Todos conocemos alguna leyenda urbana. Algunas nos han llegado a través de tradiciones familiares, otras se han difundido como reguero de pólvora por toda la sociedad en un momento dado, las hay que no se establecen en ningún lugar específico y las que se encuentran circunscriptas a una determinada geografía o a un cierto grupo.
Por Aldo Barberis Rusca
Las leyendas urbanas circulan por la sociedad y florecen alimentadas por las tecnologías de la comunicación.
Una leyenda, así sin más, suele ser un historia breve, que relata un episodio único, habitualmente ubicado en un tiempo y lugar determinados y que establece ciertas afirmaciones de valores relativos a un pueblo o grupo y, a diferencia de los cuentos, pretenden ser relatos de la realidad.
Así aparecen las leyendas acerca de los orígenes o fundacionales, sobre las aventuras o hazañas de ciertos personajes o héroes, las moralizantes, etc.
Las leyendas urbanas por lo general dan cuenta de hechos supuestamente contemporáneos y utilizan como mecanismo de validación la referencia a algún personaje conocido por el relator. En los Estados Unidos se conoce a estas historias como del “amigo de un amigo”.
Una de las leyendas urbanas más conocidas mundialmente es la de la muerte del Beatle Paul McCartney.
Según ésta, Paul habría muerto en un accidente automovilístico el 9 de noviembre de 1966 y que a raíz de esto fue reemplazado por un doble muy parecido físicamente y con la misma voz.
Como prueba de la veracidad de esta afirmación se pusieron infinidad de mensajes “ocultos” en los discos posteriores a la fecha de su muerte; desde textos que solamente se escuchaban pasando los discos al revés hasta determinados simbolismos puestos en las tapas de algunos álbumes.
Otra leyenda universal es la que afirma que Walt Disney se encuentra congelado, o más precisamente crioconservado, esperando que la ciencia descubra cómo volverlo a la vida.
Algunas leyendas urbanas se repiten en distintos lugares cómo si hubieran pasado ahí.
La leyenda que cuenta que un matrimonio norteamericano compra en México un pequeño cachorro de perro chihuahua que resulta ser una rata, en Argentina toma la forma de un trabajador del puerto de Buenos Aires que encuentra un cachorrito abandonado que termina siendo una cruza entre una rata y uno de los hurones que se usaban para combatirlas.
Otra historia que se repite en casi cualquier parte del mundo es la que dice que un inspector encuentra en un restaurante chino una heladera llena de ratas que se usaban en lugar de pollo en las comidas.
No faltan algunas historias de características bastante truculentas como la que cuenta la historia de la niñera que cocinó al horno al niño que tenía a cargo y luego se lo sirvió a la madre para la cena.
Una historia muy difundida mundialmente relata que un hombre despierta, luego de una noche de placer con una mujer a la que conoció en un bar, dentro de la bañera del hotel llena de hielo y con una terrible cicatriz en el vientre. A su lado encuentra una nota que lo insta a llamar a emergencias ya que le habían extirpado un riñón.
Una variante de esta última cuenta que al despertar el hombre, o la mujer en algunos casos, encuentra en el espejo del baño escrito con lápiz de labios “Bienvenido al Club del SIDA”.
En tiempos de medios de comunicación de masas estos no están al margen de las leyendas urbanas.
Una bastante absurda, pero que en España es repetida aún después de mucho tiempo, da cuenta que el cantante Ricky Martin participó en el programa “Sorpresa, sorpresa” (similar al “Sorpresa y media” local) con el objeto de sorprender a una adolescente fanática de su música.
Lo cierto es que el cantante se esconde dentro de un armario con una cámara y cuando sale a sorprender a la adolescente la descubre teniendo relaciones sexuales con su perro.
En el ámbito local fue muy famoso el caso de la ventosidad emitida por una por entonces famosa profesora de gimnasia en pleno programa de TV.
En ambos casos muchos son los que aseguran haber visto los hechos relatados pero al momento de encontrar las pruebas, estas no existen.
La persistencia de estas historias en el acervo popular ha servido para que sirvieran a fines generalmente infames; así fue como se tejieron infinidad de historias acerca de la sexualidad de la emperatriz Catalina II de Rusia, llegando al extremo de atribuir su muerte a ser penetrada por un caballo.
Sin lugar a dudas el extraordinario poder acumulado por una mujer sumado a una brillante gestión de gobierno y a su liberalismo personal que la llevó a tener una buena cantidad de amantes durante su vida llevó a sus detractores a propagar toda suerte de historias acerca de la gobernante.
Más sórdido aún es el caso de “Los protocolos de los sabios de Sion”, un libelo antisemita difundido con el único objeto de justificar los pogromos en la Rusia zarista y, mas adelante, en la Alemania nazi, que a pesar de lo absurdo de su contenido continúa siendo repetido por millones de personas en el mundo.
Cabe destacar que el gran difusor en el mundo occidental de esta obra fue nada menos que Henry Ford quien además escribió “El judío internacional”, libro que fue base para el pensamiento de Hitler.
Nuestro país no fue ajeno a las leyendas urbanas gestadas con el objeto de difamar y socavar a gobiernos y políticos, la mayor parte de las cuales tuvieron por objeto al peronismo.
La dictadura militar que derrocó al gobierno en 1955 fue muy prolífica en difundir leyendas acerca del gobierno depuesto que iban desde las supuestas fortunas de algunos funcionarios hasta supuestas orgías sexuales que se llevaban a cabo en la quinta de Olivos con las estudiantes de la UES (Unión Estudiantes Secundarios)
El colmo del desatino fue la difusión de fotos de Gina Lollobrigida desnuda al lado de Perón tomadas con una cámara especial que, según los entendidos el General había encargado a un ingeniero alemán exiliado en el país, y que le permitía fotografiar mujeres sin la ropa.
La proliferación de medios de difusión, especialmente internet, ha posibilitado que estas especies se multipliquen hasta el infinito al mismo tiempo que aseguran el anonimato de los difusores.
Y será entre los más recalcitrantes donde encuentre terreno fértil para crecer y multiplicarse alimentadas por el veneno y el odio
Hoy las leyendas urbanas han tomado la forma de programas periodísticos que difunden afirmaciones sin pruebas ni asidero; féretros sin cadáveres, supuestas adicciones, bóvedas ocultas, fortunas resguardadas en mausoleos, excesos sexuales, patologías inexistentes y decenas de otras mentiras que van conformando una leyenda negra que se expande como una mancha de aceite entre quienes necesitan una justificación para su odio.