“Decís murga y para muchos es como una mala palabra, en eso se apoyan para los recortes”, señalaron desde Soñadores de Villa Pueyrredón. El Gobierno de la Ciudad recortó los corsos callejeros a sólo ocho y a otros seis en plazas.
Por Juan Manuel Castro
“Siempre van por la chiquita, los ruidos, los cortes y no hablan del rol social y cultural de los carnavales. Lo vivimos como que nos quieren sacar de las calles”, lamenta Caco, histórico director del Centro Murga Soñadores de Villa Pueyrredón ante el anuncio del Gobierno porteño sobre la reducción de los corsos. Este febrero solo tendrán ocho desfiles callejeros, junto a otros seis en espacios públicos.
En el barrio se hará el histórico corso de la avenida Mosconi, pero el reclamo es global. “Nos choca por la dimensión del ajuste. Esta es una comunidad muy grande de murgas, nos queda chico lo que pretende el Gobierno de la Ciudad”.
A pocos días del inicio del primer fin de semana de carnaval (sábado 3 y domingo 4 de febrero) había reuniones con las autoridades a fin de poder extender la cantidad de corsos callejeros. De los 15 pensados por el gobierno porteño querían llegar a 21.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se co-organiza el carnaval entre el Ministerio de Cultura y las agrupaciones murgueras de la Ciudad. Este año los encuentros entre partes se demoraron. Muchos lo atribuyeron al cambio de gestión y el contexto actual. Una vez que se confirmó la realización de los corsos, se supo que venían con ajuste.
De las 111 jornadas en calle que hubo en 2023, ahora sólo quedarán 60, explicaron fuentes oficiales. “De igual manera, hubo 47 cortes máximos por noche, mientras que este año se permitirán nada más que 27. Del mismo modo, de los 347 cortes totales de calle que hubo en 2023 ahora sólo quedarán 198, es decir un 43 % menos”, resaltaron. En esta línea indicaron que el año pasado se llevaron adelante 22 corsos en calle, por lo que la reducción para este año alcanza al 64 %”.
De los ocho corsos callejeros, tres estarán en la Comuna 12: el de García del Río y Pinto frente al Parque Saavedra, el de Triunvirato (entre Monroe y Olazábal) en Villa Urquiza y el de Mosconi (entre Bolivia y Terrada) en Villa Pueyrredón. Los otros cinco corsos callejeros estarán ubicados en Boedo, Mataderos, Villa Crespo, Nueva Pompeya y Villa Lugano.
Los restantes seis que se harán en el Anfiteatro Parque Lezama (San Telmo), Plaza Ricchieri (Devoto), Plaza Unidad Latinoamericana (Palermo), Plaza Unidad Nacional (Villa Lugano), Plaza Martín Fierro (San Cristóbal) y Plaza Irlanda (Flores/Caballito). Hay que sumar el del Polideportivo Colegiales.
Las murgas porteñas están reunidas en la agrupación Carnaval en los barrios. Apenas se supo de esta situación, se declararon en “estado de alerta y movilización”.
“La Comunidad del Carnaval Porteño está en estado de alerta y movilización. Estamos organizando un plan de acción frente a la intención del Gobierno de la Ciudad de recortar el Carnaval. A pocos días del inicio del festejo popular más importante de nuestra Ciudad, el gobierno porteño decide darle nuevamente la espalda a su pueblo”, declararon.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri presentó a la sociedad el recorte como un logro en pos del orden, en un contexto social y político ligado a los protocolos antipiquetes y la limitación de las manifestaciones públicas.
“Los carnavales son una fiesta tradicional querida por muchos porteños y creemos que se pueden hacer de manera organizada y respetuosa con todos los vecinos de la Ciudad. Por eso vamos a reducir la cantidad que se realizaban y a mover muchos de los puntos de encuentro a lugares que no provoquen cortes de calles ni inconvenientes para los que no quieren participar de estas celebraciones”, expresó el mandatario local.
“Es fundamental mantener la buena convivencia entre todos los porteños y como en los últimos años el exceso de calles cortadas que alteraron el orden en el espacio público generó problemas para muchos vecinos, los estamos reorganizando para este año. Esto no significa limitar la diversión, por el contrario, buscamos crear un ambiente para que las personas que quieran festejar puedan hacerlo reduciendo el nivel de molestias a los demás. De esta manera, la libertad y la convivencia se fortalecen, permitiendo que los carnavales se desarrollen de una manera más armoniosa y ordenada en nuestra Ciudad”, agregó.
Por su parte, Caco, el director de los Soñadores de Villa Pueyrredón aseguró que el carnaval “es una actividad social, no puede no estar”. Las murgas porteñas – señaló – desfilan en verano, pero que “su trabajo social y cultural está presente todo el año”.
“Las murgas son un lugar de pertenencia. Hacemos trabajo social y cultural durante el año, nuestro rol es de contención social. Un sitio donde la gente puede venir, expresarse, estar en comunidad”, resaltó Caco.
“Decís murga y para muchos es como una mala palabra, en eso se apoyan para los recortes. Hay que sacar a la gente de ese lugar, la murga trabaja en muchas áreas. Cuando estuvo la pandemia en la parroquia del barrio (General San Martín de Villa Pueyrredón) preparábamos cientos de viandas para las familias que estaban complicada. De un cuerpo de 250 personas, unas 30 integran el área de discapacidad de la murga, además de trabajo social constante”, repasó Caco sobre las distintas áreas que abordan como murga y como institución con más de dos décadas en la vida del barrio.
“El Gobierno planteó los recortes como que ahora hay un carnaval ordenado, cordial, de convivencia. Las murgas hace años organizan los corsos sin problemas, las murgas están integradas por vecinos, somos todos vecinos que trabajamos, pagamos impuestos, usamos la calle. Estamos hablando de lo mismo, hacer diferencias no está bien. No es que somos murgueros y somos de otro mundo” afirmó Caco.
También asegura que es una preocupación la idea de empezar a hacer corsos en plazas que no cuentan con la superficie suficiente para recibir a murgas con gran cantidad de integrantes.
“No entramos en las plazas, en las plazas tenés un canil, un patio de juegos, el cordón ¿Dónde vas a bailar? ¿Arriba de los árboles? Hay parques como el Sarmiento o el Centenario que sí tienen esas dimensiones, pero no son los elegidos para esta oportunidad”, concluyó el director de los Soñadores.