La casona emplazada en el barrio porteño de Villa Ortúzar se constituye como un lugar para la expresión del arte y la cultura. Los talleres de Huerta, Agricultura Urbana y Comunicación No violenta son sus principales pilares. Además, es un espacio donde cohabitan diversxs emprendedorxs.
Por Agustina Cavalanti
El primer paso hacia la construcción de ‘OiHoy’ fue impulsado en el año 2010. Inspiradas en la ‘comunicación no violenta’ y gracias al soporte económico de una herencia familiar, Jorgelina Rodríguez, Viviana Kalbermatter, Iris Intilangelo, Violeta Winograd, Agostina Fiore y Barbara Marra pensaron un proyecto participativo y colaborativo que pudiera dar soporte a los sueños de lxs vecinxs que se acercaran.
“Dimos los primeros pasos con la plena confianza de que todos los seres humanos disfrutamos de poder contribuir con el bienestar de los demás y que, desde esa consciencia, podíamos generar una dinámica de relaciones y trabajo equilibrada y sustentable, tanto entre las personas, como en nuestra relación con el medioambiente”, contaron a Elbarriodepueyrredón.
Actualmente coordinan ‘OiHoy Casa Abierta’, un espacio cultural multifacético autogestivo ubicado en Villa Ortúzar (Comuna 15) sobre la calle 14 de julio al 400. La casona ofrece talleres regulares para todas las edades de huerta, comunicación no violenta, canto, teatro, teatro para niñxs, taichi, danza, entrenamiento consciente, escritura, collage, dibujo, pintura, Técnica Alexander, y muchas otras propuestas de seminarios e intensivos como sociocracia, Método Bates, astrología; capacitaciones y encuentros de interés cultural, social y ambiental.
“Hay talleres para todos los gustos: huerta, agricultura urbana y comunicación no violenta son pilares de la construcción de OiHoy y permanentemente estamos generando propuestas para que las personas se acerquen a estas disciplinas. El público incluye todas las edades, niñxs, adolescentes y adultxs. Gente curiosa con ganas de aprender y de conectar. Además, desde el 2021 se mudó a la Casa la Escuela de Técnica Alexander de Buenos Aires”, destacaron.
“También – agregaron las coordinadoras – pueden venir a almorzar y merendar de lunes a viernes, y los sábados empezamos a abrir a la hora de la merienda con música en vivo a la gorra. A veces también hacemos ferias, o tardes de juegos de mesa. La verdad es que la propuesta es diversa. Además, tenemos otros proyectos que suceden fuera del espacio cultural”, expresaron.
Al mismo tiempo, el espacio cultural cobija diversxs emprendedorxs: arquitectxs, diseñadorxs, productorxs de cine, de sonido, de ropa y hasta de un estudio contable independiente. Es una casa abierta y compartida.
“En este momento estamos capacitando emprendedoras gastronómicas del barrio 15 y tenemos un proyecto de fortalecimiento y capacitaciones en huerta en el barrio 20. Estamos por arrancar una ecotienda sustentable en el ecoparque donde produciremos y venderemos plantas nativas y productos afines. Asimismo, contamos con una tiendita dentro de la casa que reúne emprendimientos autogestivos con distintas propuestas, y algunos de esos productos también los ofrecemos en nuestro nodo quincenal de comida sustentable”, contaron las coordinadoras.
Si bien varias clases y talleres dentro del espacio cultural son aranceladas (porque ni el espacio ni los talleristas reciben subsidios de otros organismos) desde OiHoy financian la actividad regular de huerta, los sábados por la tarde.
“Además, entre todxs lxs talleristas a veces organizamos jornadas o semanas de talleres gratuitos, y dentro de algunos eventos abiertos suele haber también diferentes propuestas abiertas y gratuitas. Los conciertos de los sábados y algunas otras cosas son a la gorra o con contribución voluntaria”, enfatizaron.
Para cerrar, las coordinadoras reflexionaron sobre los efectos de la pandemia y describieron de qué manera se repensaron dentro de la organización. “Pudimos generar algunas instancias creativas novedosas, como comenzar a programar charlas y talleres virtuales que titulamos ‘Habitar lo posible’, gestionar un nodo de distribución de alimentos orgánicos y de pequeños productores barriales, e impulsar la campaña ‘Hoy por Oihoy’ para poder cubrir los gastos fijos que seguían corriendo a pesar de estar cerrado al público. La verdad es que mirando en retrospectiva fue emocionante recibir el apoyo de toda la comunidad que participó en que podamos cubrir las cuentas de ese periodo”, dijeron.
La gente que se acerca cotidianamente a la Casa OiHoy se siente parte del lugar y aprovecha las alternativas de aprendizaje e inspiración. Después de 12 años, sigue creciendo y expandiéndose en varias direcciones, no solo dentro del espacio cultural, sino también con todos los proyectos de la asociación civil sin fines de lucro que los agrupa.
“Es una manera activa de transformar el mundo en la dirección en la que queremos vivir, facilitando el intercambio, la conexión y el desarrollo de quienes se acercan a través de las múltiples instancias que proponemos. Estamos especialmente interesadas en este momento en afinar cómo nos organizamos internamente para darle soporte a este crecimiento. Descubrimos la sociocracia como sistema organizativo y vamos incorporando lentamente algunas prácticas saludables que facilitan la autogestión y la horizontalidad sin perder de vista la agilidad y la eficiencia”, concluyeron.