OiHoy Casa Abierta se ubica en una zona tradicionalmente de fábricas y depósitos, en la calle 14 de Julio 426 en Villa Ortuzar. Combina la presencia de talleres, emprendimientos y hasta una huerta autosustentable en su terraza.
Por Juan Manuel Castro
Del verde brillante de las hidroponías de terraza, nutridas con agua de lluvia, al olor de la comida casera recién horneada que viene de planta baja. De los colores y texturas en los estantes con emprendimientos al murmullo de fondo de talleres y música. Como una experiencia de sentidos al costado de la vía tranquila de Ortúzar, OiHoy Casa Abierta existe con identidad de asociación civil sin fines de lucro, centro cultural, proyecto colectivo latente hace una década y en constante expansión.
“Es un espacio de pertenencia, donde todos nos sentimos protagonistas”, dicen con orgullo varias referentes de OiHoy. Violeta, integrante desde la hora cero, comenta que el proyecto empezó en medio de debates entre conocidos sobre la comunicación no violenta. “Contribuir con el bienestar de los demás es una necesidad propia que tenemos todos”, asegura.
Una década atrás, en esta casona se fijaba la piedra fundacional de un proyecto que pasó de un ambiente “re familiar, entre amigos” a una articulación y encuentro con emprendedores, talleristas y artistas.
Participación colectiva y decisiones horizontales
Es así que en la actualidad hay talleres de huerta urbana, comunicación no violenta y juego libre. Los emprendedores presentes son: Campillo, Hoy Cocina Lucha, Turma, La Carpintería, Atoli Luces, El Camino Cine, Don Faradio, Robi Sonido, Ideas en camino. Así lo indica una pizarra ubicada en el interior de la casa.
Viviana está en OiHoy desde sus inicios y llegó como emprendedora. “Fue una posibilidad de hacer más cosas, porque antes trabajaba en casa. Escucharnos es importante y también llegar a consensos. La casa se abrió a objetivos comunes y eso hizo crecer el proyecto”.
Violeta, al mirar en retrospectiva, dice sentir mucha alegría ante la forma en que se plantean las discusiones hacia adentro de la casa: “Se plantea algo y se dice si todos podemos vivir con esa decisión. Si no es así se reformula. Siempre fue una característica de participación colectiva, de las decisiones horizontales”.
De modo similar opina Jorgelina, actual presidenta de la asociación civil. Llegó a OiHoy por el boca en boca: “Me daban ganas de involucrarme con eso que pasaba”. “Es un espacio que se realimenta, que ha tenido distintas etapas. A veces es más artístico, a veces es más social, el movimiento nos permite la capacidad de repensarnos, regenerarnos. Permite incluso que haya experiencias de OiHoy fuera de esta casa”. De hecho, este mismo verano inicia un plan de obras para acondicionar la planta baja y dar lugar a nuevos emprendimientos.
Una casa hecha de recovecos y belleza
Sobre la vereda de la calle 14 de Julio hay unos canteros floreados, antecesores de la huerta que hoy se desarrolla en el techo de la casa de dos plantas, con el Parque Elcano y las casitas de barrio tranquilo de fondo. Los sábados hay un taller gratuito para la comunidad a cargo de un gestor ambiental, integrante de la asociación civil.
La huerta cuenta con un centenar de plantas (frutales, aromáticas, autóctonas), alimentado por un sistema de riego con agua de lluvia, el mismo que se usa para nutrir una huerta hidropónica (“sistema de cultivo sin tierra”). “Esto hace que no gastemos agua para el riego de todas las plantas”, celebra Violeta y destaca que muchas huertas han nacido con semillas o plantines de OiHoy.
Sobre el ingreso principal de la casa hay un patio amplio y descubierto. Al avanzar se llega a una sala central donde está la cocina, varias mesas y un muro lleno de estantes con los productos de varios emprendedores. Allí mismo hay un gran salón rectangular que se utiliza para talleres, ensayos, música en vivo y conferencias. A ambos lados hay ventanales que inundan de luz y una sensación de calidez.
Acciones para “nutrir los lazos de cercanía”
Casa OiHoy en pandemia detuvo sus actividades presenciales, pero continuó activa en su búsqueda de generar vínculos. Así, se convirtió un nodo de cocina sustentable, con bolsones de verdura agroecológica de estación, parte de un proyecto de Extensión de la Cátedra de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Agronomía (UBA).
“Nos reinventarnos para seguir contribuyendo con la restauración de los lazos sociales de cercanía, generando red de confianza entre vecinxs y participando de la construcción de la comunidad barrial”, explican sus integrantes.
Violeta nos cuenta: “Al Bolsón le agregamos un almacén de productores del barrio y regionales. Hay miel, huevos de granja, granola, tartas, aceite de oliva, conservas, escabeche, yerba. Todas las semanas tratamos de sumar productos”.
Las personas interesadas pueden hacer las reservas en la cuenta de Instagram de OiHoy. En la biografía está el formulario a completar. “Tenés hasta el miércoles por la mañana, el viernes de 15 a 18 llegan los bolsones, los productores nos traen las cosas y se hacen las entregas en el patio de Oi. Así pasa todas las semanas”, agregan.
Violeta nos comenta que esta es una de las actividades principales en la actualidad, en el contexto de la pandemia. También implica un ingreso estable para mantener el lugar y un vínculo social: “Una respuesta a la pandemia fue nutrir los lazos de cercanía. Una parte fue ponernos en contacto con productores locales. Además, nos acercamos a vecinos por problemáticas locales. Estamos con un grupo de vecinos debatiendo sobre acciones para hacer campañas de descacharreo, en la zona hay muchos casos de dengue. También estamos en contacto con artistas del barrio”.
Otra iniciativa de este tiempo fue hacer en las redes sociales de OiHoy el ciclo de charlas llamado “Por el Barrio”: “Queremos contribuir con la restauración de los lazos sociales de cercanía, generando red de confianza entre vecinos y reconstruyendo la comunidad barrial. Creemos que esos vínculos son vitales para satisfacer nuestra necesidad de pertenencia y comunidad, fundamental para el bienestar personal y colectivo”.
“Hace más de 10 años que elegimos desarrollar nuestra casa abierta y espacio cultural dentro del barrio de Villa Ortúzar, en una zona tradicionalmente de fábricas y depósitos para aportar desde nuestra perspectiva un movimiento cultural, social y medioambiental de participación e integración”, concluyen.
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