Parque Chas es el barrio oficialmente más joven de la Ciudad. Este 29 de septiembre se cumple un nuevo aniversario, fecha que conmemora la ordenanza del año 1925 que autorizó el trazado de las calles que dio origen al barrio. En esta nota, Oscar Mango, integrante de la Junta de Estudios Históricos, habla de la particularidad del trazado de sus calles, recuerda el paso del Club Almagro y cuenta alguna de las características que definen esta zona porteña.
La foto (Av. Triunvirato, entre Gándara y Ginebra)
pertenece al Facebook de la Junta de Estudios Históricos
del Barrio Parque Chas y el portal parquechasweb
Por Mateo Lazcano
De los 48 barrios porteños, seguramente Parque Chas es el que más mitos tiene, o con mayor cantidad de historias detrás. Con 1,1 kilómetros cuadrados de superficie, y algo más de 20 mil habitantes, esta zona de la Comuna 15 celebró su día el pasado 29 de septiembre, en homenaje a la ordenanza del Consejo Deliberante de Buenos Aires que aprobó el trazado de calles que dio inicio al barrio.
Para conocer detalles de la vida de Parque Chas, y profundizar en las características que lo definen, este periódico contactó a Oscar Mango, integrante de la Junta de Estudios Históricos parquechasense. “Todo lo que tengo para decir está documentado”, comienza el vecino de 77 años, nacido y criado en un barrio que, conoce, está lleno de fábulas muchas veces incomprobables que lo acompañan.
El primer terreno de Parque Chas se remonta a finales del Siglo XIX, cuando el área de las hoy Triunvirato, La Pampa y Constituyentes aún pertenecía al gran Municipio de Belgrano. Ese sector fue el primero en ser loteado, y para 1904, apareció otra zona de manzanas alrededor del Hospital Tornú. “Se creó para la tuberculosis, que hacía estragos en esa época. Y se eligió un área alejada del centro de la Ciudad”, explica Héctor sobre el nosocomio de Combatientes de Malvinas y Chorroarín.
“La familia Chas era pariente de Belgrano. Ellos tenían distintos terrenos en la Provincia de Buenos Aires (de hecho hay una estación llamada “Chas” en Chascomús). Y por caso, el actual Museo Larreta, era de su propiedad”, detalla. “Este grupo familiar tenía un minifundio, y las autoridades del momento obligaron, mediante impuestos, a vender todos los que existían al norte del Arroyo Maldonado”, prosigue el relato.
Esa urbanización, de 1925, es la que dio origen al trazado de calles que Vicente Chas propuso. Por sus conocimientos inmobiliarios, este fue vital para el desarrollo de chalets en la hoy calle La Pampa y las propiedades de “barrio-jardín” que hay en Parque Chas, un barrio plenamente residencial. Aunque con un gran inconveniente: por su cercanía con el Arroyo Vega, se trataba de una zona inundable.
Para ese momento, paralelamente, el Club Almagro inauguraba en 1927 su estadio para 18 mil personas en el incipiente barrio. La cancha estaba situada en la manzana formada por Victorica, Ginebra, Gándara y Londres y por su capacidad era la sexta mayor en Buenos Aires. Allí fue a jugar Boca, Racing y San Lorenzo, entre otros. En 1937, Almagro logró ascender a Primera, siendo el primero en salir campeón de Segunda División en el ya profesional fútbol argentino. En ese entonces, en el club se practicaba también tenis y básquet femenino. Sin embargo, debió abandonar la sede y se despidió de estas tierras.
Los grandes cambios se dieron en el período entre los años 30 y 50, cuando terminó de moldearse el barrio como tal. Para ese entonces, algunas calles tenían nombre de ciudades, decidido en una ordenanza de 1933 para suplir la falta de nomenclatura que las mismas tenían.
Al respecto, existe una particular influencia de los partidos de izquierda en el tema. Por caso, la diagonal que cruza Parque Chas, que tenía el nombre de su fundador, pasó a llamarse “La Internacional”, el cual mantuvo hasta 1941 en pleno auge del socialismo. Un mismo espíritu tuvo la calle “Tréveris”, que está vigente hasta hoy y homenajea a la ciudad europea en la que nació Karl Marx.
Muchas de las arterias de Parque Chas eran de barro, y el asfalto recién se completó para 1955 en su totalidad. Los cambios de la segunda mitad de siglo tuvieron que ver con la urbanización. “Nacieron las casas de dos pisos. Antes la mayoría era de solo una planta, con un amplio jardín al fondo”, explica el integrante de la Junta de Estudios Históricos.
En cualquier mapa, sobresale de Parque Chas la forma irregular y laberíntica de las manzanas en el sector más próximo a Triunvirato y La Pampa. Al respecto, Oscar Mango asegura que “pese a que algunos dicen que esto fue copiado de Europa”, su investigación sostiene que “el motivo por el que se hicieron así las calles fue económico, inmobiliario”.
“Gracias a eso, pudieron hacer más lotes en el terreno”, aporta. Sobre la forma, remarca que pese a que hay otros ejemplos cercanos, como el Barrio Perón en Saavedra, es el único de Buenos Aires a esa dimensión.
Respecto a la vida social, Parque Chas tiene siete clubes de barrio, y tres templos católicos. El primero está dentro del Hospital Tornú, acompañados de la parroquia Santa Teresita (Bucarelli y Quirós) y San Alfonso (Barzana y Nápoles). Detrás de esta última está la “Escuela Petronila Rodríguez”, la mayor institución escolar de un barrio que posee también sedes de otros dos cultos, del judaísmo y protestantismo.
La vida comercial está reservada para la parte fronteriza, sobre la Avenida Triunvirato, con un fuerte impulso con la llegada del Subte B en 2003, que tuvo durante diez años su estación cabecera en Av. de Los Incas. Todo un hito para una zona que, por decisión vecinal, no tiene colectivos circulando por sus calles interiores.
Pero la historia de Parque Chas queda incompleta si no se menciona la formalización lograda tras la presión de los vecinos para que el mismo sea designado como barrio. Considerado siempre como un área de Agronomía, solo unos meses de 1976 había conseguido ser un barrio. Héctor Mango menciona que los/as parquechasenses “éramos de nacimiento así, y los lotes se vendían con ese nombre”, hasta que hubo un hecho que los convenció a luchar para ser considerado un barrio de la ciudad.
Ocurrió en 2004, cuando una celebración conmemorativa de Agronomía se hizo en sus calles. El enojo motivó que se cree la “Asociación Amigos de Parque Chas”, e impulsen volver a declarar a este como barrio. Así lo hizo la Legislatura porteña, de forma unánime, en 2005. Desde entonces es el barrio 48°, el último, pero con una historia para nada pequeña. Que volvió a recordar el último fin de semana, cuando por la imposibilidad de reunirse a causa de la pandemia, se instó a las/os vecinos a decorar las fachadas de sus casas para celebrar el orgullo parquechasense.