María Mercedes Córdoba – vecina de Villa Urquiza – es escritora, docente y actriz. En su espectáculo “Lo que Susurra el Mar” quiebra la cuarta pared e interactúa con los espectadores. En esta obra, que se realizó en el Museo Histórico Cornelio Saavedra, crea una cierta complicidad con los niños. “Cuando estoy con chicos y chicas, me siento como un pez en el agua”.
Por Mailén Maradei
“Lo que Susurra el Mar” es un espectáculo donde se narran cuentos de la autora, poemas y canciones de María Elena Walsh junto a la animación de títeres. “Cuando inicié esta obra teatral, me planteé el problema de cómo sostenerlo porque pensaba que iba a ser muy aburrido. En ese momento, se me ocurrió trabajar con títeres y empezar a hacer voces. Cuando lo probé, me di cuenta que los chicos disfrutaban el espectáculo” y agrega: “el show es un mediador para que lleguen a mis libros y me parecía que hacer un espectáculo para promocionar mis cuentos era una buena idea. Tuvo mucho éxito”.
La obra de teatro posee una estructura fija pero María Mercedes Córdoba adapta el espectáculo según el público que concurre al museo. “El espectáculo tiene tres versiones; una corta para nenes de jardín con cuentos y algunas poesías, otra para niños más chicos con más canciones y otra versión para chicos de primaria con cuentos más largos. La obra tiene pequeños cambios según la edad del público”.
A través del show, surgieron las publicaciones de sus relatos y la edición de ocho libros para niños de preescolar y primaria: El Peso de la Herencia (2014), Con Aire de Leyenda, La Ranita Flop, Mariposita (2013), Cruips (2012), ¡Desrejm! (2011) Candela y las Muelitas Bailarinas y La Mariposita Roñosa (2008).
Sobre sus cuentos, la escritora dice: “Los cuentos son cortos y están ilustrados con dibujos de nenes muy chiquitos con lo cual los lectores pueden identificarse con los trabajos de otros. Incluso, tienen espacios para colorear y completar algunas ilustraciones”.
En la misma sintonía que las ilustraciones desarrolló otra de sus facetas artísticas que es la narración, por eso creó audiolibros con música del compositor mexicano Josué Madrigal y del argentino Pablo Iglesias.
“Los CD´S contienen relatos y material extra. Esta idea surgió cuando empecé en el Museo Saavedra, porque había gente que venía una sola vez, entonces mi idea era que se llevaran mucho material y que los chicos puedan escuchar cuentos mientras juegan para reemplazar la gran falta de mamás y papás que narran”.
María Mercedes Córdoba
Sus textos fueron premiados en España y México. “La Ranita Flop” fue finalista del concurso “Educadores por la Paz” – edición 2006-2007 -, que se realizó en Europa. A partir de este concurso, su obra llegó a Europa y Latinoamérica.
“Participar de ‘Educadores por la Paz’, me brindo la posibilidad de que me llamen de México y de otros países porque algunos chicos de primaria leen mis cuentos aunque sean para nenes de jardín. Se ve que los residentes usan mi material”, comenta.
Durante la entrevista, una beba en brazos de su madre le sonríe mientras responde las preguntas. Al preguntarle sobre esa complicidad con los niños y niñas, María Mercedes dice: “Yo creo que es el fruto de tantísimos años en el jardín maternal porque empecé a trabajar a los 18 años y estar tantas horas con seres tan chiquititos, me enseño a llegar a ellos y se me impregnó su forma de hablar, de mirar. Hay un código de miradas que aprendí” y comenta: “me nutren las miradas, ver bebés me emociona y son emociones genuinas. Esto me pasa también en el teatro”.
Su espectáculo “Lo que Susurra el Mar” y sus narraciones no se quedan solo en el Museo de Saavedra sino que la autora los lleva a todas las escuelas porteñas y a todos los lugares donde la convoquen.
En este recorrido, la autora capta las reacciones de los niños y afirma que “son distintas” pero que todos “valoran muchísimo la obra”. Asimismo, dice que las sensaciones de los espectadores dependen del “estímulo de cada niño ó niña” y añade: “los más motivados contestan y a veces se adelantan a la obra. Ahí es cuando digo porque estos cuentos fueron creados cuando era maestra y son sencillos. Es una literatura muy cerca de la oralidad y tiene una estructura muy clara”.
Sus cuentos son claros y cálidos y contienen mensajes. María Mercedes indica que ella busca “generar una escritura donde los niños se identifiquen” con la historia y los ayude a resolver sus problemas porque “cuando los niños entran al jardín, algunos tienen inconvenientes y sienten que su problema es el más grande del mundo” y agrega: “creo que hablar del otro ayuda para que los niños sepan que a otros les sucede lo mismo que ellos”.
Como todo artista realizó otras experiencias antes de su propia obra teatral. Sobre sus primeros pasos, la escritora cuenta: “Yo relataba cuentos con otras personas y ahí fue donde me solté pero trabajar con otras personas, me quitaba tiempo y los climas que genera una narración se cortaban”.
Aunque sus cuentos fueron creados durante sus épocas de maestra jardinera, su gusto por la actuación y la escritura comenzó mucho antes. “A los 12 años, con mis compañeros de la escuela primaria, hicimos una obra de títeres para el jardín de infantes del colegio. Esconderse detrás de un personaje y contar una historia me pareció asombroso porque yo era muy tímida. Después de esa experiencia, pasé a hacer títeres y cuando me recibí de maestra jardinera, trabajé con cuentos y tomé clases de teatro infantil y después mezclé todo”, narra la autora.
En la escritura, comenzó a los diecinueve años. “Escribía papelitos, los guardé durante muchos años y cuando me casé, los empecé a pasar”, rememora la escritora.
Con ocho libros publicados y una obra de teatro, María Mercedes Córdoba se dispone a comenzar sus vacaciones pero piensa en marzo del 2015, período donde publicará dos libros que tratarán sobre leyendas chinas y aborígenes y reestrenará su obra.