“Llevalo, es gratis”, la economía sin dinero se instala en Agronomía

Podés dar y no llevarte nada. Podés llevarte todo y no dar nada. No es trueque, es un espacio donde todo es gratis. En los últimos años se multiplicaron en distintos puntos de la Ciudad y se enmarcan en una nueva economía que le hace frente al capitalismo. El Barrio Villa Pueyrredón habló con Daiana Viscardi, fundadora de la Gratiferia de Villa Pueyrredón y alrededores que funciona en Parque Agronomía.

Por Luciana Aghazarian

¨Todo es gratis y podés llevarte lo que quieras. Ese es el concepto de las Gratiferias que se instalaron, espontáneamente, en la última década en todo el país. El movimiento se expandió sobre todo en los parques de la Ciudad de Buenos Aires, pero tiene sus réplicas en las distintas provincias; incluso funciona en países vecinos como Brasil, Uruguay y Chile así como en Europa, en España y Francia.

No se trata de una obra de caridad ni de un trueque. El objetivo es que objetos que ya no tienen uso para algunos continúen circulando y teniendo utilidad a manos de otros. Cualquiera puede llevarse algo – o todo – de las Gratiferias, la única condición es darle una vida útil. En estos encuentros, que suelen darse en plazas y parques, hay de todo: desde muebles y objetos de decoración a libros y tecnología. La cantidad y variedad de objetos depende de las donaciones de particulares, en general, conscientes de que lo que permanece inutilizado ocupa lugar y polvo, y puede convertirse en un objeto de valor para otro.

Hace tres años Daiana Viscardi se fue de vacaciones a Brasil y se conectó, por casualidad, con un grupo que la hizo tomar consciencia sobre la necesidad de adoptar hábitos más saludables para ella y para el medio ambiente.

Así, cuando regresó a Buenos Aires, creó Amanece la Tierra, “un espacio para tomar consciencia sobre lo que pasa en la tierra”, asegura. Comenzó haciendo talleres de reciclado, de ecoladrillos y de higiene natural, y hoy elabora comida y productos naturales, aptos para veganos.

En medio de este proceso, en 2013, luego de visitar la Gratiferia de Parque Saavedra, decidió llevar la idea a su barrio, en el marco de los talleres de Amanece la Tierra. Así, con un grupo de amigos, armó el espacio en la Plaza “Nunca Más” en Villa Pueyrredón que al poco tiempo, en busca de una mayor visibilidad, se mudó a Parque Agronomía.

“Un montón de mis amigos que tenían cosas para dar y que solían llevarlas a una iglesia las comenzaron a traer a la Gratiferia. Tiene que ver no solo con dar sino con compartir, jugar, probarse las cosas de otros, reírnos. Nos quedamos con una linda sensación el primer día que la hicimos y decidimos seguir”, relata Daiana.

Desde junio pasado la Gratiferia Villa Pueyrredón y alrededores se instala junto a la Feria del Productor al Consumidor, los segundos fines de semana del mes. También tiene su correlato en la web en un grupo de Facebook que cuenta con más de 500 participantes y funciona en forma permanente.

“Vos podés limpiar los espacios, dejar lo que está estancado y ya no usás, traerlo y de repente no llevarte nada. También podés venir sin nada y llevarte todo. No hay límite. De cualquier modo la mente trabaja: ‘yo no llevé nada y me llevé esto. La próxima doy algo’. Todos tenemos para dar y podemos recibir cosas sin dinero. También es una forma de sanar las viejas creencias que vienen a raíz del capitalismo, que nos incorporó que necesitamos dinero para compartir, para tener y relacionarnos”, expresa la iniciadora de este grupo.

En un mundo predominantemente capitalista “cuesta” – paradójicamente – comprender que uno pueda llevarse, sin más, lo que uno quiere. Si bien estos espacios se multiplicaron en los últimos años aún hay quienes no lo conocen y las reacciones ante lo gratuito suelen ser diversas: desde la desconfianza hasta el temor, la risa y la vergüenza. “En cada Gratiferia te llevás un montón de recuerdos, las caritas de la gente cuando la conoce por primera vez. Hay gente que enseguida comprende y se lleva algo, gente tímida que pregunta cuánto cuesta, mucha gente a la que le decís que es gratis y te responden ‘no, gracias’ y sigue caminando. Muchos, también, se van emocionados. Nos pasó con una mujer que tenía seis hijos y una Navidad se llevó regalos para todos. En general, cuesta mucho entender, es una idea totalmente nueva para nuestro entendimiento”.

Daiana explica que hasta a ella misma le dio vergüenza llevarse algo la primera vez que le tocó visitar una Gratiferia, pero que el que se abre a vivenciar esa experiencia queda marcado. No hay vuelta atrás.

“Se trata de una nueva economía y la idea es impulsarla entre todos. Es un concepto sacado de la naturaleza, que te da y no te pide”.
Para mayor información, visitar la red social Facebook: “Gratiferia Villa Pueyrredón (y alrededores!)”

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