parece determinado a tratar de seducir a ciudadanos identificados con el Peronismo.
Así fue como el candidato de Cambiemos compartió un acto con el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, quien hasta ahora se mostraba equidistante de la batalla electoral. El Jefe de Gobierno porteño y el líder de los camioneros se dedicaron a tirarse flores mutuas. Moyano aseguró que el Gobierno de la Ciudad, “supuestamente de derecha, fue el primero que reconoció los derechos de los trabajadores». Desde la campaña de Daniel Scioli se tildó al acto como una “foto de ocasión” y se acusó de oportunistas a ambos dirigentes.
Pero los gestos de Macri hacia los votantes peronistas no terminan allí: el Jefe de Gobierno inauguraba sobre el cierre de esta edición el primer monumento a Juan Domingo Perón en la ciudad de Buenos Aires. En el acto, dirán el presente el propio Moyano y varios ex presidentes provisionales, como Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Ramón Puerta. Para sacarle algo de tinte electoral, los organizadores también invitaron “especialmente” a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La salud de nuestros hijos
También en la campaña se metió el conflicto por el financiamiento del Hospital pediátrico Garrahan, en donde los trabajadores denuncian que en los últimos 18 meses la institución sufrió un recorte de 450 millones de pesos en los fondos que debe girarle el gobierno de Mauricio Macri.
Según consta en la normativa vigente, que data de 1989, la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se comprometen a aportar partes iguales al presupuesto del centro médico, que realiza más 10.000 cirugías complejas al año. Sin embargo, en los últimos dos ejercicios la deuda porteña se fue incrementando y, según los profesionales, se hace insostenible el cumplimiento de todos los servicios que brinda el hospital.
Pese a la gravedad del asunto, el tema fue nuevamente visto en clave de campaña electoral desde los distintos sectores de la política nacional.
Por un lado, la presidenta Cristina Fernández acusó a la Ciudad de Buenos Aires por no “pagar la cuota que le corresponde” al Garrahan y denunció que en “algunos lugares” de la Capital Federal “piden documento de identidad para ver si atienden o no a un chiquito enfermo”.
Por su parte, Macri dijo que no se discrimina al Garrahan, sino que se hace “exactamente lo mismo en todos los hospitales”. Y minimizó la polémica, al asegurar – al mejor estilo Mirtha Legrand – que los profesionales del nosocomio “están muy politizados”.
Rumor de tango en el gabinete
Saliendo de la coyuntura y yendo al terreno de la especulación política, en los actos de los candidatos se vislumbran algunas señales que involucran a la Ciudad de Buenos Aires, de cara a lo que vendrá después del 10 de diciembre.
En el caso de Daniel Scioli, se barajan varios nombres de dirigentes porteños para conformar un posible gabinete, en caso de un triunfo del candidato del Frente para la Victoria. Queda claro que la Jefatura de Gabinete sería para quien cumple la misma función actualmente en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez, ex legislador porteño y de amplia trayectoria política en la ciudad.
Otro que sigue los pasos del gobernador bonaerense, Gustavo Marangoni, figura como número puesto para la Anses: Scioli pagaría así al titular del Banco Provincia, por el gesto que tuvo al bajarse de la precandidatura a Jefe de Gobierno del FPV, en apoyo a Mariano Recalde.
El ex jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, reemplazaría a Teresa Parodi en el Ministerio de Cultura y podría compartir gabinete con su ex rival en la campaña porteña de 2007, Daniel Filmus, quien suena para volver a Educación o para ocupar la cartera de Ciencia y Tecnología.
También trascendió que Scioli daría un papel privilegiado a la relación con la Ciudad y tendría ya acordado con la gente de Rodríguez Larreta el traspaso de las comisarías porteñas de la Policía Federal.
Por su parte, Macri también confirmó que se llevaría a varios de sus colaboradores porteños a Balcarce 50 en caso de alcanzar la Presidencia. Esteban Bullrich pasaría a ocupar la cartera educativa nacional; el actual diputado Jorge Triacca (hijo) se desempeñaría como ministro de Trabajo; mientras que el titular del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, recalaría en el Palacio de Hacienda.
Una que volvería a un lugar que ocupó en la primera Presidencia de Cristina Kirchner es Graciela Ocaña, a quien se menciona como ministra de Salud. En tanto, el líder del PRO le pagaría su apoyo a Elisa Carrió con una “embajada en Europa”: al parecer no la quiere muy cerca.