Ante la aparición de más de 200 casos de dengue en la Ciudad de Buenos Aires, se hace necesario llevar a cabo acciones para combatir el mosquito transmisor del virus, el Aedes aepypti, y campañas de concientización para lograr un ordenamiento ambiental de hogares y aledaños para evitar su reproducción. ¿Es necesario fumigar plazas, parques y lagos?
Por Ignacio Di Toma Mues
Los casos de dengue comienzan a aparecer en la Ciudad, a fines de enero el Gobierno informó más de 200 casos, 52 de ellos autóctonos. Lo que no se hizo durante el año – esto es, el ordenamiento ambiental de hogares y aledaños – se transforma en alarma que da paso a lo urgente por sobre la prevención necesaria y permanente.
Hace diez años un equipo de docentes, biólogos, sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales, veterinarios y técnicos de la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Pasteur realizó un estudio de campo en Villa Pueyrredón.
Los resultados indicaron que en el 40 % de los hogares donde se colocaron ovitrampas se obtuvieron resultados positivos, esto es: se encontraron criaderos del mosquito aedes aegypti, insecto que trasmite además la fiebre Chikungunya, la fiebre amarilla y el virus Zika.
Edgardo Marcos, entonces Subdirector del Instituto Pasteur e integrante del equipo interdisciplinario, declaró en aquella oportunidad a nuestro periódico que: “el problema está en fumigar cuando y donde no es necesario, y esto se hace más en respuesta a las presiones mediáticas que a las necesidades biológicas reales”. Y aseguró que “lo que debería hacerse es profundizar la tarea de prevención de cara al futuro”.
Marcos destacó – a su vez – que es fundamental lo que se haga entre los meses de mayo y septiembre, cuando al mosquito no se lo ve porque está en su estado de vida latente en nidos y criaderos. Es en ese periodo en que la gente debe ordenar sus hogares para que en octubre y noviembre no tengamos al aedes aepypti entre nosotros.
Casos de dengue
En la Comuna 12, específicamente en el Barrio Mitre, los vecinos denunciaron la aparición de cuatro casos de dengue y reclamaron que el Gobierno de la Ciudad y la Junta Comunal tomen medidas de prevención.
Vale recordar que el propio Ministerio de Salud porteño establece que: “ante la sospecha de un caso se realiza un estudio de foco y perifoco, se inspecciona la vivienda y las viviendas a 200 metros a la redonda para establecer la posibilidad de otros casos sospechosos, criaderos reales y potenciales”.
Según versiones de los vecinos, se habría acercado al vecindario un integrante de la Junta Comunal para fumigar una calle y una alcantarilla. Esta acción, de ser cierta la versión, es aleatoria, improvisada e improductiva, y sólo sirve para calmar por un tiempo los reclamos.
En los barrios de la Comuna 11, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público informó que se fumigaron las plazas Roque Sáenz Peña, Aristóbulo del Valle, Arenales, Ricchieri, Del Maestro Ravignani.
El Gobierno de la Ciudad informó a fines de enero que se había fumigado la zona de Ciudad Universitaria y los bosques de Palermo, además de parques, plazas, fuentes y lagos.
Según los especialistas en estos espacios verdes se encuentra mayormente al mosquito silvestre (culex), insecto que no transmite el virus. Por su parte el Ministerio de Salud de la Nación informó que tanto en lagos o lagunas no hay criaderos del aedes aepypti.
“Si bien son necesarias las fumigaciones en espacios públicos, éstas no son suficientes para combatir al mosquito que trasmite el dengue” advierten desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.
En el XII Simposio Internacional sobre Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores que se realizó en 2009 en Buenos Aires, explicaron que: “la fumigación es el último recurso a ser utilizado, principalmente cuando hay indicador de transmisión de la enfermedad, porque sola no resuelve el problema, sin un necesario trabajo de base continuo de eliminación de los criaderos de mosquito”
La Organización Mundial de la Salud recomienda fumigar con plaguicidas a base de peritroides, para combatir al mosquito adulto, por su alto poder de volteo y su baja acción en el hombre.
En caso de hacerse dentro de las casas, como este plaguicida no tiene efectos residuales, al ventilarse las habitaciones en un par de horas cesa el efecto y, de no realizarse un ordenamiento ambiental correcto, aparecerá de nuevo.
La coincidencia general es que la principal medida de prevención es la eliminación de los criaderos del mosquito aedes aepypti e impedir que algunos elementos en los domicilios se transformen en tales.
Una primera medida es vaciar el agua de los posibles nidos del mosquito, y cepillarlos para desprender la posible existencia de huevos. Hay que tener en cuenta que la hembra deposita los huevos en tanques, neumáticos descartados, baldes, palanganas, floreros, latas, botellas y cualquier otro recipiente que contenga agua estancada.
Para la eliminación de las larvas se aconseja utilizar los plaguicidas organofosforados, que deben arrojarse en los posibles criaderos del mosquito, que se encuentran mayormente en casas, patios y jardines.
También está indicado lavar con lavandina o clorar, porque aunque no mata las larvas destruye la materia orgánica que necesitan para alimentarse. Como no toleran temperaturas mayores a 60 °, se recomienda arrojar agua hirviendo en rejillas, desagües y canaletas.
Las fumigaciones deben ser realizadas por personal entrenado y con la indumentaria y elementos de trabajo adecuados.
Prevención en equipo
En este sentido, un conjunto interdisciplinario conformado por personal del Hospital Tornú, la Cruz Roja filial Villa Crespo, Defensa Civil de la Ciudad y el Instituto Pasteur, están realizando trabajos de campo en los barrios de la Comuna 15.
“Se siguen sumando los casos de dengue en nuestra Comuna. Al confirmarse un nuevo caso salimos al barrio junto al Hospital Tornú y al Instituto Pasteur con la tarea de relevar casos febriles. Es extremadamente importante tomar las medidas de prevención sobre todo en las zonas de foco: uso de repelente durante todo el día y no acumular agua en desuso. Es la única forma de combatir al mosquito y sus larvas” indicaron desde la Cruz Roja Argentina Villa Crespo.
El equipo del Área Programática del Tornú está encabezado por el Dr. Jorge Fontenla y la Dra. Miriam Burgos. Salen dos o tres veces por semana a realizar tareas de prevención, llevan material para dejar en las casas y hablan con los vecinos.
Un punto a resaltar es que el mosquito no distingue clases sociales. “Hay mucha ignorancia, algunos me han dicho ‘eduquen a los villeros’ desconociendo que el mosquito transmisor vive dentro de sus casas, en plantas acuáticas, floreros, en los platitos debajo de las macetas, en las pelopincho, piletas con aguas no tratadas y en los bebederos de los animales.” aseguró una trabajadora del Hospital Tornú.
El principal consejo que dan, en caso de tener fiebre alta, es el de no automedicarse con ibuprofeno ni aspirinas y concurrir a la guardia del hospital.
“Si no hay educación para prevenir, la fumigación solo no alcanza. Desde el Área Programática del Tornú estamos saliendo casa por casa y explicando a la gente que tienen que hacer en caso de presentar fiebre y el descacharreo de jardines, patios y terrazas”.
Para accionar directamente sobre el mosquito, el Instituto Pasteur aconseja protegerse de las picaduras utilizando espirales o pastillas, aplicar repelentes en las partes expuestas del cuerpo y sobre las ropas, utilizando preferentemente ropas que cubran la mayor parte del cuerpo y colocar mosquiteros o telas metálicas en la vivienda.
También indica que sólo debe utilizarse insecticidas cuando se hayan visto mosquitos adultos. “En estos casos, aplicarlos en los lugares donde puedan esconderse, como detrás de muebles, cortinados, zonas oscuras de la casa o con vegetación. No es recomendable pulverizar indiscriminadamente todos los ambientes de la casa porque sólo se lograría contaminar el lugar” advierten.
Por último, es muy importante la correcta disposición y recolección de residuos en la vía pública por parte de los vecinos y las empresas contratistas del servicio, especialmente los residuos “voluminosos” que puedan ser potenciales criaderos de mosquitos (muebles y artefactos del hogar en desuso, cubiertas, tachos, restos de albañilería)
Conociendo al mosquito…
La hembra pone sus huevos en cualquier recipiente que pueda contener agua, relativamente limpia y quieta. Los coloca pegados a la pared interna del recipiente. No lo hace en zanjas, lagunas o charcos.
Puede realizar posturas cada tres días en cantidades que van de 150 a 200 huevos en cada una de ellas.
Los huevos a una determinada temperatura y al ser cubiertos por el agua eclosionan dando inicio a su ciclo reproductivo, y soportan la desecación – al igual que las bajas temperaturas – por más de un año en estado de vida latente por eso es tan importante limpiar los recipientes.
Con temperaturas que rondan los 25° a los 29 ° se estima que, desde la eclosión del huevo, su transformación en larva y luego de pupa a mosquito, pasan sólo siete días.
Son de actividad diurna, las hembras pican durante las primeras horas de la mañana y del atardecer, y durante la noche se ocultan en el interior de las casas, como dormitorios, baños y cocinas, y sólo excepcionalmente, en paredes exteriores y jardines.
Desde el Instituto Pasteur aseguran que “tanto los machos como las hembras Aedes Aegypti se alimentan de jugos vegetales y no vuelan distancias extensas, sino que se mantienen dentro de las viviendas que les brindan condiciones de reproducción (sangre, recipientes con agua) y de alimentación (plantas) adecuadas”.
El Aedes Aegypti puede vivir hasta un mes, pero cuando la temperatura desciende (10° o menos) mueren.