El abogado Gabriel Lerner señaló que se está criminalizando la protesta, en relación a la imputación de 43 madres y padres por tomas de sus hijos en los colegios porteños durante 2018. Según el especialista esta acusación no forma parte del protocolo del Gobierno de la Ciudad. Los progenitores aún no fueron citados por la justicia.
Por Agustina Cavalanti
Hace unas semanas se dio a conocer la noticia de que el fiscal Carlos Rolero Santurian había imputado a 43 madres y padres de alumnos de ocho colegios porteños por la toma que hicieron en 2018. Fueron denunciados por la Procuración General del Gobierno de la Ciudad por “impedir el ingreso o la salida de lugares públicos o privados”, según el artículo 57 del Código Contravencional de la Ciudad.
Para los defensores de los acusados se trata de una maniobra ilegal que viola recomendaciones del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires. Sostienen que el artículo 11 del Código Contravencional determina que “No son punibles las personas menores de 18 años”. Entonces, ¿a título de qué se acusa a sus madres o padres?
“El fiscal los acusa como contraventores porque no ‘garantizaron’ que sus hijos no hagan una toma en la escuela. Como si hijos e hijas fueran objetos inanimados, carentes de toda voluntad y autonomía. Para el fiscal, la sanción que no se aplica al adolescente (no punible en el régimen contravencional) se debe aplicar al padre o la madre (o ambos quizás)”, señaló para nuestro portal el abogado Gabriel Lerner, especialista en Niñez y Adolescencia, y actual defensor de siete madres y padres implicados.
Lerner lo califica como una maniobra ilegal y destaca que “son hechos de agosto de 2018 pero el fiscal retuvo las causas hasta que las hizo trascender en marzo de este año, inicio de clases y año electoral. Es, en síntesis, demagogia punitiva y persecución política”.
Según información brindada por el secretario de la Fiscalía 31, Dr. Hernán Biglino, actualmente se abrieron cuatro sumarios en total, y todas las denuncias fueron presentadas por la Procuración de la Ciudad en la Unidad de Orientación y Denuncias N° 1.
Los estudiantes pertenecen al Colegio Nacional N° 3 “Mariano Moreno” (Caballito); a la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales “Rogelio Yrurtia” (Parque Avellaneda); a la Escuela Normal Superior N° 6 “Vicente López y Planes” (Palermo); y a la Escuela Normal Superior N° 1 “Pte. Roque Saénz Peña” (Recoleta).
“Siendo menores de 18 años las contravenciones no son punibles. Entiende el fiscal que los padres deberían haber garantizado que sus hijos no cometan la contravención. ¿Cómo? No lo explica, pero probablemente encerrándolos en sus casas para que no vayan a las protestas, o bien llevándoselos ‘de los pelos’ si los ven manifestando en la escuela”, menciona el abogado.
Un punto que sorprende a los defensores de los 43 madres y padres imputados es el circo periodístico que se generó en torno a este tema: el fiscal Santurian, que interviene en la causa, le hizo saber primero a todos los medios de comunicación que había instado una acción penal/contravencional por tomas de escuelas públicas de la Ciudad.
“Me enteré de las imputaciones por el diario, sin saber que yo era una de la imputadas. Todo esto fue a la mañana del lunes. Rápidamente al mediodía, periodistas del Canal de la Ciudad me llamaron a mi celular personal para invitarme a exponer sobre la imputación, lo que me preocupó más, porque se habían enterado antes ellos que nosotros y encima tenían mis datos personales, que supongo los sacaron del expediente”, relata para “El Barrio Pueyrredón” una de las mamás imputadas en la causa, que prefirió preservar su identidad.
Y agrega con inquietud: “Me preocupa que el Gobierno de la Ciudad utilice este mecanismo para amedrentar a aquellos que luchan por sus derechos. En vez de escuchar los reclamos que plantean las pibas y pibes se criminaliza a sus madres (somos casi todas mujeres) generando miedo en algunos casos. Otra cuestión son los dichos del fiscal que dice que esto se realiza para prevenir futuras tomas, siguiendo claramente los designios del poder ejecutivo de la Ciudad”.
A principios de 2018 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó el protocolo “anti-tomas” con el solo fin de legitimar una formalidad para prevenir las tomas de estudiantes en los colegios porteños.
“Apunta principalmente a proteger el patrimonio de los colegios en un contexto de una toma, no tiene ningún tipo de indicación de escuchar a los docentes en relación a qué problema tiene o cuál es la protesta. Todo se centra en la protección del inmueble. Tienen la obligación de citar a los padres que están ocupando los colegios e instarlos a que se lleven a sus hijos. No hay ningún tipo de indicación en ese protocolo para que el Ministerio puede hacer denuncias. Están criminalizando las protestas”, explica Lerner.
Además, el especialista manifiesta que esta acusación violenta normativas constitucionales porque la Convención sobre los Derechos del Niño está integrada a la Constitución Nacional, y ambos junto al nuevo Código Civil y Comercial, reconocen que los adultos representan a sus hijos en diferentes actos de la vida pero, a medida que pasan los años y los adolescentes van teniendo mayor y nuevas autonomías, los padres y madres van perdiendo la capacidad de limitar o cambiar las acciones de sus hijos.
“Pueden orientarlos y persuadirlos, pero ni la Convención ni el Código amparan que los padres encierren a sus hijos para que no vayan a una protesta. El problema no solamente es descabellado desde el punto de vista de las relaciones familiares sino también desde el punto de vista de las relaciones en el interior de la comunidad educativa. Cuando el protocolo obliga a los directivos a denunciar lo hace, insisto, sosteniendo que es la manera de defender el patrimonio del colegio, en caso de que el patrimonio sea deteriorado. Pero al emplear esto para la acusación de naturaleza penal/contravencional sucede que, si estas causas no logramos pararlas a tiempo, vamos a terminar en juicio donde las principales pruebas de cargos contra las mamás y los papás van a ser los dichos de las autoridades escolares: esto significa meter una bomba en la convivencia escolar”, añade el abogado defensor.
Ya pasó un mes de haberse hecho pública la imputación y hasta ahora Carlos Rolero Santurian sólo le tomó declaraciones a cuatro autoridades de los colegios. El fiscal aún no ha llamado a declarar a ningún padre ni madre acusado por las tomas de sus hijos.
“Es imprescindible que la ministra de Educación o el Jefe de Gobierno de la Ciudad revoquen ese protocolo porque lesiona normas de superior jerarquía como son las normas de convivencia y de protección de la familia, de los derechos de los niños a ser escuchados, a organizarse; a una educación democrática, participativa y sin autoritarismo”, concluye Gabriel Lerner.
Reflexión de Beatriz Janin, psicóloga y presidenta de Forum Infancias
“Estoy muy preocupada por este avance de las medidas represivas contra lxs adolescentes. Ahora parece que los padres deben impedir las tomas de colegios y que si no lo hacen pueden ser sancionados por la justicia. ¿Qué idea hay de lo que ocurre con un adolescente? Los que promueven estas medidas para acallar la protesta de lxs adolescentes ¿saben que se aprende más en una ‘toma’ que en muchas clases, que, como planteó brillantemente el ex-rector del Colegio Carlos Pellegrini, Prof Abraham Gak, el tener que organizarse, cuidarse mutuamente, cuidar el lugar, tomar resoluciones en conjunto, sostener debates y fundamentar posiciones, es un aprendizaje invalorable?
Pero además, les adolescentes necesitan espacios de autonomía para separarse de los padres, necesitan tener grupos de pertenencia y abrazar ideales y sostener proyectos. Lo que viene ocurriendo en las escuelas, con la formación de centros de estudiantes y la defensa de ciertas posiciones e ideas, la participación en actos masivos y la discusión en asambleas, supone una enorme ayuda para que el tránsito por la adolescencia sea creativo, para que se pueda apostar al futuro. La pertenencia a un grupo, el sostenimiento de ideales y el armado de proyectos es fundamental… a menos que se pretenda seres sumisos y dependientes, sin pensamiento propio y madres y padres que, aterrorizados por sanciones posibles, coaccionen a sus hijos y no les dejen crecer”.