Licitan obras eléctricas complementarias en la Línea B de subterráneos en el marco de la adaptación de la infraestructura para el funcionamiento de las formaciones usadas compradas al Metro de Madrid hace dos años y medio. El presupuesto oficial es de 428 millones de pesos.
(EBVP) La empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) lanzó la licitación pública N° 182/15 para la realización de obras eléctricas complementarias en la Línea B de subterráneos por un valor de casi 428 millones de pesos.
La obra abarca el proyecto, provisión, montaje y puesta en marcha de cables para anillo de Media Tensión, alimentación a tercer riel, seccionadores de túnel, modificaciones en subestaciones y de otros sistemas complementarios en la alimentación eléctrica.
“Cabe señalar que todas estas modificaciones apuntan a adaptar la línea a la circulación de trenes con mayor consumo eléctrico, como es el caso de los CAF 6000 adquiridos de segunda mano al Metro de Madrid y que, por ejemplo, demandan en el arranque un 50% más de energía que un CAF 5000” destacó el portal digital enelsubte.com especializado en el tema.
A pesar de haberse reducido la potencia de los motores de los coches CAF 6000, sólo seis de las catorce formaciones están en funcionamiento.
La adaptación de las subestaciones eléctricas y la instalación de la catenaria rígida; la adaptación al nuevo sistema de alimentación superior (catenaria) de los coches que ya circulaban en la línea B y que funcionaban con alimentación por tercer riel; más otras obras y las que corresponden a la actual licitación, suman un gasto total de 73 millones de dólares.
Por los 86 coches comprados al Metro de Madrid se pagó 62 millones (que incluye traslado, asesoramiento técnico y alquiler de galpones) precio al que hay que sumarle los gastos de adaptación por 73 millones de dólares más el lucro cesante por la perdida de pasajes vendidos (alrededor de 3 millones de dólares) a consecuencia de la reducción del horario de circulación y el cierre del servicio los fines de semana.
En total – de no mediar nuevas obras en el futuro – se destinaron 135 millones de dólares, resultando que cada coche usado CAF 6000 costó un 30 % más caro que los “cero kilómetro” comprados por el Gobierno Nacional destinados a la Línea A.