En mayo de este año se presentó en la Feria del Libro “Los Rengos de Perón” que cuenta la historia del “Frente de Lisiados Peronistas”, organización política de la década de los ’70. El Barrio Villa Pueyrredón entrevistó a Alejandro Alonso, integrante del frente, quién escribió junto a Héctor Cuenya este apasionante libro.
Por Mailen Maradei
¨El “Frente de Lisiados Peronistas” fue una organización política de la década de los ’70 conformada por jóvenes militantes con discapacidad. Al reclamar sus derechos, se convirtieron en un símbolo de cambio, por eso los escritores Alejandro Alonso y Héctor Cuenya decidieron contar la historia de este espacio.
Con una lectura amena y cargada de humanidad, Alonso recogió los testimonios de sus compañeros de militancia para desmembrar el recuerdo de la organización política que surgió en 1971 y que se disolvió en 1974 tras conformarse la “Unión Nacional Socio Económica del Lisiado” que logró la promulgación de la primera ley de cupo laboral para personas con discapacidad de América Latina que, luego, fue derogada por la Dictadura Militar.
“Escribir este libro fue un largo delirio que me venía planteando desde los inicios de la democracia. Yo había participado de este frente y como tenía la vocación de escribir, me resultaba inquietante dejar un relato de esta historia”, señaló Alejandro Alonso, uno de los autores de “Los Rengos de Perón”.
Además de la militancia relacionada con la discapacidad, este libro también relata la historia personal de Alejandro Alonso y también su paso por el Frente de Cristianos por la Liberación donde retrata la militancia cristiana.
Respecto del argumento del libro, el autor señala: “La discapacidad alberga muchos lugares desconocidos de espanto y de incomodidad social porque la comunidad sabe muy poco, entonces, me pareció interesante contar una historia de jóvenes con discapacidad que militaban en la década del ‘70. Sumado a eso, Los Rengos de Perón cuenta la inserción de los militantes cristianos. Toma dos temas poco frecuentes”.
En aquellos años, la militancia era un camino para transformar el mundo. En ese sentido, Alejandro Alonso indicó: “En una sociedad donde había opresores y oprimidos, donde había desigualdades, había sectores que estaban por fuera del juego social y de las relaciones de producción. En ese contexto, que una persona con discapacidad decidiera participar de la vida política del país era un hecho inaudito”.
Así como sostiene el escritor Eduardo Galeano “la utopía sirve para transitar”, el Frente de Lisiados Peronistas tomó esa consigna para luchar y convertirse en los protagonistas de un cambio social.
“La madre de todas las batallas era hacer la revolución. Al igual que la existencia de Dios les da un sentido a los religiosos, había un credo que todos eran útiles para hacer la revolución, el empuje de los compañeros no fue fácil porque todos somos hijos de los prejuicios sociales, pero la necesidad, el fanatismo y el vértigo de aquellos años fue lo que provocó el cambio, entonces, el libro tiene esa fuerza para decir que las personas con discapacidad formaron parte de la historia”.
Bajo la consigna “No exigimos limosna, solamente queremos nuestros derechos”, el Frente de Lisiados Peronistas reclamaba sus derechos, que, cuarenta años después, Alonso ve que están incompletos.
“Este proceso democrático dio respuestas a los grupos más vulnerables, pero todavía hay una tarea que llevará muchos años porque resolver la problemática de millones de habitantes no es fácil. En la medida que haya posiciones políticas gubernamentales, el Estado debe regular las relaciones laborales, económicas y políticas pero también a los grupos vulnerables”.
Asimismo, agregó que hoy la discapacidad sigue estando relacionada con los poderes adquisitivos y la pobreza y que “cualquier política que se quiera trazar en materia de discapacidad debe consultarse a las personas que conviven con discapacidad porque tienen una práctica cotidiana con ella”.
“Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”, decía el escritor Eduardo Galeano en el Libro de los Abrazos. En ese sentido, Alejandro Alonso sostuvo que los logros que obtuvieron fueron gracias a una suma de “fueguitos que hicieron una gran llama”.
“En el ‘72, nuestros compañeros estudiaban en la Escuela Profesional que estaba dentro del Servicio Nacional de Rehabilitación y había compañeros que venían a estudiar de países limítrofes y de otras provincias. Esa fuerza de clases populares con intereses necesitaban un trabajo, entonces se sumaron a esa pueblada donde todos los rincones de la patria tenían un reducto de rebeldía”, afirmó Alejandro Alonso.
“Los Rengos de Perón” también es un homenaje para sus compañeros de militancia desaparecidos entre quienes se encuentran Claudia Inés Grumberg y José Poblete Roa, quien terminó siendo su cuñado.
Emocionado, Alonso lo recordó: “José (Poblete) era una persona entrañable que me mostró su compromiso a través de sus acciones. Él tenía esas cualidades singulares que tienen los líderes; la vocación por el cambio, el profundo deseo de mejorar el mundo y una ética enorme para vivir”.
En su libro, Alejandro Alonso y Héctor Ramón Cuenya no muestran la vida de personajes heroicos sino de seres simples que tenían una idea que quisieron realizar y difundir. Sobre esto, Alonso puntualizó: “En esa arqueología que fuimos produciendo buscando huellas de la memoria, sacamos por un momento del olvido a seres con hidalguía y con un compromiso por la vida”.