El sábado 14 de octubre “Salvemos al Barrio” y “Vecinos de las Casas bajas” organizaron un encuentro informativo sobre el nuevo código urbanístico en la Plaza Martín Rodríguez. Participaron legisladores, vecinos del Movimiento Comunero y especialistas en el tema. La jornada fue amenizada con números artísticos.
Por Ignacio Di Toma Mues
Luego de realizar en julio y septiembre dos talleres sobre el anteproyecto de Código Urbanístico en la Instituto Parroquial Nuestra Señora de la Unidad en Agronomía y en la casa parroquial de la Iglesia Cristo Rey en Villa Pueyrredón, “Salvemos al barrio” y “Vecinos de las Casas Bajas” organizaron el sábado 14 de octubre por la tarde un encuentro-festival informativo en la Plaza Martín Rodríguez, ubicada en Helguera y Habana.
Participaron del festival artístico Juan Rosasca en Banda; Eduardo Arguello como presentador, además de realizador de un Stand Up musical, y el mago Khalo.
“Nosotros somos vecinos de Agronomía y Villa Pueyrredón y estamos luchando por este código de planeamiento urbano que a través de la Legislatura porteña pretenden cambiar nuestras leyes, leyes que logramos en el 2012 y que no permiten la construcción de edificios de alto en nuestros barrios. Hoy no se puede construir más de tres pisos, pero el nuevo código pretende llevarlo a 22 metros, a siete pisos” expresó Osvaldo Saredi de “Salvemos al Barrio”.
“Nuestra intención – dijo Osvaldo – es que la gente se entere que está pasando con el proyecto de Código Urbanístico, que aún falta que la Legislatura lo apruebe” y agregó que si se toma conocimiento “no va a pasar, porque no me caben dudas que no va a pasar, porque ya lo logramos en el 2012”
Y cerró sus palabras advirtiendo que “una bicisenda – no estoy en contra ni mucho menos – se puede cambiar, se puede cambiar un contenedor que nos está molestando, pero no se olviden que un edificio dura más de un siglo y estamos hipotecando el futuro de nuestros chicos”
Paloma Garay, licencia en Geografía y asesora de la legisladora Paula Penacca, y Carlos Wilkinson, arquitecto e integrante del Movimiento Comunero y del Consejo Consultivo de la Comuna N°13, fueron los encargados de dar las explicaciones técnicas sobre el código y responder preguntas de los vecinos que asistieron al encuentro.
“La pregunta básica es quién hace el código y para quién”, aseguró Carlos Wilkinson e interrogó a los presentes: “el interés del mercado inmobiliario es que haya más espacios verdes, edificios bajos, o por el contrario que haya muchos metros más para construir”.
Lo que ellos quieren – respondió – es esto último “porque ese es su negocio, aunque ni siquiera haya gente (viviendo) en lo que ellos construyen. En la ciudad de Buenos Aires hay 300 mil departamentos vacíos, sobran viviendas, sin embargo es la base de este código: duplicar la cantidad de metros cuadrados construibles”.
El integrante del Movimiento Comunero llamó a participar en los consejos consultivos de cada comuna: “ese consejo es el lugar donde pueden participar libremente todos los vecinos y organizaciones vecinales para definir lo que quieren que se haga en sus barrios y en ese sentido yo quiero felicitar a los vecinos de Salvemos al Barrio y de las Casas Bajas porque son dos organizaciones que han peleado tremendamente para definir y hacer que se cumpla el barrio que los vecinos quieren”
Fue así que quedó planteado que este proyecto es el negocio de los desarrolladores inmobiliarios y de los inversores inmobiliarios. Y se hizo hincapié en los problemas de infraestructura: luz, agua, gas, cloacas, estacionamiento, transporte, vacantes en escuelas, etc.
Tanto Carlos como Paloma pusieron énfasis en que la organización de los vecinos es fundamental para saber cuales son las prioridades en cada barrio.
“Lo que están proponiendo con el nuevo código – indicó Paloma Garay – es que haya más metros cuadrados construibles en todas las manzanas de la ciudad, y definen grandes zonas donde ponen alturas fijas: 3 pisos, 5 pisos, 7 pisos, 20 pisos, y lo que buscan es igualar las manzanas a esa misma altura, esta capacidad constructiva nueva impacta en todos los lotes de la ciudad”.
Y advirtió que esto incentivará a los desarrolladores inmobiliarios. “Donde hay una casa que tiene uno o dos pisos, pero que se puede construir cinco, es bastante fácil comprarla y que sea rentable construir. Este proceso que hemos visto, donde había una casita linda y se tiró abajo para construir un edificio, se estimulará más”.
Paloma explicó que al no haber crédito para la vivienda, se va a construir con una lógica especulativa, y va traer aparejado el aumento del valor de las viviendas y de los alquileres.
“Si realmente hubiera una política de construir en toda la ciudad para duplicar la cantidad de población y que haya más ofertas de viviendas para vivir, debería estar acompañado con un plan de obras, de escuelas, de hospitales, de redes de servicio como el agua y cloacas, que hoy no está planificad0” expresó.
Y puso como ejemplo al barrio de Caballito: “cuando un aumento de la especulación inmobiliaria se concentrada en un barrio lo que sucede es que las infraestructura de servicios no dan abasto”.
Respecto al anteproyecto de código urbanístico explicaron que se plantea igualar las alturas, no va haber indicadores como el FOT (factor de ocupación total) y FOS (factor de ocupación de superificie), ni zonificaciones de distrito distintas, sino que por zonas se definirá una altura fija.
“En la actualidad – comentó Paloma – en las manzanas se puede construir más altura en el centro y menos en las esquinas para asegurar la iluminación interna de las manzanas, dejando que entre luz y aire para ventilar el corazón de la manzana y los espacios internos de los edificios”, y advirtió que el nuevo código establece manzanas en un mismo nivel, una manzana en bloque.
“Esto oscurece completamente el interior de las manzanas, habrá menos luz y ventilación, y en las calles el bloque de sombra va a ser mayor. Además se van a generar corredores de viento que hay que ver como van a funcionar, lo que se propone es un cambio de paisaje”.
El cierre de la jornada lo hicieron la legisladora del Frente para la Victoria, Paula Penacca, y el legislador del Partido Socialista Auténtico, Adrián Camps. Cabe destacar que fueron invitados diputados de todas las fuerzas políticas.
“Tenemos una posición muy crítica en como se ha dado este proceso totalmente falto de participación, y tuvo que generarse el espacio de participación ciudadana, a pesar que nuestra Constitución plantea que debería existir, a partir de un amparo judicial” aseguró Penacca.
Y criticó que el Gobierno de la Ciudad a los primeros que convocó a la participación fue a las Cámaras Inmobiliarias “y esto comienza a perfilar para dónde y para quiénes está pensado este nuevo código”.
Por su parte Adrián Camps contó que están en lucha por los espacios verdes, como en el Catalinas II, en el playón de Colegiales y en Villa Urquiza (terrenos de la estación).
“Este gobierno responde a los intereses inmobiliarios, y donde ve un espacio verde quieren hacer una negocio para poner torres y lo único que lo está frenando es la lucha vecinal, son los que llevan la voz a las audiencias públicas o se movilizan en los barrios”.
“La lucha que estábamos dando era por los espacios verdes y hoy vamos a dar la lucha por el cielo, por la luz, por el sol, porque van a quedar los barrios encajonados y vamos a perder la calidad de vida que tenemos” aseguró Camps.
Por último, manifestó que el proyecto del PRO tiene una trampa que es la transferencia de capacidad constructiva. Los desarrolladores inmobiliarios podrán comprar esta capacidad y usarla en su provecho.
“Hay una cantidad de propiedades en la ciudad que están protegidas, que no se pueden demoler, ni se puede modificar la fachada, y si en ese lugar el código permite más altura, esa diferencia la van a poder usar y construir en otro barrio donde no está permitido más altura y se la van a adjudicar, lo que se llama transferencia de capacidad constructiva. Entonces hay un doble peligro, por lo que van a permitir usualmente, y lo que van a hacer de más por esta transferencia de capacidad constructiva”.
Homenaje a Abel De Grande
Durante el encuentro, Salvemos al Barrio rindió un homenaje a Abel De Grande, fallecido en septiembre de este año, que junto a este grupo de vecinos en el año 2009, decidió iniciar la lucha en defensa del barrio y su identidad.
“Hoy queremos rendirle un homenaje a uno de estos pioneros, querido y admirado por todos nosotros llamado Abel De Grande… Abel te vamos a extrañar, pero seguirás siendo para nosotros el faro que ilumina el camino”
Jardines infantiles y emergencia en veredas
Otros de los participantes fue Carlos Caserta, vecino de Villa Pueyrredón, bisnieto de Antonio Caserta quien llegó al barrio allá por 1880 (fue la tercera casa que hubo en Pueyrredón). Es asesor de la legisladora del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Laura Marrone, quien no pudo venir por estar participando en el Encuentro Nacional de Mujeres en el Chaco.
Recordó la promesa de Macri de construir en todo el país 3 mil jardines de infantes. “Hay 12 mil chicos que quedaron sin vacantes este año… el Ministro de Educación dijo, pasados dos años, que no se construyó ninguno porque no hay terrenos disponibles y tienen un costo muy alto, entonces lo que planteamos es que no hay que ir a comprar ningún terreno, en la ciudad todavía nos quedan terrenos (públicos) y podemos construir jardines de infantes, y la solución que nos dan es construir más aulas en los jardines que ya tenemos”
Por último explicó que la diputada tiene un proyecto que declara la emergencia en la ley de veredas. Para eso están trabajando con la fundación Rumbos que hizo una investigación sobre el estado de las veredas. “Las veredas en promedio están mal en casi todos los barrios y en algunos casos en pésimo estado, con el riesgo que significa para todos nosotros”.
Y advirtió que los frentistas, que pagan impuestos para que se mantengan las veredas, están obligados a repararlas y tienen una corresponsabilidad legal si alguien se accidenta en su vereda.
“Es probable que le caiga un juicio con cuestiones que no tienen nada que ver con el vecino porque sabemos que casi un 40% de las veredas que están en mal estado fueron dañadas por empresas de servicios; un 13% aproximadamente por raíces de los árboles y otro porcentaje por otras cuestiones como vehículos que suben arriba de las veredas, y la verdad que el frentista tiene muy poco que ver pero tiene que asumir una responsabilidad que es muy grande”
Y concluyó. “Estamos pidiendo el apoyo de los vecinos para que se declare la emergencia de la ley de veredas y se reparen todas las veredas para que sean accesibles a todos los ciudadanos, para quienes tienen alguna discapacidad, para los adultos mayores, para que se pueda circular con un cochecito de bebé o para que cualquiera pueda circular sin mayores riesgos”.