“Los alimentos no tienen agroquímicos ni conservantes, y conocemos las manos que los producen”

La “Feria Viva” del Centro Cultural Nunca Más funciona semana por medio, los días sábados, en Av. Nazca 5099, en conjunto con la cooperativa la Asamblearia. Ofrecen productos naturales y agroecológicos, como conservas, miel, mermeladas, panes, dulces, vinos, harina de trigo y de maíz y yerba orgánica.

Por Mailén Maradei

El Centro Cultural Nunca Más alberga distintas actividades en Villa Pueyrredón desde el año 2002. La “Feria Viva” es una de ellas, donde se ofrecen productos agroecológicos y naturales. Esta iniciativa busca promover el consumo de alimentos sin conservantes ni agroquímicos pero también defender una forma de producción nacional que proteja la soberanía de productores y consumidores.

“Trabajamos junto a cooperativas desde el año 2001. En ese momento, un grupo de vecinos empezamos a intercambiar verduras agroecológicas con una quinta de Olmos, La Plata. Al principio, éramos una unión de productores y consumidores que comercializábamos productos en las plazas”, comentó Susana Proe, coordinadora de la feria.

Decidieron ponerle este año el nombre de “Feria Viva” – explicó Susana Proe – porque “los alimentos son vivos, no tienen agroquímicos y conservantes, y porque conocemos las manos que los producen” y agregó: “defendemos nuestra tierra y soberanía, y el vinculo que se crea de afecto y dignidad entre consumidores y productores”.

En la actualidad, “Feria Viva” estableció lazos con la cooperativa “La Asamblearia”, intercambian productos entre ambas organizaciones que son ofrecidos al público cada dos semanas los días sábados.

“La Asamblearia” es una cooperativa que funciona desde el año 2001 por iniciativa de vecinos que se vieron afectados por la crisis económica de fines de la convertibilidad. “Venimos al centro a buscar un espacio para intercambiar productos”, comentó Claudia Giorgi, integrante de la cooperativa.

La feria se organiza en torno a cuatro objetivos fundamentales: producción autogestiva, comercio justo, consumo responsable y una economía solidaria. Con estos pilares, ambas organizaciones pretenden salir de la economía capitalista que vende productos homologados y con aditivos, plantear un intercambio solidario de alimentos entre productores y organizaciones sociales y una relación de cercanía entre el productor y el consumidor.

“La cooperativa quiere lograr una soberanía alimentaria aceptable, que los consumidores salgan de esa magia híper ficticia que ofrecen los mercados convencionales. Eso empieza en la cocina de cada uno. Los eslogan que plantean los hipermercadistas, como ‘el precio más bajo’, resultan muy caros social y ambientalmente, se pagan a largo plazo y contaminan todo”, afirma Claudia Giorgi de la Asamblearia.

Uno de los objetivos fundamentales es el comercio justo, forma alternativa de consumo que promueve una relación directa entre los consumidores y los productores. “Esto implica que la relación del consumidor es con el productor a un precio justo que, a veces, puede ser más caro o más barato que el precio del mercado”, señaló Claudia.

La Asamblearia y la Feria Viva están comprometidos con el consumo responsable que surge como una manera de consumir alimentos que favorezcan el cuidado del medio ambiente y la salud de los individuos. Para esto, indican, es imprescindible tiempo, dedicación y la voluntad de cambiar los hábitos de consumo.

En ese sentido, Susana destacó: “Con esta forma de alimentación, el consumidor se convierte en una persona libre que elige cómo quiere alimentarse, cómo quiere gastar su dinero y a quién le compra los alimentos”. Y remarcó: “Hoy, los productos vienen con tantos aditivos que están produciendo trastornos en la salud, por eso el consumo responsable es una opción que aporta una dieta saludable”.

A través de distintas propuestas que se organizan en el barrio, el consumo de alimentos agroecológicos se está instalando. Sin embargo, Susana advierte sobre algunos mitos que todavía existen sobre este tipo de dieta saludable: “Hay ciertos prejuicios sobre el gasto que conlleva el consumo responsable como, por ejemplo, el descreimiento de la gente sobre la manera en que se comercializan estos productos – sin intermediarios -, por eso es necesario acercarle esta propuesta a los vecinos del barrio”.

En esta sintonía, “Feria Viva” tiene como objetivo incluir a productores del barrio que deseen comercializar sus productos. “Mi deseo sería llegar a otros productores del barrio para armar un grupo e ir cubriendo distintas necesidades alimenticias” resaltó Susana.
Asimismo, tanto Claudia como Susana, advirtieron sobre el uso de aditivos en los productos de consumo masivo. “Antes existía el preconcepto de que si se lavaba bien la verdura, se eliminaban las toxinas. Ahora, está comprobado científicamente que la toxicidad del glifosato y de los aditivos es peligrosa. Esta mezcla queda en las células de la hoja de verdura y perdura después de lavarla”, indicó Susana.


FERIA VIVA

La “Feria Viva” funciona los sábados de 11 a 14 horas, semana por medio (este mes el 11 y 25 ), y los viernes se realiza la comercialización de verduras orgánicas. Los productores del barrio que deseen anotarse para comercializar sus productos en la feria, deben acercarse de lunes a viernes a las 15 horas a la sede del Centro Cultural Nunca Más: Nazca 5099, esquina Cabezón.

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